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Arresting alleged members of the Barrio 18 gang, Colon, El Salvador, March 2022. Jose Cabezas / Reuters

Under President Nayib Bukele, El Salvador has experienced one of the most spectacular declines in violent crime in recent memory, anywhere in the world. Despite ranking among the most dangerous countries on the planet a mere decade ago, the Central American state today boasts a homicide rate of only 2.4 per 100,000 people—the lowest of any country in the Western Hemisphere other than Canada.

El Salvador owes much of its dramatic drop in crime to Bukele’s crackdown on street gangs and criminal organizations, including MS-13 and Barrio 18. Although homicide rates were trending downward before Bukele took office in 2019, violent crime declined sharply after March 2022, when his government declared a state of emergency following a spike in murders, allowing the government to suspend basic civil liberties and mobilize the armed forces to carry out mass arrests.…  Seguir leyendo »

Con una firme estrategia de seguridad, y en sólo tres años, el presidente Nayib Bukele ha conseguido que El Salvador deje de ser considerado uno de los países más violentos del mundo. Aunque los resultados de su política son palpables -e inesperados- el precio que está pagando el país es elevado en cuanto a la reducción de libertades constitucionales o la continua violación de derechos humanos. A pesar de estas contradicciones, el bukelismo está siendo objeto de escrutinio en el resto de países latinoamericanos, algunos de los cuales han abierto la caja de los truenos al plantear la posibilidad de importar sus políticas de seguridad.…  Seguir leyendo »

Escena en la apertura de la cárcel más grande de América Latina, en El Salvador. Presidencia de El Salvador

La calidad de vida de los habitantes del triángulo norte centroamericano ha estado profundamente limitada por la acción de las maras y las pandillas, que han impuesto su ley del terror en toda la región. Controlan el territorio, hasta el 90% en el caso de El Salvador; roban, imponen extorsiones; captan voluntaria o forzadamente a los niños; abusan de las niñas y mujeres, y no dudan en asesinar.

La formación de las Maras Salvatrucha (MS13) y las dos facciones de la Barrio 18 tienen sus orígenes en el encadenamiento de procesos violentos. Los salvadoreños huyeron de la guerra en su país en los ochenta hacia Estados Unidos.…  Seguir leyendo »

Members of the "Mara 18" and "MS-13" gangs are seen in custody at a maximum security prison in Izalco, Sonsonate, El Salvador, on Sept. 4, 2020. (YURI CORTEZ/AFP via Getty Images)

Earlier this month, Nayib Bukele, president of El Salvador, unveiled his latest infrastructure project: a massive, “first-world” jail that could well become the largest penitentiary in the world, with an alleged capacity to hold 40,000 inmates. This weekend, he announced the transfer of the first 2,000 prisoners to the new facility.

“A common-sense project”, Bukele called it.

The reality is that the scale of the project defies common sense — and easy comprehension. And the social implications of the endeavor are no less striking. The citizens of El Salvador have tacitly accepted Bukele’s unprecedented crackdown on crime, and, for the time anyway, are ignoring its broader ramifications.…  Seguir leyendo »

Un agente de policía registra y comprueba los documentos de un hombre que vive en la Comunidad Kiwanis, durante una patrulla preventiva en busca de pandilleros en Soyapango, El Salvador, el 16 de agosto de 2022. (Salvador Melendez/AP)

En 2022 las maras salvadoreñas llegaron a lo que parece ser su final. Esta forma criminal llegó a controlar amplios territorios de El Salvador, llegaron a tener bajo su régimen a comunidades enteras y durante más de 20 años constituyeron un segundo gobierno mediante un sistema de normas y castigos para la población bajo su dominio, e incluso una forma de impuesto ilegal conocido popularmente como “la renta”. Pero las maras se vieron superadas y eventualmente desplazadas por una forma criminal mucho más eficiente, más organizada y con un poder bélico superior: la mafia de Estado bajo el mando del presidente Nayib Bukele.…  Seguir leyendo »

Salvadoran President Nayib Bukele addresses troops in San Juan Opico, El Salvador (Sipa photo by Camilo Freedman via AP Images).

