Buscador avanzado

Una señal de totalitarismo que no debe minusvalorarse es la falta de neutralidad de las administraciones. En la democracia que se practica en Europa occidental desde el fin de la II Guerra Mundial, se asume sin gran debate que los partidos que llegan al gobierno han de ejercerla en interés de todos y sin pretender que la propia Administración a la que sirven se adscriba a las posiciones que quienes la gobiernan puedan sostener. Hacerlo de otra forma supondría convertir en oficial una determinada ideología, y eso implicaría una limitación de la libertad de todos. Quienes no comulgaran con los planteamientos que se han convertido en oficiales estarían, solo por eso, discriminados respecto a quienes sí los comparten.…  Seguir leyendo »