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Desmemoria

La recién aprobada Ley de Memoria Democrática es muestra evidente de la «estupidez colosal» en que consiste que «una panda de políticos e intelectuales de tercera categoría engañen al personal con una versión fraudulenta de la historia, según la cual la Transición fue un trampantojo cuyo resultado no fue una democracia de verdad, sino una prolongación del franquismo por otros medios» (J. Cercas).

Me voy a fijar solo y exclusivamente en dos cuestiones, que vienen al caso. En ella se trata de definir a las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo posterior, extendiendo los efectos del brazo incorrupto de Franco hasta el 31 de diciembre de 1983.…  Seguir leyendo »

La presencia del brazo político de ETA entre los actores que han pactado la última entrega de la ley de "memoria" se ha convertido en el argumento más recurrente para criticarla. No es para menos. Que aparezca como promotora de la "memoria democrática" una organización que pretendió -con las armas en la mano- la voladura de la Transición, que obstaculizó la consolidación de la democracia y acosó a quienes personificaban sus instituciones y a los representantes de los partidos constitucionalistas, y que hoy homenajea a los protagonistas de estos hechos, supone un alarde de poca memoria y ninguna democracia.

Pero siendo esto relevante, conviene apartar un momento el foco de Bildu, pues pudiera pensarse que sin Bildu, el texto de la mal llamada "memoria democrática" sería aceptable.…  Seguir leyendo »

Mucho se ha escrito ya sobre el nuevo Proyecto de Ley de Memoria Democrática, recientemente aprobado por el Congreso de los Diputados con los votos a favor de una parte de los socios parlamentarios del Gobierno (entre ellos, EH Bildu), el rechazo de Vox, PP y Ciudadanos y la abstención de ERC y BNG. Por tanto, se trata de un proyecto que ha dividido al Congreso en dos, lo que no augura nada bueno para su futuro; de hecho, el presidente del PP ya ha anunciado que lo derogará si llega a gobernar. Yo quiero hacer algunas reflexiones.

Conviene reconocer que legislar sobre la memoria histórica o la memoria democrática de un país con un pasado sucio (por usar la expresión con la que titula Álvarez Junco su último y magnífico libro) no es tarea fácil.…  Seguir leyendo »

Que Rajoy no tocara la Ley de Memoria Histórica o que Alberto Núñez Feijóo diga ahora que va a derogar la nueva Ley de Memoria Democrática son dos formas de no afrontar el problema: una por rehuirlo y otra por zanjarlo con una falta de argumentos que se puede interpretar como arbitrariedad, lo cual a la larga también resultaría ineficaz.

Lo mismo que cuando Bildu lleva hasta 1983 la vigencia de los métodos franquistas en la defensa de la democracia española, en una operación evidente de mantener viva su tesis del conflicto y con una derivada que afecta al núcleo mismo del PSOE (ellos sabrán).…  Seguir leyendo »

La historia proporciona los materiales para la construcción de la memoria colectiva, pero ello no significa que ésta sea el resultado del conocimiento de los procesos históricos. La variedad de posibilidades es muy amplia. Veamos algunas. Resulta posible que un acontecimiento de suma gravedad determine por sí mismo la formación de una memoria cuya incidencia se imponga a los intentos de reelaboración ideológica. También cabe que el referente quede borrado, bien porque la sociedad al cambiar se ha alejado del problema, bien porque una eficaz labor de propaganda desde el poder haya eliminado su visibilidad. Lo cual, por otra parte, no excluye que pueda renacer si respondía antes de su eclipse a demandas de suficiente fuerza por parte de un grupo social (como la resurrección del Ku Klux-Klan tras El nacimiento de una nación).…  Seguir leyendo »

En la cultura política de la izquierda española moderna se produce una cesura a comienzos del siglo XXI que deja atrás el tiempo anterior de la Transición. Hasta la llegada al poder del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en 2004, su partido se había movido en los valores y objetivos materialistas; desde él, en consonancia con lo que ocurría en otros lugares y con la propia transformación de las sociedades postindustriales, cobraron protagonismo los posmaterialistas (identidad, realización personal). Pero más allá de ello, se advierte una mutación que afecta a la trascendencia: los antiguos parecían tener convicciones arraigadas y los modernos parecen tener unas que, si no les gustan, pueden cambiarse por otras.…  Seguir leyendo »

¿A qué huele la memoria?

Lo de Bildu en 'la dirección del Estado' no era una simple frase. Ha sido una constante de la Legislatura: así lo quiso la dirección del PSOE, desde el principio. En la investidura, buscando su abstención, Pedro Sánchez se mostró obsequioso con la portavoz Aizpurúa, a quien apenas replicó: «En esta disyuntiva entre democracia y legalidad, lo que debe prevalecer siempre es la democracia, incluso ante la más perfecta de las constituciones del orbe mundial y planetario». Silencio pétreo. Quien calla otorga, pensaría Aizpurúa. Desde entonces, van dos años votándole leyes a Sánchez. La última, la de Memoria Democrática. Aquí, Bildu no ha tenido que modular nada; se ha limitado a convalidar su propio discurso sobre la Transición.…  Seguir leyendo »

El Parlamento español ha tomado una iniciativa que, de forma harto lamentable, cabe calificar de histórica, a saber, acabar con la historia misma, cerrarla a cal y canto, dejando claro de una vez por todas que los buenos han ganado, que el fin de la historia ha llegado porque ellos están en el poder, lo que implica, además, que no solo tratan de dictar el pasado, sino que pretenden ponerle siete llaves al futuro: o nosotros y la verdad que hacemos ley, o el fascismo.

