Buscador avanzado

Si la nueva ley de educación llega a aplicarse, habrá que lamentar la relegación de la filosofía a una asignatura cada vez más opcional y la desaparición de la educación para la ciudadanía. El valor menguante de la filosofía en los planes de estudio es un aspecto de la depreciación general de las humanidades. Se mantienen sólo como residuo de unos tiempos en que se daba menos valor a los conocimientos instrumentales y más importancia a esos otros saberes que no tienen una utilidad inmediata, pero que ensanchan la mente y ejercitan el disfrute de los clásicos. Eso es la filosofía: el discurso de quienes han reflexionado a fondo sobre la verdad, el bien, la justicia, el conocimiento, sobre quiénes somos y adónde deberíamos ir.…  Seguir leyendo »

Cuenta Vargas Llosa en su última novela El héroe discreto que cuando Felícito Yanaqué preguntó al doctor Castro Pozo qué opinaba de él, este le contestó: que es usted un hombre ético, don Felícito. Ético hasta las uñas de los pies. Uno de los pocos que he conocido, la verdad.

Y sigue contando el autor que, intrigado ante la respuesta, don Felícito se preguntó qué querría decir eso de “un hombre ético”, y se prometió a sí mismo comprarse un diccionario un día de estos.

Haría bien el señor Yanaqué buscando la palabra en el diccionario, porque, aunque bien poca cosa podría aportarle, peor sería recurrir a la LOMCE, que ha eliminado aquella asignatura llamada “Ética”, con la que todos los grupos sociales estaban de acuerdo.…  Seguir leyendo »

«Para oponer a lo absurdo y su violencia una libertad interior, hay que haber recibido una educación» (Emmanuel Levinas).

Hace un par de años, en la civilizada sociedad chilena, el último gran terremoto dio paso inmediatamente a una ola de saqueos; hace 15 días, las tormentas que asolaban México desencadenaron un fenómeno de la misma clase; hace poco tiempo, con ocasión de otra catástrofe en la India, en Italia, en Rusia, en Nigeria… Miremos a donde miremos, y aunque siempre se puedan recordar también excepciones notabilísimas, este mundo, en el que los niveles de alfabetización, escolarización y capacitación profesional son mucho más altos que en cualquier otra época histórica, sigue mostrándonos que, en cuanto se levanta el imperio público de las leyes, la humanidad prescinde, en general, de los comportamientos morales, salta por encima de los valores convencionales y prueba clamorosamente que el esfuerzo por la auténtica cultura está, después de tantos siglos, apenas en mantillas.…  Seguir leyendo »