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De repente, el péndulo osciló bruscamente hacia la izquierda y apareció el populismo sonriente –la sonrisa como máscara y el talante y el diálogo como excusa– de José Luis Rodríguez Zapatero: ese discurso demagógico que remueve los sentimientos, emociones, temores, odios y deseos del «pueblo» con el objeto de alcanzar y conservar el poder.

José Luis Rodríguez Zapatero toma la palabra: se trata de «ser auténticos», de «practicar un nuevo modo de hacer política» que «escuche a los ciudadanos». De esa «autenticidad», surge el yudo moral contra el adversario, la derecha como embajadora del mal, el antiliberalismo como oficio, el gasto público que compra votos, las concesiones al nacionalismo.…  Seguir leyendo »

Progresistas, extremistas y facciosos

“Razón han tenido los que han atribuido al clima influencia directa en las acciones de los hombres”. Esta frase de Mariano José de Larra introduce su reflexión, hasta hoy día inmejorable, sobre la capacidad española para hacer germinar en nuestro suelo facciosos de toda especie, individuos que se distinguen esencialmente de los demás en que están dotados de sinrazón. Releía yo a Fígaro, como acostumbro para entender las pulsiones profundas del homo hispanicus, al tiempo que los periódicos del día anunciaban la inminente victoria de la extrema derecha en las elecciones italianas, su arribada al poder en Suecia, y la oleada ultraconservadora y hasta neofascista que parece haberse desatado en la Unión Europea.…  Seguir leyendo »

Mediaba la segunda legislatura de Aznar cuando Zapatero, aupado al liderazgo socialista contra pronóstico en 2000, mostró su verdadero rostro. El hoy lobista del régimen de Maduro reveló por fin a Caperucita que su boca era tan grande para comerse mejor la fértil democracia española. La primera y descarnada etapa del lobo va del «Nunca máis» al «Pásalo» del 13-M, hitos, como la gala de los Goya del «No a la guerra», que jalonan la visita del PSOE a un añorado escondite moral: la gradual deslegitimación de media España. Que Aznar se impusiera un límite de dos legislaturas fue algo virtuoso sobre el papel, sin contexto, pero debilitó fatalmente a una derecha aún unida bajo las mismas siglas.…  Seguir leyendo »

1. ¿Qué tienen en común… Woody Allen, Lolita, Camille Paglia, Los Rolling Stones, J.K. Rowling, El humor incorrecto, Sam Harris, Las miradas lascivas, OnlyFans, Louis C.K., Los Conguitos, Roman Polanski, Loquillo, Luis Alberto de Cuenca, Los piropos, La libertad de cátedra, Michel Houllebecq, Lo que el viento se llevó, La presunción de inocencia, Steven Pinker, La conquista de América, El porno, Graceland, Jane Austen, La revista Quillette, El club de la lucha, Donald Trump, Occidente, Bret Easton Ellis, Winston Churchill, o Quentin Tarantino?

2. Nada, salvo el hecho de haber sido escogidos por el progresismo, más conocido como "la izquierda", en uno u otro momento 100% aleatorio y en base a razones tan caprichosas como insensatas, como símbolo de todo aquello que está mal del viejo mundo y que debe ser incinerado en la pira de la opinión pública como ritual de purificación en su camino hacia la nueva moral.…  Seguir leyendo »

La izquierda está poniendo en marcha dos conceptos, “reconstrucción” y “nueva normalidad”, después de haber intentado transmitir que esta pandemia es una guerra. No hace falta citar a Kant para comprender esta estrategia de comunicación: ofrecer a los ciudadanos un marco explicativo para que interpreten los acontecimientos de una manera favorable al Gobierno.

Es evidente que tratar el Covid-19 como un conflicto bélico exonera de responsabilidad a este Ejecutivo negligente, y, no solo eso, permite un relato sobre la situación que pretende justificar políticas posteriores. En concreto: la resurrección de la socialdemocracia trufada de ecologismo como única tabla de salvación.

La pandemia está poniendo las bases de una crisis social y económica sin precedentes en democracia.…  Seguir leyendo »

1. En la España constitucional han existido tres partidos que han defendido los principios de la izquierda democrática, a veces conocida como socialdemocracia y a veces, con mayor osadía dado el certificado de antecedentes penales de la cosa, como socialismo.

2. Esos tres partidos son el PSOE de Felipe González, UPyD y Ciudadanos.

3. El resto de lo que en España se ha llamado tradicionalmente "izquierda" no es más que izquierda no democrática, es decir comunismo.

4. También ese extraño híbrido de populismo, doctrina social falangista, modas altoburguesas de la identidad, filias castrenses bolivarianas y formas monárquicas que es Podemos.