Con todo, lo más asombroso no está en ese pretendido cierre, que, entre otras cosas implica un imposible lógico, pues nada hay tan abierto como el juicio sobre lo pasado, mientras que esta malhadada ley llega a incluir multas de miles de euros para quienes se atrevan a publicar algo que no concuerde con la visión que se impone de forma tan autoritaria como impropia de una democracia, sino en que, además, este oportunista y chapucero fin de la historia sirve para modificar de manera arbitraria y cínica lo que sostiene de forma espontánea la mayoría  de los españoles, a saber, que ninguna contorsión del pasado reciente podrá hacer que acabemos viendo a los criminales de ETA como unos luchadores por la libertad.…  Seguir leyendo »

Mi lectura de la memoria democrática

Respecto a la así llamada memoria democrática he tenido siempre una opinión negativa desde que el Gobierno de Zapatero puso en marcha la Ley de Memoria Histórica (52/2007). Esa ley no resolvió el problema de las familias que exigían su duelo sacando a sus muertos de las cunetas, pero sí se aprovechó para poner en solfa la Transición y a sus protagonistas, que, según los antifranquistas sobrevenidos, no habían sido capaces de pasarle la cuenta a la dictadura por sus fechorías (la carga principal se llevó a cabo contra la Ley de Amnistía de 17 de octubre de 1977).

La idea de la memoria histórica fue importada de Francia por los intelectuales 'de solapa de libro', que son legión en nuestros lares.…  Seguir leyendo »

Alberto Núñez Feijóo ha asumido el compromiso de derogar la ley de Memoria Democrática. Lo ha hecho de manera solemne, en Ermua, en el homenaje del PP a Miguel Ángel Blanco en el 25º aniversario de su vil asesinato.

Derogar la ley de Memoria Democrática es una cuestión de salud pública. Expulsarla de nuestro ordenamiento jurídico será condición inexcusable para recuperar todos los consensos que formaron parte del gran «pacto constitucional» de 1978, con el que se alumbró nuestra democracia y que fue masivamente refrendado por el pueblo español.

Si la base espiritual de la Transición fue la reconciliación, esta Memoria Democrática dinamita la esencia de aquel pacto sobre el que hemos edificado nuestra convivencia estos cuarenta años.…  Seguir leyendo »

El 1 de julio de 1997 fue liberado José Antonio Ortega Lara tras 532 días de un secuestro especialmente cruel. Lo primero que le dijo al guardia civil que entró en el zulo fue «matadme de una p… vez» y, cuando se convenció de que no era uno de los etarras disfrazado, le preguntó si era 1 de julio. Porque una de sus obsesiones durante los casi dos años de tortura fue tratar de no perder la orientación temporal. Heroica tarea porque sus tres secuestradores, a los que jamás vio la cara, le castigaban en ocasiones privándole durante días enteros de las 7 horas diarias de luz que habitualmente le permitían, cuando no le ponían música vasca a todo volumen durante 24 horas y solo le daban a leer ediciones atrasadas de Egin o El País.…  Seguir leyendo »

Memoria y olvido: que los muertos entierren a sus muertos

La denominada memoria colectiva ha adquirido tal proteica capacidad de abarcar ideas distintas que ha sustituido en gran parte a la historia. La memoria colectiva, desprendida de los componentes éticos que apreciaban teóricos tan trascendentes como Margalit o Todorov, se transforma en la reivindicación de un pasado parcial y en ocasiones al servicio de la confrontación ideológica, como dice David Rieff: «Hemos entrado en un mundo donde la función esencial de la memoria colectiva es la legitimación de un criterio particular y un programa político y social, y la deslegitimación de los opositores ideológicos».

Empeora la tendencia de convertir el espíritu universalista y ético de la memoria colectiva cuando la convierten en memoria democrática, considerando que el adjetivo legitima el concepto y terminan transformándola en un trampolín hacia un pasado tan nostálgico como imposible, tan fabulado como irreal.…  Seguir leyendo »

Sánchez, en el túnel del tiempo

La corrupción de la historia está a la orden del día. Se blanquean las atrocidades de ETA y se tiene que asumir que los milicianos socialistas y comunistas que no pararon de cometer crímenes hasta que cruzaron la frontera catalana en marzo de 1939 eran seres angélicos luchadores por la democracia y la libertad. Ya es un hecho. La llamada Ley de Memoria Democrática proyectada es la vuelta al tiempo en que los españoles aparecían divididos en dos bandos irreconciliables.

