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La dieta del coronavirus

Las últimas horas de la vida anterior al confinamiento por la pandemia las pasé en el supermercado, agolpada en una muchedumbre que buscaba cloro. Como yo, había muchas personas concentradas en puntos clave: las góndolas de limpieza y alacena. Los carritos de compras rebosaban de desinfectantes, antibacteriales, jabones de todo tipo y, claro, papel higiénico. También latas de carne, atún, garbanzos, fideos, harina, galletitas, jugos, comestibles congelados.

La ansiedad y el miedo son contagiosos. Actúan juntos y provocan reacciones que nos lleva de la acumulación de cortisol y adrenalina a la acumulación de las cosas que creemos que nos darán protección ante la amenaza.…  Seguir leyendo »

Una mujer recorre los pasillos de un supermercado en Santiago, Chile. Víctor Ruiz Caballero para The New York Times

En los últimos cinco años recorrí América Latina para investigar qué estamos comiendo y por qué. El problema que encontré es que la comida tradicional —platos caseros hechos con ingredientes frescos— está siendo desplazada por comestibles ultraprocesados que esconden deliberadamente información; productos que en el mejor de los casos no alimentan y, en el peor, enferman.

En nuestra región enfrentamos una grave crisis de salud derivada de esta transformación que ha sido impulsada, en buena medida, por la industria de alimentos y refrescos. Se trata de puñado de empresas que, al mismo tiempo que han ido ampliando sus mercados, han ido ejerciendo una enorme influencia en los gobiernos locales para detener regulaciones que buscan advertirnos sobre lo que comemos.…  Seguir leyendo »

Tema: La crisis alimentaria supone un fuerte retroceso en la lucha contra el hambre en América Latina y el Caribe.

Resumen: La crisis alimentaria no es de disponibilidad, es de carestía de los alimentos. El cambio de tendencia implica precios promedio superiores en los años venideros y ruptura de la seguridad de un abaratamiento continuado del abastecimiento alimentario, y un fuerte retroceso en la lucha contra el hambre en América Latina y el Caribe. Entre 2005 y 2007 el numero de personas subnutridas creció en 6 millones, alcanzando los 51 millones. Con las fuertes subidas de precios durante la primera parte de 2008 (cuyo efecto en la inflación sigue presente) es posible que hayamos retornado a los 53 millones de subnutridos de comienzos de los años 90.…  Seguir leyendo »