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Apeine entamée, la deuxième décennie du règne du roi Mohammed VI s’annonce, hélas, menaçante et hautement hostile à l’égard de la presse indépendante. En quelques mois, la période de grâce est semble-t-il devenue caduque, et les attaques contre les journaux se sont intensifiées sous divers prétextes, réels ou imaginaires. Ainsi, après les amendes disproportionnées, les saisies arbitraires et les interrogatoires musclés, l’apogée de cet acharnement s’est conclu il y a quelques jours avec l’interdiction brutale du quotidien indépendant Akhbar al-Youm, et la fermeture de ses locaux à Casablanca à cause de la publication d’une malheureuse caricature sur le récent mariage du prince Moulay Ismaïl, le cousin du roi.…  Seguir leyendo »

Tras incluirlos en el programa de su próxima edición, el prestigioso Festival de Cartagena acaba de excluir a Nadia Yasín, hija del jeque Yasín, líder del movimiento islamista Al Adl wal Ihsan, y a Ali Lmrabet, periodista exiliado en España. Ninguno de los dos participará, pues, en los debates sobre Marruecos y su producción literaria e intelectual que tendrán lugar en tal ocasión. Como respuesta a tan inaceptable e incomprensible censura, Lola López Mondéjar, organizadora de los debates, ha dimitido del festival. Si escribo este texto es para apoyar su decisión y para anunciar mi retirada del Festival de Cartagena.

Lo menos que puedo decir es que estoy furioso.…  Seguir leyendo »

¡Caramba con los chistes! Marruecos nunca había estado tan cerca del ridículo ni de lo irreparable. Repasemos una fábula que ha durado un mes: Nichane, un semanario escrito en la lengua del pueblo, publica un dossier sobre los chistes ("Así se ríen los marroquíes de la religión, el sexo y la política"); Khorafa.org, una página web radical con simpatías sospechosas, focaliza su atención sobre aquellos chistes que juzga política o religiosamente incorrectos, califica a los autores del dossier de apóstatas y desencadena un efecto de bola de nieve (manifestaciones, llamadas al asesinato, comunicados airados); el Gobierno y los ulemas de Su Majestad reaccionan para frenar la avalancha (que llega hasta los países del Golfo) y toman el relevo de los integristas indignados; el tribunal alterna una de cal y otra de arena para que, al final, el veredicto (tres años de prisión con suspensión de condena y dos meses de clausura del semanario) parezca clemente; como colofón, la libertad de hacerse eco de los chistes de los marroquíes (entre otras) queda suspendida.…  Seguir leyendo »

When I went to visit my cousin in the capital, Rabat, in December, he was preparing for his pilgrimage to Mecca. He showed me the pamphlets he was reading to learn about the rituals and talked about how much he would miss his family while he was away.

As the afternoon wore on, the mood grew lighter, and he began to tell me jokes. “Did you hear the one about the Islamist whose wife has just delivered a daughter? He picks up his baby and says, ‘Come here, my little bomb.’ ” My cousin chuckled as he said this — and so did I.…  Seguir leyendo »

Cuando, en diciembre de 2000, el régimen marroquí cerró de un plumazo tres semanarios (Le Journal, Assahifa y Demain) alegó que la "línea editorial" de estas publicaciones atentaba contra las "causas sagradas" de la nación. No aludió a nada concreto, tampoco se refería a ninguna calumnia, ni a la publicación de noticias falsas. No. Estaba en contra de una "línea editorial", una manera de ver el mundo que no compartía.

En resumen, y así lo confesó, sancionaba el delito de opinión. La ingenuidad de esa declaración no era una prueba de su honestidad, sino más bien la demostración palpable de su autoritarismo aún en ciernes.…  Seguir leyendo »

Por Alí Lmrabet, periodista marroquí (EL PAIS, 23/02/05):

Soy un mentiroso. Eso parece deducirse de las dos cartas al director de EL PAÍS enviadas y "firmadas" por el fiscal del tribunal de primera instancia de Rabat. Es mentira, pues, que cuando el 12 de enero me presenté a la fiscalía del tribunal de primera instancia de Rabat, un teniente de fiscal no quiso entregarme el recibo para editar una revista: Demain Libéré. Y no es cierto que cuando el 13 de enero volví a la misma fiscalía, un policía me impidió el acceso. Eso significa que pagué casi 500 euros por un billete de avión de Barcelona a Casablanca; me pasé un mes, de Tetuán a Rabat, juntando la documentación necesaria para editar una publicación, y cuando mi dossier estaba por fin conforme, no quise entregarlo al fiscal de Rabat, cuando ese buen hombre me lo pedía amable y reiteradamente.…  Seguir leyendo »