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El pasado 4 de abril, el Parlamento vasco aprobó instar al Gobierno español a modificar la actual regulación relativa a la remuneración compensatoria por copia privada, llamado canon digital. La propuesta apremiaba al ejecutivo español a explorar «otras fórmulas que garanticen el legítimo derecho de los autores a una retribución justa, acorde con las nuevas tecnologías de la información, los nuevos hábitos de uso de los ciudadanos, que contribuya al desarrollo de la sociedad de la información y del conocimiento, y a la defensa de los consumidores».

Ante las múltiples imprecisiones que un día sí y otro también vemos publicadas en los medios de comunicación y que terminan socabando la imagen de la SGAE y otras entidades dedicadas a la gestión de los derechos de autor, nos hemos visto obligados a enviar una carta a los distintos órganos que conforman el Parlamento vasco en la que, como no puede ser de otra forma, la SGAE deja claro su respeto absoluto por cualquier decisión adoptada allí donde reside la voluntad soberana de la sociedad vasca.…  Seguir leyendo »

Es evidente que no todas las partes implicadas están de acuerdo con las medidas establecidas con lo aprobado en la Modificación de la Ley de Propiedad Intelectual en 2006. Es evidente que no todas las partes han sido de igual forma afectadas por el establecimiento del canon digital.

El objetivo de la reforma que se hizo de dicha Ley de Propiedad Intelectual en 2006 buscaba el trasponer la directiva sobre la Sociedad de la Información a la legislación española, intentando dar plena satisfacción a lo ordenado por la directiva, a la adaptación de la era digital y al mundo de la cultura.…  Seguir leyendo »

Estar conforme con un canon pactado entre las partes y en plena vigencia desde hace años apenas imprime carácter. No puede decirse lo mismo de la mayoría militante que abomina de él, encabezada por el senador de ICV Jordi Guillot, promotor de la enmienda anti-canon aprobada el 11 de diciembre en el Senado con los votos combinados de Esquerra Republicana de Catalunya, Entesa Catalana de Progrès y el PP, y finalmente rechazada en el Congreso el pasado día 20. Aunque la votación sorpresa del día 11 reprodujo una de las pesadillas de la política pos-franquista -la pinza entre la derecha pepera más reaccionaria y el PC de Anguita, de tan nefasto recuerdo- lo asombroso de la actual colusión entre una porción (minoritaria, hay que decirlo) de la izquierda catalana y el PP trimurtino de Rajoy/Acebes/Zaplana es el hecho de que en esta ocasión los primeros han sido los paladines de la causa, actuando los segundos, si se me permite la imagen, como palanganeros muy previsibles: es sabido que el PP entra de mil amores al trapo de cualquier iniciativa que fomente el descrédito de los creadores vivos de nuestro país, tratándolos de mangantes que sólo quieren sacar subvenciones para perpetrar engendros y manifestarse contra la guerra de Irak.…  Seguir leyendo »

La propiedad intelectual descansa en un principio claro, justo y reconocido, común a otras propiedades: quien quiera utilizar la propiedad ajena debe pedir permiso a su dueño, y la autorización de éste puede significar el pago de un precio. Su aspecto moral, por otra parte, la diferencia de las demás. Pero la aplicación de ese principio fue siempre difícil de adecuar a la realidad social y técnica del momento, en continua evolución, por la naturaleza del objeto protegido, las obras, actuaciones y producciones.

Debido a los avances tecnológicos y al universo digital y la nueva galaxia de medios de difusión y comunicación, la propiedad intelectual lleva años en una crisis que la convierte en propiedad ideal (el ideal jurídico alejado del mercado y prácticas sociales), a veces en propiedad virtual (o teórica, adjetivo muy de moda en el ciberespacio), cuando no en propiedad imposible: los autores, los artistas intérpretes y los productores se las ven y se las desean para defender su propiedad ante los usos lucrativos y mercantiles que hacen los terceros, a escala individual o a escala industrial.…  Seguir leyendo »

Nadie está contra los derechos de los autores ni de que éstos perciban compensaciones por copia privada de sus creaciones. Sí que lo estamos contra la aplicación de un canon indiscriminado e injusto, contra su reparto arbitrario y contra una gestión no pública del mismo. No tiene ningún tipo de justificación gravar con este canon todos los soportes y dispositivos. Perjudica a todo el sector tecnológico, repercute indiscriminadamente a los consumidores y dificulta el acceso a la sociedad de la información. La pregunta a responder es ¿por qué tienen que pagar un canon, que se justifica por el derecho a realizar una copia privada de la obra de un autor y como compensación al mismo, quienes usan los soportes y dispositivos electrónicos para usos distintos como pueden ser empresas, administraciones o particulares?…  Seguir leyendo »