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No hay nada mejor que una tragedia para generar acuerdos. Nada como una catástrofe o una penalidad, del tipo que sea, para anular las diferencias. Si quieres un rebaño, mata un cordero. Quizá ninguna otra religión entendió mejor que la nuestra hasta qué punto el sentimiento de hermandad se consolida a través del sacrificio. El dolor iguala aún mucho más que el amor, pues mientras este último se reivindica entre desiguales, el dolor borra y anula las diferencias. Ante la muerte, el aliento se contiene y el mundo se para. Esto es así porque el duelo, los ritos del duelo, están diseñados para despedir a los muertos aglutinando a los vivos.…  Seguir leyendo »

La vida tras perder a mi hija es terrible. Pero también bella

En la tradición judía, la persona que ha perdido a una madre o un padre ha de recitar el Kaddish, la oración del doliente, a diario durante 11 meses, y la comunidad te reconoce como un avel, como un doliente, a lo largo de todo ese año. Se te aconseja que evites la jocosidad y los conciertos, los banquetes de boda y las fiestas del bar mitzvah. Habrás de abstenerte de la música en directo (salvo que tu sustento dependa de ella). No has de ir en busca de alegrías o frivolidades innecesarias. Habitas un lugar de contemplación intensificada, tanto por tradición como por ley religiosa.…  Seguir leyendo »

Mi hija estaba muy viva. ¿Cómo es posible que ya no esté?

A finales de 2008, en la recta final de mi embarazo de Orli, entrevisté al actor Harvey Fierstein, quien entonces protagonizaba Hairspray. Al escabullirme en la multitud que se agolpaba entre los bastidores del Neil Simon Theater, y llegar más allá de los miembros del reparto, los técnicos del escenario y las personas que habían ido a felicitarlo, Fierstein se fijó en mi barriga. “¡Abran paso!”, rugió con aspereza. “¡Esta mujer lleva las esperanzas y los sueños de toda su familia!”. Todos rieron.

He pensado a menudo en ese momento durante las desconcertantes y terribles semanas transcurridas desde la muerte de Orli, a los 14 años.…  Seguir leyendo »

¿Qué significa estar preparado para morir?

Hace nueve años, casi al final de mi residencia, me senté frente a un paciente, preguntándome si este había aceptado que se estaba muriendo. Tenía unos 60 años, era un artista de brazos fuertes y ojos serenos, alguien a quien había llegado a conocer bien en los últimos tres años. El cáncer se había propagado a su hígado y médula ósea, quitándole el hambre y la energía.

Cada vez que lo veía, se le hundían más las mejillas. Quería decirle que se estaba muriendo, que quería entender cómo contemplaba vivir el tiempo que le quedaba. Pero él hablaba sobre todo de sus planes: unas vacaciones para acampar dentro de seis meses, seguidas de la boda de un amigo.…  Seguir leyendo »

Dados los tiempos que corren uno podría pensar que fallecen prioritariamente de hartazgo, desesperanza, frustración, tedio u otras afecciones semejantes, pero aunque esas dolencias nos dejen maltrechos no logran acabar con nosotros. Lo he dicho otras veces: si no existiese la inmigración cada vez seríamos menos porque la natalidad sigue descendiendo y la mortalidad aumentando. Y esta última lo hace a pesar de que nuestra esperanza de vida al nacer no cesa de crecer. La razón está en el envejecimiento, es decir, en la acumulación progresiva de personas en las edades altas de nuestra pirámide que al ser cada vez más se mueren en mayores proporciones: en 2021 más del 60 por ciento de los fallecidos ya habían cumplido los 80 años.…  Seguir leyendo »

More and More, I Talk to the Dead

After my mother died so suddenly — laughing at a rerun of “JAG” at 10 p.m., dying of a hemorrhagic stroke by dawn — I dreamed about her night after night. In every dream she was willfully, outrageously alive, unaware of the grief her death had caused. In every dream relief poured through me like a flash flood. Oh, thank God!

Then I would wake into keening grief all over again.

Years earlier, when my father learned he had advanced esophageal cancer, his doctor told him he had perhaps six months to live. He lived far longer than that, though I never thought of it as “living” once I learned how little time he really had.…  Seguir leyendo »

Intenté decirle a mi madre que se iba a morir en tres ocasiones. Las dos primeras no salieron del todo bien. Ella me preguntaba y yo le explicaba que tenía difícil solución, que la quimioterapia no estaba funcionando, que las metástasis eran muy agresivas... pero al mismo tiempo encogía los hombros, dejaba la incertidumbre, la posibilidad de una salida. Aunque sentía la determinación de decirle la verdad, llegado el momento me cogía el vértigo, como si la estuviera arrojando a un vacío cósmico.

