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El Athletic Club de Bilbao se ha clasificado para dos finales consecutivas de la que se dice que es su competición talismán, la Copa.

La primera final tendrá lugar el 3 de abril, en Sevilla. Corresponde a la final del año pasado, contra la Real Sociedad, aplazada por la primera oleada de la Covid.

La segunda, el 17 de abril, correspondiente a la de este año, se celebrará en el mismo estadio de La Cartuja de Sevilla, contra el F.C. Barcelona.

Es momento de recordar eso tan difuso que se llama la filosofía del Athletic. Tema que en el País Vasco, y en particular en Vizcaya, es tabú.…  Seguir leyendo »

Siya Kolisi, que levantó la copa Webb Ellis para su país en Yokahama, Japón, a comienzos de este mes, es el primer hombre negro en ser capitán de la selección nacional de rugby de Sudáfrica, los Springboks, en un deporte que solía estar asociado absolutamente con los sudafricanos blancos. Nació en una ciudad pobre en Cabo Oriental. Jean de Villiers, un ex capitán de los Springboks, dijo que la victoria de la selección fue “para todo el país”. Sin embargo, fue algo con lo que podrían regocijarse hasta los no sudafricanos.

Michael Leitch, el capitán del equipo japonés, los Brave Blossoms, en cambio, es de alguna manera un fenómeno aún más remarcable.…  Seguir leyendo »

Más y menos que un club

A lo largo de la vida, muchos españoles cambiamos de lugar de residencia, trabajo, automóvil, pareja, partido político... pero no cambiamos de club de fútbol. Desde chicos, razones sentimentales nos llevan a ser partidarios de un equipo: antes, coleccionábamos sus cromos; ahora, compran sus camisetas. Así seguimos, toda la vida, con fidelidad absoluta a esos colores.

Toda regla tiene su excepción. Hace poco, un amigo mío, catalán, se quedó estupefacto cuando su hermano, del Español, toda la vida, le dijo que se había pasado al Barcelona. «¿Por qué?». La respuesta fue tajante: «Porque defiende lo nuestro». Es decir, la separación de la odiada España.…  Seguir leyendo »

Por qué cometí la mayor traición del fútbol

Viajando por Borneo hace 15 años encontré el bar Barcelona en las afueras de la ciudad de Timika. Resultó ser un burdel para mineros al que su dueño, un miembro de la tribu de los Dani, había puesto el nombre de su equipo de fútbol favorito. Cometí el error de contarle que también yo era del Barça y en ese instante se abalanzó sobre mí como si hubiera marcado el gol decisivo en una final de Champions, dándome un gran abrazo perfumado en whisky barato. El poder fraternal del fútbol, ya saben.

La cosa es que poco después dejé de ser del Barça.…  Seguir leyendo »

El buque insignia del nacionalismo

No resulta posible explicar los éxitos y el altísimo nivel de calidad alcanzado por el FC Barcelona sin tener muy en cuenta el trabajo cotidiano y casi anónimo realizado durante más de 30 años en la Masía, la escuela de futbolistas de la que se nutre el Barça. "Algo que no sólo se aprecia en su manera de jugar sino en sus actitudes y comportamiento [de los futbolistas]... Si el Barça es algo más que un club es también gracias a que la Masía es más que una cantera", se lee en La Vanguardia. La dimensión mitológica de la Masía, elevada a axioma antropológico a causa de la coincidencia de un grupo excepcional de jugadores, alimenta la utopía de una fuente inagotable de talentos sucesivos y hereditarios.…  Seguir leyendo »

En los tiempos y en la sociedad en que vivimos, nadie puede decir «el fútbol no me interesa». Incluso los muchos ciudadanos a los que les domina una extraña indiferencia hacia este deporte y que no captan lo que es el fútbol, se encuentran en medio de ese todo que, como una niebla callada, engloba a todas las cosas y a todos los seres humanos. Y hoy por hoy el individuo, en su relación con el mundo, no puede zafarse del fútbol. Porque, además de un deporte, es un asunto cotidiano que ocupa horas y más horas de información y de conversaciones, y un enorme negocio; no siempre un negocio transparente y así no será jamás embajador de los grandes valores.…  Seguir leyendo »

Los humanos necesitamos retos, desafíos, la tensión del riesgo de competir, el placer de ganar, la esperanza de la revancha si se ha perdido, la satisfacción de proyectarse sobre el vencido porque se ha demostrado que se es superior, a pesar de que sea de manera transitoria porque las victorias son efímeras.