Back in October, the mother of Karla Raquel Garcia stood with other protesting parents outside the juvenile detention center in Ilopango, El Salvador, waving $300 in the air as she tearfully demanded information on the whereabouts of her daughter. Sixteen-year-old Karla had been arrested for no clear reason in June and reportedly lost the baby she was carrying due to a beating at the hands of the arresting officers. Since then, Karla’s mother has not had any news about her daughter’s whereabouts and condition.

“I trusted you, mister president”, Karla’s mother shouted. “You gave us $300. I’ll hand them back to you, mister president.…  Seguir leyendo »

Un puesto de control en el barrio Distrito Italia, El Salvador, después de que la Asamblea Legislativa aprobara un estado de excepción después de que el país centroamericano registrara un fuerte aumento en asesinatos atribuidos a las pandillas o maras, el 4 de abril de 2022. (Jose Cabezas/Reuters)

El 11 de abril Nayib Bukele, presidente de mi país, El Salvador, tuiteó un video con un extracto de 22 segundos de una entrevista que me realizó un medio europeo. El video fue acompañado del mensaje: “Esta basura, sobrino de un genocida, dice que: ‘Las pandillas cumplen un rol social NECESARIO (en) El Salvador’ y que ‘si quitás a las pandillas habría una crisis social’ ya que ellos ‘CUMPLEN UNA FUNCIÓN’. Estos son los REFERENTES de la ‘comunidad internacional’. Absurdo”.

El mensaje del presidente fue seguido de decenas de comentarios de diputados, funcionarios y líderes de opinión afines al régimen. El presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, diputado por el partido bukelista Nuevas Ideas, también me dedicó varios mensajes en donde no solo me llama basura, sino que me acusa de ser parte del problema de seguridad ya que, según él, uso a las pandillas para recibir fondos internacionales.…  Seguir leyendo »

Salvadoran President Nayib Bukele, left, and Defense Minister Rene Merino Monroy participate in the graduation of new military personnel at the Captain General Gerardo Barrios Military School in Old Cuscatlan, El Salvador, on April 4. (Marvin Recinos/AFP/Getty Images)

In recent weeks, El Salvador has seen a tragic return to some of the country’s most violent years. At least 80 people were killed on the weekend of March 26-27, and in response, President Nayib Bukele quickly summoned the Legislative Assembly, which in the early hours following the killing spree declared a state of emergency for 30 days.

The move effectively suspended some human rights, such as the right to a defense, knowing the charges against you, the right not to incriminate yourself and having access to a lawyer. The decree also suspended the right to freedom of assembly and association and allows the government to intercept private communications without a court order.…  Seguir leyendo »

Foto del 31 de enero de 2019 de hombres encarcelados, identificados como pandilleros de la Mara Salvatrucha, o MS-13, esposados mientras son trasladados a una prisión de alta seguridad en El Salvador, país ahora gobernado por Nayib Bukele. (Moises Castillo/AP)

Es una noticia cada vez más habitual, pero los salvadoreños nos hemos asesinado menos en 2021. Son seis años al hilo con los asesinatos en retroceso y la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes de El Salvador ya es inferior a la de Brasil, Colombia, México o Puerto Rico, algo inimaginable hace apenas un lustro.

Si se pregunta a un seguidor fanatizado de Nayib Bukele, lo más probable es que responda que se debe al buen hacer del presidente, haciendo a un lado que el descenso arrancó en 2016, tres años antes de su quinquenio. Y si se pregunta a un antibukelista fanatizado, probablemente responderá —igual de convencido y también sin ese contexto— que nos asesinamos menos porque Bukele tiene un contubernio inconfesable con maras (pandillas) como la MS-13 o el Barrio 18.…  Seguir leyendo »

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, en una conferencia de prensa en San Salvador el 6 de junio de 2021. La nueva investigación de 'El Faro' arrojó nuevas pruebas de la negociación de Bukele con las pandillas de El Salvador. (REUTERS/Jose Cabezas/File Photo)

Hay un consenso —y quizá uno solo— entre todas las fuerzas políticas relevantes en El Salvador: es imposible gobernar el país sin llegar a algún tipo de arreglo con las pandillas.