La tercera vez fue la definitiva. Mamá llevaba días recibiendo cuidados paliativos en casa, a nuestro cargo, en una situación muy dura para todos.…  Seguir leyendo »

El calendario roto, los abuelos fantasma

Esta vez no habrá aviones. Ni pasaportes, ni colas kilométricas para superar los controles de seguridad, ni una maleta enorme cuyas ruedas se trastabillan en cualquier resquicio con la que pelearme, si es que no se había perdido durante el trayecto. En la historia no contada de los que nos marchamos a buscarnos las castañas a otro país, las Navidades siempre actuaron como un paréntesis de azúcar familiar —a menudo algodonada, pues casi no cabían las disputas en nuestra condición de visitantes— a partir del cual intentar en vano recuperar las raíces. Ahora, que he retornado por fin para quedarme, después de más de una década en Estados Unidos, puedo afirmar con la cabeza alta que esa provisionalidad de la invitada se acabó, con su trasiego de burocracia y encabalgamiento de medios de transporte —taxi, avión, autobús…—, pero que, cuando una pensaba haberse desprendido de los paréntesis puntuales, se encuentra con un fenómeno más desasosegante aún, la elipsis que nace entre la fecha de la emigración (2009 en mi caso) y la de llegada final, y aquí, en dicho suspiro de tiempo, es donde se juega la incapacidad de hilar la vida de antes y la vida de ahora, de aunar las dos como se cosen ambas orillas de una herida: imposible.…  Seguir leyendo »

El Cartel de Santa es una banda de rap de Nuevo León que pasa de los 10 millones de suscriptores en YouTube, y uno de sus hits más sonados está dedicado a la Santa Muerte: “Por protegerme y proteger a toda mi gente / Por ser justa entre las justas / Por dejarme seguir vivo / Por darme la fuerza para castigar al enemigo/Por la bendición a mi fierro pulso certero / Y por poner a mi lado una jauría de fieles perros…”

Suena a oración de narcos, pero los devotos de la Santa Muerte son muy diversos, la mayor parte pobres y desamparados.…  Seguir leyendo »

Catrinas del Día de Muertos en Albuquerque, Nuevo México, el 26 de noviembre de 2019. (Adria Malcolm para The Washington Post)

Tiempo de residencia es un término que se utiliza en diversos campos para determinar la persistencia de una substancia en un estado de absorción, suspensión o disolución. El tiempo de residencia de las moléculas de agua, por ejemplo, varía bastante dependiendo del medio: una semana en el cuerpo humano, dos semanas en un río, 4,000 años en océanos y mares, y hasta 10,000 años en glaciares y permafrost. Anne Gardulski, profesora en el Departamento de Ciencias de la Tierra y el Océano de la Universidad de Tufts asegura que la sangre humana, compuesta de sales y de sodio, tiene un tiempo de residencia de 260 millones de años.…  Seguir leyendo »

A mass burial in Bucha, Ukraine, this month. Lynsey Addario for The New York Times

Recently, one of the companies in our battalion returned from a mission in eastern Ukraine. When we saw our comrades a month earlier, they were smiling and cheerful. Now they don’t even talk to each other, never take off their bulletproof vests and don’t smile at all. Their eyes are empty and dark like dry wells. These fighters lost a third of their personnel, and one of them said that he would rather be dead because now he is afraid to live.

I used to think I had seen enough deaths in my life. I served on the front line in the Donbas for almost a year in 2015-16, and I witnessed numerous tragedies.…  Seguir leyendo »

Las redes sociales tienen varios beneficios para sus usuarios. Por una parte, les proporcionan la ocasión de definir su identidad: política, sexual, cultural, emocional… y hacerla visible. Mediante esa visibilización consiguen una inscripción digital: se dan a ver y existen en esa realidad virtual de la misma manera que todos nos inscribimos en el patrón de nuestro pueblo o ciudad para que quede constancia de nuestra identidad y de nuestra existencia.

Por otra parte, y ligado a lo anterior, las redes les dan la oportunidad de pertenecer a una comunidad de internautas con la que comparten esa identidad. Pero además, la conexión a internet requiere del cuerpo físico –más allá de las imágenes o la palabra– y eso produce por sí mismo una satisfacción.…  Seguir leyendo »

Hace no mucho, cuando alguien moría, las señales de su paso por este mundo solo permanecían en la memoria de sus seres queridos. También en álbumes de fotos o cartas, a veces en diarios si al difunto le gustaba escribir, y sobre todo en esa presencia extraña de los objetos cuando sobreviven a sus dueños, unos objetos que revelan, con su flagrante falta de uso, el absurdo de un mundo que continúa sin nuestros seres amados. Y es que la vida, de súbito, es menos vida, pues una parte sustantiva desaparece con las personas que antes formaban parte esencial de ella: madre, padre, pareja, hijo, amigo.…  Seguir leyendo »

En los últimos años, la muerte penetra en nuestra vida con una frecuencia y un volumen insoportables. La muerte es el destino ineludible de cada nacido, y el momento de morir, quizá, el más importante de nuestra existencia.

