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Nadando entre tiburones

¿Qué puede ser más tóxico: un banco o una cajetilla de cigarrillos? ¿Son más letales los recortes o el tabaco? Son preguntas nada académicas, que jamás se harán nuestros intelectuales de oficio, pero que convendría empezaran a hacérselas; porque la diferencia entre el ser y el no ser, la esencia y la presencia, me temo que no figuran entre las preocupaciones de las entidades financieras que muy pronto pagarán sus salarios, sus charlas y el futuro de sus hijos, a costa de nuestra benevolencia.

No hay mejor periodista económico que el que está en nómina, libre de impuestos, ya me entienden, por eso la aparición del iluminador libro del holandés Joris Luyendijk empieza prácticamente con unas referencias oportunas sobre la relación entre el mundo financiero y los medios de comunicación.…  Seguir leyendo »

Existe un estilo anglosajón de hacer negocios en el mundo financiero que es frecuentemente enaltecido por Financial Times, The Economist y The Wall Street Journal, principales “biblias” del capitalismo. Un repaso de lo ocurrido en lo que va de siglo puede dar una idea de su contenido.

Empecemos por la banca. El 28 de abril de 2002, el regulador del mercado bursátil estadounidense (SEC) y el fiscal Eliot Spitzer obligaron a 10 bancos de inversión de ese país, desde entonces conocidos como “la banda de los 10”, a pagar casi 1.400 millones de dólares (de ellos, 400 por Citigroup) para lavar su pésima conducta: análisis tergiversados del valor real de empresas cotizadas, percepción de comisiones bajo cuerda y realización deliberada de recomendaciones fraudulentas.…  Seguir leyendo »

Last month, a federal district judge approved a deal to allow Barclays, the British bank, to pay a $298 million fine for conducting transactions with Cuba, Iran, Libya, Myanmar and Sudan in violation of United States trade sanctions. Barclays was discovered to have systematically disguised the movement of hundreds of millions of dollars through wire transfers that were stripped of the critical information required by law that would have enabled the world to know that for more than 10 years the bank was moving huge sums of money for enemy governments. Yet all federal prosecutors wanted to settle the problem was a small piece of the action.…  Seguir leyendo »

Décembre 1997, New York. La banque JP Morgan présente dans le salon d’un grand hôtel un produit révolutionnaire : le Collateralized Debt Obligations (CDO) synthétique. Il s’agit alors pour la banque américaine de transférer à des investisseurs externes, via des produits dérivés, le risque de défaut d’une partie de son portefeuille d’obligations. Le produit est offert par tranches : de la tranche la plus junior qui absorbe les premières pertes à la plus senior qui couvre le risque d’un défaut généralisé.

Le vendeur de JP Morgan est extatique : «Ce que nous vous offrons, c’est la possibilité unique de posséder indirectement une partie du portefeuille fabuleux de JP Morgan.»…  Seguir leyendo »