Despacho desde Chile: Solo la peste podía reunirnos
Las últimas movilizaciones sociales en Chile evidenciaron una ruptura radical entre nuestras elites y la ciudadanía. El estallido social que empezó en octubre, no tuvo coordinadora ni líderes y aconteció de espaldas a un establecimiento político que ni siquiera dialogaba entre sí. Quienes protestaban sospechaban de cualquier dirigencia.
La demanda por una nueva constitución que reemplace la de Augusto Pinochet sancionada en 1980 y que estableció los principios neoliberales, ha persistido desde la recuperación de la democracia. Esta vez, sin embargo, más que para solucionar la crisis social, lo que justificaba embarcarse en un proceso constituyente, era la búsqueda de un nuevo pacto legitimador entre los miembros de una población que ya no se reconoce en los acuerdos de la Transición —gradualidad en los cambios y subsidiaridad del Estado, entre otros—, llevados a cabo por una élite concertacionista que envejeció y no supo renovarse después del fin de la dictadura.… Seguir leyendo »