En 2012, el primer gobierno del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) descubrió la fórmula: la única manera de reducir el número de homicidios de manera súbita era pactar con la Mara Salvatrucha-13 y con las dos facciones del Barrio 18. El gobierno del expresidente Mauricio Funes planificó este arreglo como una “misión secreta”, de la que no debía enterarse el país, de modo que pudiera atribuir el descenso de la violencia a sus estrategias de seguridad pública y agenciarse los réditos políticos que derivaran de ello.…  Seguir leyendo »

La devastación económica por el COVID-19 probablemente hará de México y el Triángulo Norte un terreno aun más fértil para los carteles de la droga y las pandillas. En este extracto de nuestro Watch List 2021, Crisis Group insta a la UE y a sus Estados miembros a desalentar las políticas de mano dura y, en cambio, ayudar a diseñar estrategias locales de seguridad.

Durante la última década, México y los países del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras) han estado entre las naciones más violentas del mundo. El crimen organizado y grupos de “autodefensa” se han visto inmersos en sangrientas batallas por el control de los mercados ilícitos, principal pero no exclusivamente, el tráfico de drogas y la extorsión.…  Seguir leyendo »

Officers of the Criminal Investigation Unit wearing protective suits to avoid possible contagion with the novel coronavirus, COVID-19, cover the corpse of a member of the Rapid Response Patrol who was shot dead in Tegucigalpa on 18 May 2020. Orlando SIERRA / AFP

¿Qué hay de nuevo? La pandemia de COVID-19 tuvo un impacto inmediato en el crimen organizado en México y los países del norte de Centroamérica, por la desaceleración del flujo de personas y bienes causada por las medidas de confinamiento. Pero los grupos criminales se adaptaron rápidamente a la nueva normalidad, aprovechándola para reforzar o expandir su control sobre la población y el territorio.

¿Por qué importa? Los grupos criminales de la región, muchos de los cuales actúan en complicidad con actores estatales corruptos, son en gran parte responsables de unas de las tasas de homicidios más altas del mundo y ejercen un poder abrumador en un número cada vez mayor de comunidades.…  Seguir leyendo »

Miembros de la MS-13 en una prisión de máxima seguridad en Izalco, en el departamento Sonsonate, El Salvador, el 4 de septiembre de este año. Credit Yuri Cortez/Agence France-Presse — Getty Images

El gobierno de Nayib Bukele está negociando con la Mara Salvatrucha (MS-13) en El Salvador. Con ello ha puesto al país al borde de un abismo de muerte que ya conocimos en 2015, el año más violento de nuestra historia.

Para ese año ya habían fracasado tanto el pacto de 2012 del gobierno de izquierda con las pandillas como las negociaciones de los dos principales partidos políticos —el izquierdista FMLN y el derechista Arena— de cara a las elecciones presidenciales de 2014. Ahora, Bukele tiene posibilidades de intentar otra fórmula y transparentar el diálogo para lograr la pacificación de El Salvador, pero sin exigir favores políticos ni apoyo electoral a cambio.…  Seguir leyendo »

David Munguía Payés, exministro de Defensa y de Seguridad y Justicia de El Salvador fue detenido por pactar con las pandillas en 2012. Credit Rodrigo Sura/EPA vía Shutterstock

Quien haya seguido el acontecer político de El Salvador en la última década sabe que existió algo que pasó a la posteridad bajo una etiqueta: la tregua del gobierno con las pandillas.

