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Mardi 8 octobre 2013, l’Académie Nobel décerne son Prix de physique à François Englert et Peter Higgs. Ils ont postulé l’existence de la particule dite «boson de Brout-Englert-Higgs» quarante-neuf ans avant que le CERN n’annonce tenir la preuve de son existence (c’était le 4 juillet 2012). Robert Brout, le troisième «père» du boson, ayant eu le mauvais goût de décéder entre-temps (en 2011 précisément), ne sera pas récompensé, dommage pour lui. Gandhi avait déjà expérimenté un incident similaire…

Cela dit, bravo aux deux lauréats, bravo aux scientifiques et techniciens du CERN, bravo aussi à tous les soutiens administratifs qui ont rendu possible cette expérience de collaboration internationale: du point de vue du chercheur en sciences humaines, cela constitue une performance aussi admirable (et plus compréhensible…) que la détection des particules élémentaires.…  Seguir leyendo »

Este fue el apodo («God particle») —que luego ha derivado a ser «la partícula de Dios»— que el premio Nobel León Lederman dio al bosón de Higgs y que utilizó como título de un libro sobre la formación del universo para hacerlo más popular y atractivo. De hecho él quería llamar a esa partícula «la maldita partícula» («the goddman particle»), justamente por la dificultad de encontrarla, pero el editor del libro no se lo permitió.

El descubrimiento del bosón de Higgs —que debería llamarse de Anderson-Higgs por cuanto el también Nobel Anderson fue el que planteó originalmente la idea básica en 1963— ha generado en todo el mundo un interés espectacular, especialmente, como es lógico, en el mundo científico, pero sus implicaciones desbordan claramente el campo de la ciencia y penetran en el mundo económico, en el político y también en el religioso.…  Seguir leyendo »

Han pasado sólo unos días desde el anuncio del descubrimiento del bosón de Higgs, la mal llamada partícula de Dios. Las reacciones de los medios han sido de lo más variopintas. Antonio Lucas cree que por haberse descubierto el bosón de Higgs, la religión ha sufrido un duro golpe: «dos milenios de guerras religiosas para nada». Ruiz de Elvira afirma sin lugar a dudas que la Iglesia se llena de gozo por el descubrimiento del bosón de Higgs; supongo que habrá oído varias homilías al respecto. Yo, que soy sacerdote y doctor en astrofísica, especializado en la ionización de discos protoplanetarios por rayos X, me he alegrado por este descubrimiento, pero no creo que haya sido por las razones que da Ruiz de Elvira.…  Seguir leyendo »

En puro probabilismo estadístico tanto monta monta tanto "probablemente Dios no existe" como "probablemente Dios existe". O sea que los autobuses de Londres o Barcelona -si bien puestos a rodar fundamentalmente por ateos beligerantes- ni niegan ni afirman de modo absoluto ninguna existencia divina. Ambos lemas puede hacerlos suyos el agnóstico, precisamente por declararse más o menos equidistante de ambas probabilidades y además incompetente en tan espinoso asunto. Se limita a prescindir de la fe y del misterio. Prescinde incluso de la ciencia como instrumento detector de Dios: así, sería improcedente llevar al laboratorio en el bolsillo la proposición "Dios existe" y aguardar la reacción química positiva o negativa.…  Seguir leyendo »

Science, we are repeatedly told, is the most reliable form of knowledge about the world because it is based on testable hypotheses. Religion, by contrast, is based on faith. The term “doubting Thomas” well illustrates the difference. In science, a healthy skepticism is a professional necessity, whereas in religion, having belief without evidence is regarded as a virtue.

The problem with this neat separation into “non-overlapping magisteria,” as Stephen Jay Gould described science and religion, is that science has its own faith-based belief system. All science proceeds on the assumption that nature is ordered in a rational and intelligible way. You couldn’t be a scientist if you thought the universe was a meaningless jumble of odds and ends haphazardly juxtaposed.…  Seguir leyendo »