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No es una exageración retórica afirmar que Euskadi se ha adentrado esta semana en un tiempo nuevo. La salida del poder autonómico del PNV, el partido que lo ha patrimonializado por espacio de 30 años, adquiere casi la dimensión de cambio de un régimen y puede dar pie a importantes transformaciones en el seno de la sociedad vasca. No tanto en su estructura constitutiva, que se ha mantenido tenazmente plural a lo largo del tiempo pese a las influencias y presiones ambientales, sino en sus percepciones y actitudes. En realidad, el cambio personificado en la investidura de Patxi López como lehendakari el martes pasado comenzó a verificarse al menos un año antes de que los resultados de las elecciones vascas del 1 de marzo lo hicieran posible.…  Seguir leyendo »

Tras el resultado de las últimas elecciones autonómicas en el País Vasco y gracias al posterior acuerdo entre PSE y PP que se materializó el martes en el debate de investidura en que Patxi López fue elegido nuevo lehendakari, se ha producido un hecho destacado en la historia del Gobierno autónomo vasco, como es el que por primera vez no va a estar presidido ni compuesto por una fuerza nacionalista. Es así gracias a la aritmética parlamentaria, aunque no sin ciertas tensiones, recelos y prevenciones en el acuerdo entre socialistas y populares.

Recelos y prevenciones que, en lo fundamental, estaban justificados por parte de los populares debido a la política y actitudes que los socialistas han mantenido en los últimos años en relación con la negociación política con ETA y a sus acuerdos con fuerzas nacionalistas para conformar una especie de cordón sanitario que aislase políticamente al principal partido de la oposición.…  Seguir leyendo »

La formación del nuevo Gobierno presidido por Patxi López tiene un primer significado innegable: la rectificación de la política socialista respecto al futuro político del País Vasco. Durante muchos años ha primado en el socialismo español la idea de que Euskadi era un territorio reservado al Gobierno nacionalista. Una visión que ha hecho crisis en el propio País Vasco, pero es un mérito indudable de la actual dirección del socialismo español haberlo sabido reconocer y no poner obstáculos al proyecto de un Gobierno socialista en Vitoria con apoyo parlamentario del Partido Popular.

En vísperas de las elecciones, todavía eran muy numerosas las voces entre sectores de la progresía madrileña, a los que alguien describió en su momento como el Madrikako Ezkerra, que abogaban por el entendimiento con los nacionalistas a la hora de formar el nuevo Gobierno.…  Seguir leyendo »

Buscaba destrozarle pero le hizo el mejor servicio de su historia política. Ibarretxe fue ayer a matar a Patxi López, pero disparó tanto, tan frenéticamente y con tanta saña que consiguió blindarlo con sus propias balas. Y no sólo eso: acabó elevándolo a la altura de los políticos sólidos, de ésos que tienen visión de Estado, modales de líder y acreditadas convicciones democráticas. Si el día de ayer en el Parlamento vasco iba a ser importante por histórico, la intervención de Ibarretxe lo convirtió en inolvidable por traumático.

Pero no fue sólo traumático para el nacionalismo que ayer perdía el poder.…  Seguir leyendo »

¿Se puede gobernar para todos los vascos? ¿Es posible acordar las dos sensibilidades que reparten a la ciudadanía? Cuando las opciones partidarias movilizan no tanto intereses sociales o económicos como sentimientos de pertenencia ¿queda margen para el acuerdo? ¿Pueden graduarse los afanes independentistas de unos en función de la moderación pactista de otros? ¿Cabe la fragmentación del «ser vasco» según la media oscilante de cada resultado electoral? ¿Las directrices de nuestra política pueden asentarse en principios que no supongan la confrontación permanente entre lo que se ha dado en llamar «las dos comunidades»?

Patxi López dice que sí. Ibarretxe que no.…  Seguir leyendo »

Al final de su primera legislatura como lehendakari, Juan José Ibarretxe poseía dos cualidades poco corrientes: se tenía la sensación de estar ante un político que se creía lo que decía y que además era tenaz -más allá del nivel de acuerdo o desacuerdo que suscitaran sus opiniones y de las críticas provocadas por el Acuerdo de Lizarra y la falta de reflejos para poner fin al mismo cuando ETA rompió la tregua y asesinó al teniente coronel Pedro Antonio Blanco el 21 de enero de 2000-. Y fue esa tenacidad la que, contra todo pronóstico, le dio la victoria en las elecciones del 13 de mayo de 2001.…  Seguir leyendo »

Arantza Quiroga fue elegida ayer presidenta del Parlamento vasco. Una mujer, joven y del Partido Popular, encarna la representación institucional de la sociedad vasca; preside un Legislativo vasco en el que, por primera vez, los violentos carecen de representación. No hay símbolo más certero de la magnitud y profundidad del cambio que se ha operado en el País Vasco en las pasadas elecciones autonómicas.

