Un campo de refugiados en México
Estuve en Tijuana durante noviembre, cuando una fuerte tormenta cayó sobre la unidad deportiva Benito Juárez, donde más de seis mil migrantes estaban apiñados en carpas, bajo lonas impermeables o simplemente dormían entre el lodo.
La lluvia se mezcló con el drenaje que salía de los retretes descompuestos; formó charcos fétidos que se filtraban hacia las carpas y provocó una inútil lucha en búsqueda de espacios secos. Vi a una joven madre acuclillarse entre el agua sucia para intentar consolar a su bebé enfermo. El gobierno de Tijuana tuvo que cerrar el parque debido a las condiciones insalubres.
Los hombres, mujeres y niños que han viajado al norte en una corriente de caravanas en los últimos meses han llamado la atención porque es inusual que la gente se mueva junta a través de México en cantidades tan numerosas.… Seguir leyendo »