5.…  Seguir leyendo »

Durante la fallida sesión de investidura, Pedro Sánchez utilizó varias veces la palabra «conservadores» para dirigirse a la bancada del Partido Popular, y es seguro que seguirá usándola en el futuro, y con mucha fruición, pues cree él que tal concepto expresa poco menos que un insulto. «Ustedes, los conservadores», nos dijo varias veces a los diputados del PP, con expresión de deleite, en su convencimiento de que se trata de un apelativo incómodo e incluso dañino para nosotros. Su tono de satisfacción y superioridad evidenciaba completo desconocimiento del significado del conservadurismo como ideología política y como uno de los motores fundamentales en la construcción de las democracias actuales, pero su ignorancia puede ser perfectamente compatible con la propaganda, que era de lo que se trataba.…  Seguir leyendo »

Doña Carmen Calvo, la de «el dinero público no es de nadie», se ha superado a sí misma, más difícil que batir un récord mundial. Su «el feminismo no es de todas, no bonita, nos lo hemos currado en la genealogía del pensamiento socialista» ha sido comentado de sobra, no precisamente para alabarla, incluso en sus propias filas. Primero, por la desastrosa sintaxis, ¿cómo unir «genealogía», con «pensamiento socialista»? Luego por el «no bonita», guinda graciosa que quiso introducir, cayendo en lo pedestre, como suele ocurrir a quienes no tienen gracia. Pero me permite tratar un tema que vengo posponiendo desde hace tiempo, al impedirme abordarlo la rabiosa actualidad.…  Seguir leyendo »

María Elvira Roca tiene escrito lo siguiente: «Los sindicatos andan perdidos en la nebulosa de los tiempos y convertidos en gestores verticales de dineros públicos más o menos corruptos o inútiles […] La disolución sindical tiene mucho que ver con el desfondamiento de las izquierdas».

Pero esa decadencia sindical no se debe a las malas o buenas prácticas, sino a la organización del trabajo o, dicho en otras palabras, a la desaparición de las grandes concentraciones de trabajadores sobre el mismo terreno en las empresas industriales clásicas. Como no podía ser de otra manera, la dispersión de los trabajadores redujo la posibilidad de realizar grandes asambleas en aquellas enormes naves de antaño, y con ello la dificultad de producir apoyos masivos de carácter sindical.…  Seguir leyendo »

Las actuales discusiones y luchas en los partidos de la izquierda, en el PSOE y en Podemos, no son una muestra de democracia interna, como dicen, sino que lo nuevo no acaba de nacer, y lo viejo no termina de morir. Es un momento de nueva identidad en los socialismos. Tras el desplome del mundo soviético, el paradigma socialdemócrata dio una vuelta de tuerca asumiendo la New Left aunque manteniendo el objetivo tradicional de forjar la Sociedad Nueva. A eslóganes como justicia social, sociedad sin clases, o distribución de la riqueza, se añadieron elementos procedentes de la Nueva Izquierda, como el multiculturalismo, el tercermundismo, o el ecologismo y el feminismo obligatorios, amén de los derechos de tercera generación, tales como la autodeterminación o la paz.…  Seguir leyendo »

En la nueva publicación del Centre d'Estudis per la Democracia Jordi Solé Tura se reproduce un artículo de 1993 del añorado profesor en el que se preguntaba qué es ser socialista. Es un texto que plantea con fuerza el nexo entre convicciones personales y una coyuntura política que parece cuestionarlas. Nos habla de una Europa que vive momentos de confusión, de desconcierto entre las fuerzas tradicionales de derecha e izquierda, de situaciones de tensión en España.

Todo es ahora mucho más intenso y preocupante. Hace unos días, el dirigente socialista Patxi López escribía un artículo en el que trataba de resituar al PSOE tras la grave crisis de dirección que ha sacudido a toda su estructura.…  Seguir leyendo »

La crisis de la socialdemocracia es el lugar común al que se recurre cada vez que un partido socialista del sur de Europa u otro homólogo del centro o del norte sufre algún revés, sobre todo electoral. Cuando un partido socialdemócrata recibe menos votos que en los anteriores comicios el recuento final va seguido de afirmaciones que presentan lo ocurrido como reflejo de la citada crisis, como si esta fuese unívoca y todos supiéramos de qué va. Dándole la vuelta al argumento, se diría que la gente vota menos a la socialdemocracia porque se da cuenta de que está en crisis.…  Seguir leyendo »

Un fantasma se desvanece en Europa: el fantasma del socialismo. El ejemplo lo tenemos muy cerca. Tras alcanzar el peor resultado de su historia desde la Transición, el PSOE se ha enzarzado en una guerra fratricida cuyo final es incierto pero cuyas consecuencias son certísimas: si se celebran pronto nuevas elecciones, su apoyo electoral continuaría a la baja. Lo que no sabemos es si a largo plazo la nave del partido encontrará un piloto capaz de enderezar la situación dando un golpe de timón y recuperando un rumbo racional que encamine la nave socialista hacia los caladeros de votos, que son el único apoyo sólido de un partido democrático.…  Seguir leyendo »