Los ingleses inventaron en el siglo XIX el deporte de equipo como actividad en la que se puede, de manera pactada, competir y ganar o perder; es decir, jugar en un marco de reglas fijas donde un árbitro resuelve los conflictos entre quienes juegan. Las bases son siempre similares: espacio físico delimitado y victoria vinculada a superar al adversario de acuerdo con el tiempo, el espacio y las veces que se consigue un hito.…  Seguir leyendo »

Hubo un tiempo, un tiempo demasiado largo y pesaroso, en que España era apenas una punzada de dolor moral, una maldición histórica, un ideal imposible, un fracaso colectivo. Varias generaciones de españoles solo encontraron en su país y en sus símbolos el testimonio de un sueño roto y de una esperanza malograda. El pesimismo nacional, que ilumina muchas de las mejores páginas de nuestra literatura y de nuestro pensamiento, de Quevedo a Ortega, de Larra al 98, es el fruto intelectual de la constatación de una recurrente derrota: la de la concordia, la del progreso, la de la razón, la de la modernidad.…  Seguir leyendo »

Si seguimos el consejo de Walter Benjamin de que la verdad de cada cosa aparece en su propia exageración, en el esperpento es donde aparece la verdad de las cosas. En Euskadi siempre es posible superar la realidad y llegar al esperpento. Este año no se ha jugado el tradicional partido entre la selección vasca de fútbol y alguna selección internacional. Ha sido la primera vez en muchos años.

Los aficionados a este partido navideño de la selección vasca de fútbol se quedaron sin fútbol. Pero lo peor es que se quedaron sin nombre. Porque la razón de que no hubiera fútbol es que no hay nombre para la selección vasca.…  Seguir leyendo »

Que gane el mejor. Con estas palabras, pronunciadas poco antes del éxito de España en la final de la Eurocopa, rectificaba de alguna manera el presidente del PNV su anterior deseo de que la selección española fuera derrotada por Rusia en las semifinales del torneo. Este cambio de actitud, todo lo matizado que se quiera, es significativo, pues forma parte de la difícil relación que el nacionalismo vasco ha mantenido a lo largo de su historia con la selección española de fútbol y con el deporte en general. Así, si el nacionalismo radical no ha tenido ningún reparo en rechazar de plano cualquier identificación con el deporte español, la relación del nacionalismo moderado o democrático no ha tenido más remedio que ser mucho más ambigua.…  Seguir leyendo »

Myself, I was rooting for Spain in the finals: The Spanish economy is in the doldrums at the moment, and I thought a win might cheer up the Spaniards -- which it did, judging by Sunday's post-victory all-night street party. My son, however, was rooting for Germany: This, paradoxically, is because he is half-Polish, and two of the German players are actually Poles, born in Poland, who speak Polish to one another on the field. One of them -- Lukas Podolski -- scored both of the goals during the Poland-Germany game three weeks ago. Germany won that game, 2-0.

But then, that was fairly typical of this year's European championships in the sport that Americans call soccer and the rest of the world calls football (or futbol, or futebol, or pilka nozna, and so on).…  Seguir leyendo »

España, en los últimos 25 años, igual que en lo social, ha dado un inmenso salto cualitativo respecto a éxitos deportivos. Baloncesto, balonmano, waterpolo son algunas de las especialidades en las que hemos conseguido los mejores triunfos a nivel de equipo. Ello siempre acompañado de brillantes campeones individuales, donde a los genios del tenis, el golf y otros deportes no muy mayoritarios se suman especialidades de gran calado mediático como el automovilismo.

Pero nada es como el fútbol. 44 años después del gol de Marcelino, la selección ha llegado a lo más alto a nivel europeo. Era aquel un país en blanco y negro donde la relevancia deportiva (y extradeportiva) internacional era escasa y cuya victoria sobre la Unión Soviética tendría en aquellas épocas (1964) una lectura política.…  Seguir leyendo »

Por Pilar Rahola, periodista (EL PERIÓDICO, 03/10/06):

El número de debates estériles que nos mantienen entretenidos, en este país un poco de mentira, es proporcional al grado de mediocridad que nos define. Y, quizá también, a nuestra rotunda pérdida de poder e influencia. Catalunya siempre ha tenido una tendencia suicida a perderse por los derroteros de la estética, y si ello es verdad, lo es especialmente en estos últimos tiempos. Los debates que nos sacuden el polvo político, o que estrujan el sudor intelectual, o que pueblan pomposamente las tertulias matinales, solo rasgan el decorado de lo políticamente relevante, entendiendo por relevante aquello que puede cambiar la vida de la gente.…  Seguir leyendo »

Por Antonio Franco, director de EL PERIÓDICO (EL PERIODICO, 01/12/04):

Catalunya debe de ser el país del mundo en el que hay más gente no independentista que sonríe y guiña un ojo a los que sí lo son cuando éstos se expresan o hacen propaganda directa o indirecta de sus ideas. El resultado es una situación de extrema ambigüedad general. Esto crea un ambiente peculiar que suele traducirse en la existencia frecuente de situaciones concretas poco racionales, o muy conflictivas, o enormemente frustrantes, para unos y otros, como ha sucedido ahora en torno al pulso sobre la selección catalana de hockey sobre patines.…  Seguir leyendo »