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1. Le reirían las gracias a los terroristas

Si La 1 fuera como TV3, invitaría a uno de sus programas de máxima audiencia a un terrorista de ultraderecha condenado por la Justicia por atentados en suelo español y le pediría su opinión sobre la actualidad política y social del país.

"Y tú todo esto, Anders, ¿cómo lo estás viendo?".

O "Un poco la sensación es que los nazis habéis pasado por delante de los etarras en esto de matar, ¿no?".

O "¿Hay que cambiar España, Anders?".

El terrorista respondería con total seriedad, daría su receta para democratizar España y el público invitado al plató le reiría los chistes con grandes carcajadas mientras el entrevistador conduciría la entrevista con enorme tacto y empatía, como quien charla con un entrañable veterano de Mayo del 68.…  Seguir leyendo »

Este 22 de abril se cumplirán ochenta años de la ley de Prensa que Franco promulgó en plena Guerra Civil. Aquel texto auspiciado por el ministro Serrano Suñer atribuía al Estado la «organización, vigilancia y control de la institución nacional (sic) de la Prensa periódica». Solo la singularidad de un régimen autocrático como el franquista, que sin embargo no era totalitario, explica que esta legislación bélica y de excepción, totalitaria sin duda, sobreviviera hasta 1966. Ese año el lápiz rojo de los funcionarios inquisidores, las consignas y los más rocambolescos correctivos fueron abrogados por la ley Fraga, a cuyo calor surgió el «Parlamento de papel» que espoleó nuestro cambio democrático.…  Seguir leyendo »

Cataluña se asoma al abismo de la separación, soplan vientos de ruptura con el resto de España y con la UE, pero sobre todo de discordia entre nosotros, los catalanes. Estos días a muchos nos duele Cataluña. Una pregunta que casi todo el mundo se hace ahora es cómo hemos llegado hasta aquí. Las causas son diversas, pero en Cataluña hay dos factores estructurales que, de forma sistemática, han favorecido la creación de un marco mental de alejamiento, cuando no de animadversión, hacia el resto de España: la educación y los medios de comunicación públicos y subvencionados por la Generalitat.

Como colaboradores habituales de los medios catalanes, representantes de lo que ignominiosamente se ha dado en llamar cuota unionista, hemos llegado a la conclusión de que nuestra presencia en las tertulias de TV3 y Catalunya Ràdio es contraproducente, pues solo sirve como coartada para demostrar su supuesta pluralidad y apuntalar la tesis dominante.…  Seguir leyendo »

No son buenos tiempos para el periodismo. Cualquiera puede decir algo que es falso y, sin comprobar su veracidad, la afirmación se va repitiendo hasta calar en la opinión pública como un verdad inatacable. Recuerden que estamos en tiempos de posverdad, ese palabro indigno, un simple disfraz de la mentira. Las llamadas redes sociales son el medio idóneo para contribuir a esta confusión. La mala fe todavía más. La ignorancia general hace el resto. El periodismo de investigación ya no consiste sólo en buscar afanosamente la verdad sino que tiene como objetivo primordial desmentir la posverdad, es decir, averiguar las falsedades que se van instalando en la mentalidad de la gente como verdades establecidas.…  Seguir leyendo »