Ha dejado el PSOE de ser progresista

Si la pregunta fuera sobre la izquierda —el Estado como agente económico dominante y, últimamente, una vocación nacionalista antieuropea— la respuesta sería fácil. Sin embargo, el interrogante sobre el progresismo de partidos de centroizquierda, como el PSOE, que durante décadas han corregido el capitalismo vía socialdemocracia, es pertinente, ya que para sobrevivir están luchando —quizás rindiéndose ya— contra la tentación de coincidir con la izquierda, compitiendo en la búsqueda del voto de protesta, emocional, y desinformado sobre las posibilidades de la globalización —un voto no progresista, anclado en el pasado no el futuro—. Como ha dicho Iglesias, la izquierda tiene el corazón antiguo.…  Seguir leyendo »

No es tarde para el PSOE

La crisis ha traído a la socialdemocracia a un cruce de caminos en el que se juega su futuro. Las viejas respuestas aparecen agotadas, y la gran pregunta se abre ante sus líderes: ¿es hora de volver a conectar con sus raíces de izquierda, o mejor consolidar el viaje hacia el centro? Mientras deciden, la base se deshace. En la última década, los partidos socialdemócratas europeos han perdido uno de cada cuatro votos. En el mismo periodo, el PSOE se ha dejado la mitad, pasando de un 44% en 2008 al actual 22%. Parece evidente que el centro-izquierda se ha perdido, y necesita encontrar un nuevo camino.…  Seguir leyendo »

De las tres divisas de la izquierda –igualdad, libertad, fraternidad–, sólo le queda la primera, la más cuestionable. La fraternidad pereció apenas nacer, al convertirse la guillotina en el juguete favorito de la revolución. La libertad duró hasta que Lenin implantó la «revolución proletaria» en Rusia en vez de esperar a que se produjera la revolución burguesa, como Marx había predicho, lo que condujo a una «dictadura del proletariado» que era en realidad la dictadura del partido. «¿Libertad? ¿Para qué?», preguntaría luego Lenin a un ingenuo Fernando de los Ríos. Queda así la igualdad como clavo ardiente al que agarrarse una izquierda que ha perdido dos terceras partes de su contenido.…  Seguir leyendo »

Muchos de los creyentes socialdemócratas recurren al insulto, al desprecio o a la indignación frente a los que también quieren alzar la bandera del cambio y la justicia social. Aun a riesgo de parecer herejes, no nos parece la mejor manera de encarar lo que es hoy un hecho: cada día más gente de nuestros entornos nos dice que va a votar a Podemos. Y no es porque se hayan vuelto unos radicales, ni porque no piensen —como pensaban ya antes— que el mundo es complejo y las soluciones también. Tampoco porque hayan desempolvado carteles de líderes dudosamente democráticos similares a los que, por cierto, la generación de la Transición sí tenía en su salón.…  Seguir leyendo »

Convencidos de que los males del siglo XX provenían del triunfo de los extremismos, los socialdemócratas se comportaron a partir de la posguerra europea como reformistas consecuentes. Si no, su destino hubiera sido la irrelevancia. Un riesgo similar corren hoy.

Mantuvieron la voluntad de cambiar el statu quo en el sentido de su tradición moral; pero sin veleidades antisistema. El Estado de derecho se convirtió en marco institucional irrebasable para sus aspiraciones de justicia social. La democracia representativa no era ya estación de tránsito hacia otra parte; ni la ley, un recurso legítimo solo cuando apuntara a los fines propios. Al conciliar voluntad redistributiva y lealtad institucional, el reformismo socialdemócrata hizo de los principios y procedimientos de la democracia constitucional un ingrediente de su concepción de la justicia; también, un criterio de legitimidad para cualquier pretensión de autoridad política.…  Seguir leyendo »

Unos días después de las elecciones autonómicas, me encontré con un socialista histórico en Bruselas y le pregunté: "¿Qué pensáis hacer con Zapatero?". La respuesta fue la misma que la del famoso discurso de Bruto tras asesinar a Julio César en la tragedia de Shakespeare. "A mí qué me importa la suerte del César, cuando lo que está en juego es la suerte del Imperio".

Los barones socialistas han decidido que Zapatero siga siendo el secretario general, aunque su poder, como el del último emperador de China, no traspase los muros de la Ciudad Prohibida. Será Rubalcaba quien decida, en función de su estrategia electoral, qué reformas económicas se acometen y cuáles se postergan.…  Seguir leyendo »

Nada ilustra mejor el fracaso de la izquierda como la crisis que padecemos. Siendo, desde su origen hasta sus últimas consecuencias, producto del capitalismo más feroz y desvergonzado, quien está sufriendo sus mayores consecuencias es el socialismo, hasta el punto de haber desaparecido de los gobiernos europeos, con residuos marginales, como el griego o el español, con el agua al cuello ambos. ¿Cómo es posible que la izquierda no saque provecho de los tremendos errores de la derecha? Es lo primero que se le ocurre a uno. La respuesta es bien fácil: porque la izquierda lleva mucho tiempo perdiendo no sólo terreno, sino también identidad, al haber perdido la batalla de las ideas, que precede siempre a la del poder.…  Seguir leyendo »