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Manifestación en Barcelona por la unidad de España. MASSIMILIANO MINOCRI

La ira enloquecida de los independentistas y la resistencia abnegada de los que en Cataluña se sienten catalanes y españoles o incluso más cosas, nos están devolviendo el orgullo como país. Tras casi cuarenta años en los que nos hemos creído la cantinela de la izquierda pretecnológica y hemos escondido las banderas, ahora todas las ciudades y pueblos se han llenado de ellas y en tal profusión, que es imposible pensar que todos los abanderados somos de derechas, por mucho que numerosos intelectuales sesentayochistas sigan expresando su aversión a nuestro principal símbolo constitucional, considerando admisible y cool cualquier enseña autonómica, republicana (preconstitucional) o incluso reivindicativa.…  Seguir leyendo »

Se jugó el partido, ganó el mejor y, por fortuna, no hubo que lamentar incidentes violentos. Con razón se ha criticado la torpeza de la delegada gubernativa en Madrid, Concepción Dancausa, de intentar prohibir la bandera “estelada” en la final de la Copa del Rey. Una vez más se ha demostrado que la justicia en España no actúa de correa de transmisión del poder político. El juez Jesús Torres desautorizó una decisión arbitraria en base al pluralismo y al respeto a la discrepancia, a los derechos de los demás y a la libertad en general. Nuestro país no es esa cárcel que a los independentistas les gusta pintar, ni ese vertedero al que arrojan todas las cosas que no les gustan.…  Seguir leyendo »

Por qué cometí la mayor traición del fútbol

Viajando por Borneo hace 15 años encontré el bar Barcelona en las afueras de la ciudad de Timika. Resultó ser un burdel para mineros al que su dueño, un miembro de la tribu de los Dani, había puesto el nombre de su equipo de fútbol favorito. Cometí el error de contarle que también yo era del Barça y en ese instante se abalanzó sobre mí como si hubiera marcado el gol decisivo en una final de Champions, dándome un gran abrazo perfumado en whisky barato. El poder fraternal del fútbol, ya saben.

La cosa es que poco después dejé de ser del Barça.…  Seguir leyendo »

Nuestros símbolos, nuestros derechos

El pasado 5 de marzo se iniciaba en Vilanova i la Geltrú la campaña de Societat Civil Catalana 'Nuestros símbolos, nuestros derechos', dirigida a reclamar la presencia en los ayuntamientos y demás administraciones de Cataluña las banderas española y europea. Se trata de una campaña que combinará peticiones populares, el impulso de mociones que exijan la reposición de las enseñas que han sido retiradas en algunos edificios públicos de esta Comunidad, y la convocatoria de concentraciones ciudadanas.

Quizá se critique dicha campaña arguyendo que aviva una estéril guerra de banderas, y que se centra en un aspecto formal que para nada afecta a los problemas reales de los ciudadanos.…  Seguir leyendo »

El primer consistorio barcelonés tras la dictadura devolvió el nombre a muchas calles y plazas que el franquismo había usurpado. Desde entonces se han ido incorporando nuevos referentes culturales, sociales y políticos al espacio público. A diferencia de Madrid, Barcelona se anticipó a los contenidos de la ley de memoria histórica décadas antes de que esta se aprobase en el 2007. Ada Colau llegó a la alcaldía con la voluntad de revisar el nomenclátor y llevar a cabo un plan de memoria histórica. Pero como representa a una izquierda que sufre adanismo, es decir, cree que la historia empieza con ella, y actúa de forma sectaria, el equipo de Barcelona en Comú ha decidido que la ciudad, aunque libre de referencias franquistas, sufre en cambio un exceso de símbolos monárquicos.…  Seguir leyendo »

Silbatos de fogueo

En un palco donde estaban los dirigentes de un Gobierno autonómico decadente y el vicepresidente español de una FIFA enfangada por el escándalo, la pitada se la llevó un rey que apenas ha cumplido un año en el trono y al que no se le conoce mancha. Cualquiera diría que es a Felipe VI a quien han descubierto fortunas en Andorra o amañando la elección de Mundiales de fútbol. Una pitada más coherente habría ido dirigida a esa casta política que cada vez que pide a los catalanes que miren a otro lado -Espanya ens roba-, aprovecha para birlarles la cartera.…  Seguir leyendo »

