Apología del manguito
Si yo pudiera mangonear en las agujas del reloj, me iría al siglo XVI y perseguiría los movimientos de Diego Hurtado de Mendoza (1503-1575), un personajazo que no cabe en ninguna de esas tipologías con las que hoy queremos entender la historia. Hurtado era aristócrata y poeta; estuvo al servicio de Carlos V en el despliegue de su política imperial y al final de su vida trabajó para Felipe II.
La virtud y la política no siempre se avienen bien, y la biografía de Hurtado de Mendoza lo muestra: fue desleal a veces y, por sus posesiones librescas, sabemos que quizá fuera el primer lector español de Maquiavelo.… Seguir leyendo »