Arantza será una gran presidenta de la institución, como podían haberlo sido cualquiera de sus compañeros del grupo parlamentario. Ellos simbolizan el salto de normalidad democrática que aún estaba pendiente en esta comunidad autónoma. Ya no hay vascos de primera y de segunda.…  Seguir leyendo »

Ocurrió el 14 de marzo de 2004. Sorpresivamente el Partido Socialista ganó las elecciones legislativas de aquel año. Tres días antes, el 11 de marzo, en Madrid, había ocurrido un terrible atentado y ante semejante tragedia el Gobierno de Aznar no había sabido encarar aquella crisis con adecuados criterios políticos y perdió por poco aquellas elecciones. Esa misma noche, en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, un satisfecho José Luis Rodríguez Zapatero escuchaba a los suyos que le pedían no cambiara nunca, y él se comprometió a no hacerlo. Hoy, aquel Zapatero, para mí, que le conozco desde 1986, es un político totalmente irreconocible.…  Seguir leyendo »

La vorágine de la política, la velocidad de los tiempos hace que en muchos casos las posturas políticas defendidas con la mayor vehemencia respondan a análisis demasiado cercanos a la coyuntura del momento y a los intereses próximos partidistas. No se llega así a pensar en la estrategia a medio y largo plazo que, a la larga, es la que justifica la acción política como forma de mejorar la sociedad a la que servimos y favorecer la convivencia de los ciudadanos.

Sin duda por ello, no hace todavía dos años, tras las últimas elecciones al Parlamento de Navarra, Unión del Pueblo Navarro (UPN) en general, y específicamente el presidente Sanz, hubo de sufrir toda clase de comentarios y críticas --en muchos casos efectuados desde el desconocimiento que da la distancia-- por acceder al Gobierno con el apoyo del Partido Socialista de Navarra (PSN).…  Seguir leyendo »

Bien, ya sabemos que el apoyo del PP al PSE dará lugar a un nefando frente españolista en Euskadi. Pero no basta replicar lo más obvio: que PNV y compañía ya habían formado antes otro frente nacionalista al menos desde Estella. Para los ciegos la cosa no pasará de empate, por más que uno de esos frentes vaya con escolta de protección y el otro no la necesite.

Habría que atreverse a contraatacar con mayor coraje y, sobre todo, con más ganas de verdad. Digamos entonces, primero, que los nacionalismos que algunos pretenden parangonar son hoy incomparables. El llamado nacionalismo español, salvo excepciones folclóricas y de traca, reviste un carácter mucho más ciudadano y menos etnicista (además de no violento) que el nacionalismo vasco.…  Seguir leyendo »

Quizás con otras reglas del juego, tan democráticas como las actuales, la controversia política que domina en la actualidad el debate vasco no se produciría. Con este comentario me refiero tan sólo a dos cuestiones. Al principio democrático por excelencia, que se resume en 'un hombre/mujer, un voto'; y aquél para que, en municipios, diputaciones, parlamentos y ejecutivo, gobierne siempre la lista más votada. La democracia es el gobierno de las mayorías, con respeto hacia las minorías y, en nuestra actualidad vasca, vemos que pactos posteriores deforman la voluntad del ciudadano, a lo que se une un sistema confederal como el que tenemos, que penaliza siempre a la lista más votada.…  Seguir leyendo »

No es bueno gobernar a tenor de lo que digan las encuestas. Hay que tener convicciones y proyectos, y no ser una veleta según venga la dirección del viento. Un político de altura debe ser capaz de poner proa a lo que lleve madurado y considere bueno para su país, incluso defendiéndose de sus propios partidarios. Se lo he escuchado varias veces a Jordi Pujol y a alguno más. Creo que tienen razón.

Pero asimismo me parece un contrasentido querer gobernar al margen de lo que, una y otra vez, está solicitando la mayoría del pueblo. Me temo que es lo que puede suceder si, como parece, al final se conforma un gobierno PSE-PP en Vitoria-Gasteiz.…  Seguir leyendo »

Tan importante como la aritmética parlamentaria resultante de las elecciones es el álgebra política con la que es preciso operar para gestionar los resultados electorales. La mera contabilización de los escaños obtenidos por las distintas formaciones políticas, incluidas las eventuales sumas que puedan realizarse entre algunas de ellas, no es suficiente para poder dar cuenta de la nueva situación que se produce una vez concluida la contienda electoral. Además de ello, hay que tener en cuenta, asimismo, otros factores que son determinantes en la conformación del nuevo escenario postelectoral; muy especialmente las opciones por las que se decanten las fuerzas políticas para articular mayorías parlamentarias estables que puedan garantizar la continuidad del gobierno.…  Seguir leyendo »

