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Las últimas elecciones han dejado con dos representantes parlamentarios a una fuerza política con un millón de votos: Izquierda Unida. Si no ha sido un tsunami entonces habrá sido una irresponsabilidad de la izquierda socialista, si es que no ha sido un rebrinco tardío de las desconfianzas y recelos de la familia marxista histórica. Son dos cosas distintas pero pueden haber tenido efectos convergentes en dañar un poco más al sector más débil de la izquierda, o el sector menos dispuesto a asumir el camino del centrismo universal como espacio de decantación de unas elecciones. Hay razones para la autocrítica en Izquierda Unida: una de ellas es la exhibición identitaria de una bandera muy parecida a la que enarbola con desenvoltura y power point un antiguo candidato del Partido Demócrata de Estados Unidos, Al Gore, aplaudido por todos los poderes antes o después, y líder inevitable de la ola ecologista.…  Seguir leyendo »

Negar que el resultado electoral ha sido un tsunami bipartidista, impulsado por la polarización de una campaña en torno a los dos grandes partidos, PSOE y PP, es ignorar que las restantes fuerzas políticas del arco parlamentario han bajado sustancialmente en número de votos, menos BNG y Na-Bai, que se mantienen. En el caso de Izquierda Unida este tsunami ha tenido devastadores efectos, porque el sistema electoral magnifica la pérdida de votos de la tercera fuerza estatal, convirtiéndola en una catástrofe parlamentaria, con una desproporcionada pérdida de escaños.

Obviamente, IU no puede atrincherarse en estas causas para razonar exclusivamente sobre ellas su grave retroceso.…  Seguir leyendo »

A raíz de la pasadas elecciones se ha suscitado, una vez más, el recurrente debate sobre la igualdad del voto en nuestro sistema electoral, el diferente trato, presuntamente discriminatorio, que dicho sistema otorga a los votantes de los diversos partidos debido al distinto valor efectivo del sufragio que emiten. El tema es del mayor interés para la salud de la democracia y para la confianza de los ciudadanos en la representatividad de las instituciones políticas.

Unas cuantas cifras, extraídas de las pasadas elecciones, permiten dar cuenta de la magnitud del problema. Izquierda Unida e Iniciativa per Catalunya han alcanzado conjuntamente unos 963.000 votos y han obtenido 2 diputados.…  Seguir leyendo »

Hace días, en el consulado español en Los Ángeles, que dirijo, un señor oriundo de nuestro país preguntaba si podíamos ponerle por escrito las ventajas que tendría para él y sus hijos hacerse español. Al ser fechas electorales, uno podría decirle que, entre otras cosas, podría participar en las elecciones, pero para alguien evidentemente desconectado de nuestro país, la respuesta habría sido surrealista.

El caso, frecuente, muestra que, a diferencia de hace 20 años, la nacionalidad española en el 2008 se cotiza bien. Incluso en EEUU. Será nuestro despegue económico, la pertenencia a Europa y a Schengen... El hecho es que tiene buen precio.…  Seguir leyendo »

Las recientes elecciones legislativas, contra lo que viene diciéndose, no han significado un batacazo para Izquierda Unida (IU), sino un descalabro para la propia democracia, especialmente necesitada de legitimación y juego limpio en el momento del voto, clave del ejercicio de la soberanía nacional. Que los dos escaños de IU hayan costado casi medio millón de votos cada uno es un fenómeno que no puede tolerar nuestra democracia, pivotada por dos partidos a los que cada diputado le ha salido por siete veces menos: 65.471 votos por escaño los socialistas y 66.405 los populares.

El creciente bipartidismo, no sólo político, sino también mediático a la hora de los análisis electorales, atribuye a las guerras internas de IU -que existen en todos los partidos- o carga sobre la espalda de Gaspar Llamazares la responsabilidad de un fracaso previamente promovido por los dos grandes protagonistas del 9-M.…  Seguir leyendo »

Izquierda Unida obtuvo en las pasadas elecciones generales un total de 963.040 votos y dos escaños en el Congreso de los Diputados. No han faltado sesudos analistas que se han apresurado a denunciar la injusticia que sufre este partido y, en contextos informativos gráficos, pretendidamente muy profesionales, se ha llegado incluso a culpar de ello a la sobrerrepresentación de la que supuestamente gozamos los partidos nacionalistas.

Es recurrente esta argumentación, presuntamente dirigida a promover una reforma electoral que habría de poner fin a la discriminación que padece Izquierda Unida, aunque la experiencia viene demostrando que tal denuncia nunca trasciende el ámbito de los medios de comunicación, ni termina de traducirse en un proyecto de ley para su debate y aprobación por las Cortes Generales.…  Seguir leyendo »