Después de ver cómo se desarrollaba la tragedia en la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas, tras tantos tiroteos en las últimas semanas, me pregunté qué era lo que no había logrado ver cuando, hace 10 años, me pidieron que iniciara el programa de tiradores activos del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés). ¿Hice que mi equipo se enfocara en los problemas equivocados? ¿Gasté el presupuesto adecuadamente para hallar maneras de salvar vidas?
Todos los tiroteos se analizan en tres partes: ¿cómo pudimos haberlo evitado? ¿Respondimos de manera efectiva para salvar vidas? ¿Cómo estamos ayudando a que la comunidad se recupere?… Seguir leyendo »
Los entusiastas de las armas protestan diciendo que este es un momento para el duelo, y no para la política; para el luto nacional y no para debates polarizadores sobre las armas de fuego.
Pero estamos cansados de conmemorar la violencia armada en Estados Unidos solo con pensamientos y oraciones. No respondimos a la invasión rusa de Ucrania simplemente con pensamientos y oraciones, o a los atentados del 11-S solo con minutos de silencio o a Pearl Harbor con nada más que banderas a media asta y exequias.
No: decidimos actuar, a pesar de que eran unos desafíos muy difíciles, sin soluciones perfectas.… Seguir leyendo »
Ha vuelto a ocurrir, esta vez por partida doble, y una vez más presumiblemente se repetirá el mismo ciclo: un episodio de violencia estremecedor seguido de estupefacción civil y mediática que desemboca en llamamientos a la regulación que no terminan de cristalizar en medidas sustanciales. Ante la tragedia siempre tenemos la tentación de refugiarnos en la desesperación, pero también late en nosotros la voluntad de comprender. Por eso, más allá de lamentos tanto fuera como dentro de Estados Unidos, resuena la misma pregunta: ¿cómo es posible?
La pregunta no señala tanto al móvil de los atacantes (es dudoso que en otros países estemos a salvo de individuos que compartan sus anhelos) como a los medios empleados.… Seguir leyendo »
Nadie va a hacer nada, ¿verdad? Apuesto a que sabes muy bien que, tras el asesinato de 19 niños en una escuela primaria en Texas, Estados Unidos, nadie va a hacer lo más mínimo.
Bueno, seguro por un tiempo la gente se parará a hablar ante los micrófonos. Algunos hasta serán sinceros. Habrá una vigilia, quizás muchas vigilias. Tal vez se liberen algunos globos al aire. Pero nadie hará nada sustancial sobre la realidad de que, en Estados Unidos, se puede tomar un arma y acribillar personas sin ningún motivo.
La realidad es que nadie ha hecho nada desde Columbine en 1999, o Virginia Tech en 2007, o Sandy Hook en 2012, o Parkland en 2018, y prácticamente no existe ninguna posibilidad de que alguien vaya a hacer algo ahora.… Seguir leyendo »
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