Hace unas semanas, el escritor Luis Mateo Díez visitó mi clase. Una de mis alumnas le preguntó por la muerte. Él contestó que en sí no era un problema, que podía ser algo feliz, ¿acaso no lo demostró Tolstói en su genial novela La muerte de Ivan Illich? Lo complejo es cómo morir. Las muertes repentinas y violentas, fuera de tiempo, nos trastornan ferozmente, nos enfrentan a un azar terrible y engañoso.…  Seguir leyendo »

Joan Didion y su marido, el escritor John Dunne, en una foto de 1977.

En Islandia, a la carretera principal que recorre el país la llaman Ring Road porque tiene forma de anillo. Esta curiosa forma responde al hielo y a la propia geografía, que hacen inaccesibles determinados puntos, pero también a la supuesta existencia de los elfos, criaturas de las leyendas y el folclore islandés a los que se conoce también como la gente oculta o escondida. Pasar por sus dominios sería molestarlos y nadie quiere molestar a los elfos. Así pues, podríamos decir que la principal carrera islandesa está construida teniendo en cuenta algo que no se ve, criaturas que habitan dominios remotos y quizás inexistentes, pero que configuran la realidad.…  Seguir leyendo »

Estos días recordaba —aunque recordar es un verbo muy tramposo— el entusiasmo del mundo en diciembre de 1967, cuando un cirujano sudafricano, Christiaan Barnard, logró el primer trasplante de corazón de un hombre. Gozábamos: los medios de tantos sitios mandaron periodistas, chicos y grandes seguíamos la historia por la televisión, la comentábamos, nos embobábamos, nos regocijábamos. Barnard se hizo famoso y su paciente, Louis Washkansky, también, pese a su nombre. El hombre estaba a punto de llegar a la Luna y parecía que le quedaban pocos límites: ponerle a uno el corazón de otro era un logro asombroso, la demostración de que, gracias al progreso, todo o casi todo era posible.…  Seguir leyendo »

El director de cine Jean-Marc Vallée.

¿Qué harías tú si te dijera un médico que te queda un mes para “poner tus cosas en orden”? 30 días: eso es todo. Después, la nada; o el cielo. Lo que haya.

Lo de montar en globo es un clásico demasiado usado y, además, en realidad no es para tanto. Mucho mejor la caída libre.

Visitar algún país que siempre quisimos conocer, pero que por alguna causa resultó imposible, parece una gran alternativa. Pero tal y como están las cosas ahí fuera gracias a la variante ómicron, y a la inoperancia de los Gobiernos, no parece lo más oportuno. Igual te pasas la mitad de tu último mes en cuarentena.…  Seguir leyendo »

Dicen que en un tiempo no muy lejano, existirán en Facebook más perfiles de muertos que de vivos. Que la red se convertirá en una especie de Walking Dead, o más bien de Surfing Dead, donde navegaremos entre zombis, como en una jornada en el río Ganges.

El face me recuerda hoy tu cumple, cómo olvidarlo. Las cuentas conmemorativas serán legión, el cielo prometido se tornará azul Facebook, construyéndose una nueva forma de inmortalidad.

Siempre estarás en nuestros corazones porque nunca te has ido. Hace ya un tiempo que las redes sociales vienen robándole protagonismo a Dios, se han convertido en las principales competidoras de la Iglesia.…  Seguir leyendo »

Anciano apenado (En la puerta de la eternidad), (Vincent Van Gogh, 1890). Wikimedia Commons / Kröller-Müller Museum

Si hay un proceso que rige al ser humano desde su nacimiento es sin duda la muerte. Junto con la llegada a este mundo, nuestra partida es el único hecho inevitable al que todos y cada uno de nosotros estamos predestinados. A pesar de esto, la negación de la muerte como proceso vital y certero es recurrente. Y eso la ha convertido en el tema por excelencia a eludir. El gran tabú.

Pese a todo, algunos autores subrayan que la muerte, tanto la de terceras personas como la propia, puede llegar a ser una de las experiencias más significativas y con más sentido en la vida del ser humano.…  Seguir leyendo »

Sister Aletheia inside the Daughters of St. Paul’s burial chapel in Boston. Many women in the order are active on social media, using variations on the hashtag #MediaNuns

Before she entered the Daughters of St. Paul convent in 2010, Sister Theresa Aletheia Noble read a biography of the order’s founder, an Italian priest who was born in the 1880s. He kept a ceramic skull on his desk, as a reminder of the inevitability of death. Sister Aletheia, a punk fan as a teenager, thought the morbid curio was “super punk rock,” she recalled recently. She thought vaguely about acquiring a skull for herself someday.

These days, Sister Aletheia has no shortage of skulls. People send her skull mugs and skull rosaries in the mail, and share photos of their skull tattoos.…  Seguir leyendo »