La Constitución de 1978 establece como forma política del Estado la monarquía parlamentaria. En su Título Preliminar se consagra el sistema parlamentario de gobierno, que se desarrolla por extenso en los Títulos III, IV y V dedicados a las Cortes, al Gobierno y a las relaciones entre ambos. A diferencia de lo que ocurre con el modelo presidencialista -cuyo paradigma es el Gobierno de Estados Unidos-, en el régimen parlamentario los ciudadanos no elegimos al presidente del gobierno. Nuestras elecciones son exclusivamente parlamentarias. De lo que se trata en ellas es de elegir a unos representantes para que éstos conformen una mayoría capaz de garantizar un gobierno estable que durante una legislatura desarrolle un programa político determinado, el de la mayoría parlamentaria.…  Seguir leyendo »

Un lugar común frecuente en el periodismo político asevera que las mayorías parlamentarias, y los gobiernos que en ellas se fundan, expresan lo que el pueblo quiere. Esto es una superchería. El pueblo, al revés que Juan, Pedro o Andrés, no es un ente, y no quiere esto o lo de más allá. Unos votantes desean una cosa, y otros, otra, y salvo que se produzca una mayoría absoluta, nadie desea el Gobierno que los políticos forman juntando cachitos del arco parlamentario. Pero la democracia de partidos es como es, y además, es la que la mayor parte de las democracias se han dado.…  Seguir leyendo »

Para los franceses en 1812, también para los alemanes en 1941, e incluso para muchos otros, Napoleón y Hitler fueron vencidos por el 'general invierno', un mito que de tanto repetirlo se ha convertido en una verdad, pero a medias solamente, porque esas potencias occidentales 'invencibles' fueron humilladas por 'inferiores' soldados rusos que supieron cómo pelear esas guerras.

Las fuerzas principales de Napoleón comprendían no menos de 378.000 hombres que quedaron disminuidas a la mitad durante las primeras ocho semanas de invasión, antes de que ocurriera la primera batalla de importancia. La reducción de fuerzas se debió especialmente a la necesidad de proteger los centros de suministros con tropas que iban quedando a retaguardia, también por enfermedades, por deserciones y por varios miles de bajas causadas por escaramuzas y enfrentamientos poco importantes.…  Seguir leyendo »

Hasta dos y tres meses puede demorarse la investidura de un lehendakari en Euskadi. La legislación no prevé plazos y deja el procedimiento al albur del ritmo de los partidos en constituir la nueva cámara legislativa. Aunque la incertidumbre es la más fiel compañera del futuro, casi puede asegurarse que Patxi López será gobernador de los vascos y las vascas. De este modo, la democracia pone fin a tres décadas largas de dirección jeltzale en Vascongadas. No se elimina, no obstante, la sensibilidad nacionalista de la población o, por mejor decir, la sensibilidad hacia el hecho diferencial. Tal vez el socialismo vasco sea el hecho diferencial.…  Seguir leyendo »

Abocados, como estamos, a formar un nuevo Gobierno vasco, conviene distinguir dos campos de análisis: en primer lugar, el campo de lo que es válido y lícito, dejando para más adelante el de lo correcto y oportuno. El primer campo está definido por el sistema basado en la Constitución y el Estatuto; el segundo, el de lo correcto y oportuno, corresponde a una opinión más bien subjetiva, teñida de ideología o de opción política, campo, por eso, en buena parte, de lo subjetivo.

Desde el punto de vista de lo válido y lo legítimo, las decisiones que se pueden tomar para formar el Gobierno vasco son las que el sistema constitucional -Constitución y Estatuto- permiten.…  Seguir leyendo »

En una democracia representativa como la nuestra, la tarea de interpretación política postelectoral es fundamental para acertar en la gobernabilidad de la sociedad. La clave es acertar con la corriente de fondo, positiva o negativa, de la voluntad plural expresada en las urnas, así como con los mensajes complementarios. La campaña ha estado muy polarizada en torno al PNV y el PSE-EE y sus candidatos respectivos (Ibarretxe y López) y la incertidumbre sobre el resultado final, no tanto por quién sería el ganador (la opinión pública apostaba mayoritariamente por el PNV), cuanto por las dudas razonables sobre la continuidad de la actual fórmula de gobierno y la confusión sobre las alternativas posibles.…  Seguir leyendo »

Las novenas elecciones autonómicas en Euskadi, además de apuntalar el pluralismo de la sociedad vasca, señalan un camino sin retorno.

En primer lugar, el ciclo de Lizarra, gestionado por Ibarretxe con la muleta de quienes apoyan a ETA, ha tocado a su fin. Este ciclo ha estado caracterizado por la estrategia de acumulación de fuerzas del frente nacionalista, por la exclusión deslegitimadora de la mitad política del país y por las aventuras soberanistas de Ibarretxe y su partido.

A estas alturas, y sabiendo lo que sabemos, resulta obscena la insistencia del nacionalismo en intentar deslegitimar el resultado electoral por la exclusión democrática de la competición de quienes apoyan al terrorismo.…  Seguir leyendo »