La realidad es conservadora (y 2)

¿Una sociedad puede vivir sin himno? Yo creo que sí. ¿Una sociedad puede regirse democráticamente sin bandera? Yo creo que también. Lo que es más difícil es funcionar sin Estado. ¡Vaya putada! Llevamos desde el siglo XIX dándole vueltas a la disolución de Estado, incluso personaje tan controvertido como Vladímir Ilich Lenin escribió su último gran libro haciendo un llamamiento a la disolución del Estado.

Las banderas ondean junto a las macetas, han sustituido a los geranios. Los himnos provocan llantos de emoción, y el Estado sigue incólume, aunque achacoso, pero muy lejano a cualquier pretensión de reducirle. Advierto, para evitar malentendidos: no tengo bandera –la que yo conocí, y se mantiene, me produce una sensación que por autocensura voy a excusarme de explicarla–.…  Seguir leyendo »

"Catalunya forma parte de España desde los tiempos de los íberos”. Así de rotunda se manifestaba la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, en una reciente entrevista. No es la única dirigente popular a la que le gusten las afirmaciones historiográficas categóricas. El presidente Rajoy, en marzo del 2013, afirmaba que “España es la nación más antigua de Europa. Tiene 500 años de antigüedad”. Esperanza Aguirre también ha flirteado con las lecciones magistrales de historia, aunque discrepa de su presidente en las fechas, porque como decía en noviembre del 2012, “España es una gran nación, con 3.000 años de historia. Eso lo tienen que saber los niños”.…  Seguir leyendo »

Agredida una 'vicime' en Vilobí

Querido J...

La madrugada del domingo un coche paró junto a una rotonda, a la entrada del pueblo de Vilobí d'Onyar, en la provincia de Gerona. Había varios ocupantes en el coche. Y en la rotonda una bandera estrellada. Uno de los hombres bajó del coche, se encaramó al mástil y desprendió la bandera. El coche arrancó enseguida con el hombre y su botín. Un vecino del pueblo observó el acontecimiento, tomó nota de la matrícula y comunicó los hechos al Ayuntamiento. Y luego el Ayuntamiento y el propio vecino presentaron una denuncia ante la policía autonómica, donde se narraba la escena en los términos descritos.…  Seguir leyendo »

Por Rosa Regàs, escritora y directora de la Biblioteca Nacional (EL PERIODICO, 04/06/05):

El símbolo, según el diccionario de María Moliner es esa "cosa que representa convencionalmente a otra", y por tanto, aunque tantas veces sea una absurda creación de los humanos, tiene su significado preciso que apreciamos en mayor o menor medida según se adecue a nuestras ideas o creencias. Pero incluso cuando nos negamos a aceptarlo conserva, como elemento consustancial a él, un trasfondo de representatividad que la cultura y la sociedad en la que vivimos ha enraizado en las costumbres y ha enquistado en nuestra forma de comprender el mundo.…  Seguir leyendo »

Por Salvador Cardús i Ros (LA VANGUARDIA, 01/09/04):

El verano ha traído consigo los correspondientes rifirrafes políticos, aún más sujetos si cabe al juego de declaraciones y contradeclaraciones de lo que ya suele ser habitual durante el resto del año. Y es que en verano es relativamente fácil que cualquier político de guardia consiga un titular informativo a partir de una simple provocación verbal que va a arrastrar las respuestas del resto de los retenes en ese momento, o gracias a la cadena de interpretaciones abusivas que resultarán de lo reportado por cualquier breve crónica informativa. Quizás por eso ninguno de estos debates debería merecer demasiada atención, aunque no resisto la tentación de aprovecharme de uno de ellos para sacar conclusiones algo más generales que las derivadas de la propia discusión.…  Seguir leyendo »