Se ha elevado a los altares de la democracia a las 13 rosas que fueron fusiladas por un tribunal militar terminada la guerra.…  Seguir leyendo »

Posverdad de la Transición y la guerra

Acabo de ver en la televisión a dos jóvenes barbados que dicen representar a una formación política (IU), que ellos se han encargado de enterrar. Están pidiendo un referéndum para que los españoles decidan si quieren Monarquía o República. Pero no nos dicen si se trata de resucitar la I República o la II, quizá no recuerdan cómo acabaron ambas. Tampoco recuerdan que eso ya lo votamos en 1978 y por no recordar también han olvidado que sus ancestros políticos (Carrillo, Camacho…) estaban a favor de la reconciliación nacional, que fue defendida por la izquierda en vida de Franco y puesta en práctica por todos los partidos en el periodo constituyente.…  Seguir leyendo »

Te recuerdo como eras -esbelta, elegante y generosa- en aquel otoño del 77 en que nos visitaste. Había oído hablar de ti desde hacía un par de años. Primero vagamente en los círculos semiclandestinos de la izquierda. Luego a través de las proclamas de la Junta Democrática. Eran el PCE, el Partido de los Trabajadores, Comisiones y el PSP de Tierno -ahí es nada- los que pedían que vinieras. Según uno de sus portavoces, «la Junta hizo suya esa aspiración y la proclamó a los cuatro vientos». Al final se te llamaba a grito pelado por las calles, en los estadios y en las plazas.…  Seguir leyendo »

A las dos y cuarto de la tarde del domingo 23 de noviembre de 1975, una losa de granito de 1.500 kilos cubrió la tumba que se había preparado para Francisco Franco en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos. La losa que selló el sepulcro era tan pesada como el legado que Franco dejaba, después de cuatro décadas de guerra de exterminio y paz incivil. De eso han pasado ya casi 35 años y los españoles seguimos opinando -aunque con mucho grito, poco debate y menos fundamento- sobre las virtudes y defectos de la democracia que construimos sin necesidad de derribar el armazón de la dictadura.…  Seguir leyendo »

Queridos Reyes Magos: A no pocos españoles puede que les parezca sensato pedirles a Sus Majestades de Oriente que les obsequien con la Memoria Histórica que llenó la Transición, una Memoria que ha demostrado ya con sobrada eficacia su capacidad para asegurar la concordia entre todos nosotros.

Un buen método para abordar estos siempre difíciles asuntos hubiera sido que el presidente del Gobierno solicitara la bien fundada opinión que podrían dar las muchas y valiosas personalidades que protagonizaron la Transición.

Adolfo Suárez, Felipe González, Manuel Fraga, Santiago Carrillo, Jordi Pujol, Xavier Arzalluz y los fallecidos Tarradellas y Ajuriaguerra constituyen un conjunto excepcional de personas, en un momento excepcional e irrepetible.…  Seguir leyendo »

No sabía bien hasta qué punto acertaba el editorialista de EL PAÍS cuando afirmaba -La memoria histórica, 7 de enero de 1977- que la guerra civil ocuparía "en la memoria colectiva un lugar de primer orden durante décadas". La guerra tiene que ser "objeto de una reflexión colectiva y de un debate abierto, en el que participen tanto quienes la hicieron como sus descendientes, tanto los vencedores como los vencidos", se decía entonces, expresando una convicción compartida por un amplio sector de lectores, entre los que no faltaron voces del exilio, como la de Manuel Andújar, que envió una carta al director para subrayar la coincidencia de este editorial con la posición mantenida por él y el grupo de exiliados que dirigieron en México la revista Las Españas.…  Seguir leyendo »

Ni siquiera Baltasar Garzón pudo impedir que Franco muriera en la cama. Sin embargo, el asunto se puede poner en positivo: el dictador, que quiso que todo quedara atado y bien atado, no se salió con la suya. Los españoles instauraron una democracia admirada en el mundo que ha permitido dar un salto a la modernidad, organizar un sólido Estado de derecho y crecer social y económicamente. Lo que parecía una verdad universalmente establecida se está desmoronando. Han surgido desde la derecha extrema y desde una izquierda irresponsable y exquisita voces para cuestionar la transición. Los dos extremos con diferentes razones, pero con objetivos peligrosamente convergentes.…  Seguir leyendo »

La Ley de Memoria Histórica y los autos del juez Baltasar Garzón han provocado en buena parte de la sociedad española una escandalizada beligerancia, pero detrás de estas precipitadas muestras de indignación se distingue una escalofriante mueca de pavor, una desesperada angustia, un sacramental y espantoso lamento. Como si una trompeta surgida de los oscuros lindes del tiempo tronara anunciando la resurrección de los muertos y éstos regresaran a reparar las cuentas pendientes que los vivos quisieron olvidar.

No carecen de fundamento estos temores. En realidad, la disputa jurídica y política sobre la oportunidad de las exhumaciones y el sentido de la deuda contraída con los españoles arrojados al olvido de la fosa común nos permitirá afrontar la postergada culminación de nuestra Transición democrática y conocer al fin el motivo por el que la derecha católica impide la rehabilitación moral de las víctimas asoladas por el inmundo paseíllo de los fusilamientos furtivos.…  Seguir leyendo »