Ómicron no es más leve con todos. Nuestros pacientes son un ejemplo
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, el riesgo de contagiarse con el coronavirus y desarrollar una enfermedad grave era sustancialmente alto para millones de estadounidenses con sistemas inmunitarios débiles debido a tratamientos de cáncer, enfermedades autoinmunes, trasplantes y muchas otras condiciones médicas.
Las vacunas prometían mejoras. Sin embargo, los médicos como nosotros que nos enfocamos en cuidar a personas inmunodeprimidas constatamos muy pronto que las respuestas inmunes de nuestros pacientes a las vacunas a menudo eran débiles. Por ejemplo, en un estudio mostramos que los receptores de trasplantes de órganos que fueron vacunados con dos dosis de las vacunas de ARNm desarrolladas por Moderna y Pfizer tuvieron un riesgo 82 veces mayor de ser infectados y un riesgo 485 veces mayor de hospitalización o muerte en comparación con la población vacunada.… Seguir leyendo »