Dialogar con las pandillas ha sido una realidad en El Salvador. Negocian los políticos, negocia el operador de energía eléctrica que debe entrar a reparar un poste en una colonia bajo dominio pandillero y negocia la maestra de escuela que tiene alumnos de una y otra pandilla. Los políticos, de todos los colores, llevan casi una década haciéndolo, según ellos, en secreto. Ha sido gracias a investigaciones periodísticas —de, entre otros medios, El Faro, donde trabajo— que muchas treguas han salido a la luz pública.…  Seguir leyendo »

Inmates are lined up during a security operation at the Izalco prison in San Salvador on April 25. (El Salvador Presidential Press Office/AP)

In Brazil, drug traffickers are imposing and enforcing curfews in some of Rio de Janeiro’s favelas. In El Salvador, the three main gangs have threatened to punish those who do not respect the state curfew. They’re not alone. Since the beginning of the novel coronavirus pandemic, criminal organizations around the world have supplemented governments’ responses to limit the spread of the virus.

My research on public order and violence in El Salvador shows that in marginalized communities controlled by criminal gangs, gangs are uniquely positioned to enforce stay-at-home orders and curfews.

How local gangs came to control territory in El Salvador

After El Salvador’s civil war ended in 1992, local gangs spread in low-income and marginalized urban communities.…  Seguir leyendo »

Miembros de la pandillas de El Salvador en una celda de la prisión de Izalco, el 26 de abril de 2020. (Presidencia de El Salvador/AFP vía Getty Images) (-/El Salvador's Presidency Press O)

La pandilla Mara Salvatrucha (MS-13) y las dos facciones de la pandilla Barrio 18, enemigas a muerte desde hace décadas, están en una tregua —corriendo el Sur, en argot pandillero— en las cárceles de El Salvador. Es la consecuencia directa inmediata de la decisión del presidente Nayib Bukele de mezclar en las mismas celdas a integrantes de esas tres maras o pandillas.

El último fin de semana de abril, medio mundo giró su cabeza hacia el país centroamericano por la explosión de violencia homicida —de promediar dos homicidios diarios en las semanas previas se saltó a 19 diarios durante cuatro jornadas— atribuida a los pandilleros y, sobre todo, por la estridente reacción del gobierno.…  Seguir leyendo »

A funeral for victims of gang violence in Chalchuapa, El Salvador, in February. Credit Agence France-Presse — Getty Images

I’m from a small town on the Pacific coast of El Salvador. You probably have never heard of my town, but I’m sure you’ve been hearing a lot about how people from my country are fleeing and are trying to seek asylum in the United States. I never really wanted to leave my home. My early life was peaceful. The house I grew up in had only one room, which I shared with my parents and my two sisters.

My mother would wake up at 6:00 in the morning and make us coffee, plantains, beans and cream for breakfast. For Christmas she’d bake marquesote, a kind of sweet bread.…  Seguir leyendo »

Un grupo de hombres supuestamente vinculados a la pandilla MS-13 son presentados a los medios en San Salvador luego de ser detenidos en la Operación Jaque, el 28 de julio de 2016. Credit Fred Ramos/El Faro para The New York Times

Donald Trump en Long Island y Jeff Sessions en San Salvador hablando sobre la Mara Salvatrucha. El mismo día –28 de julio, viernes–, casi a la misma hora, con idénticos tonos y énfasis. ¿Casualidad? No lo creo.

Parece más una nueva vuelta de tuerca –una más– en la estrategia para posicionar a la también llamada MS-13 como lo que no es: un peligro real para la seguridad nacional estadounidense. La pandilla de origen salvadoreño no representa una amenaza para Estados Unidos ni para los estadounidenses, pero venderla como la reencarnación del mal está permitiendo al gobierno alimentar el discurso contra la migración en general y contra los migrantes latinos en particular.…  Seguir leyendo »

A soldier in San José Guayabal, El Salvador, August 21, 2016. Monique Jaques

The small town of San José Guayabal is located in a region of dry, flat land about forty minutes north of San Salvador, the Salvadoran capital. Most of its 11,000 inhabitants work in farms, growing onions and corn, and it has little to distinguish itself from other places in the area. But in one sense, it is remarkably different than almost anywhere else in El Salvador: in recent years, it has apparently been largely free of violent crime.

The Salvadoran Civil War ended twenty-five years ago, when the right-wing military government entered a peace agreement with the leftist rebels it had been fighting since 1979.…  Seguir leyendo »

Miembros de las pandillas son escoltados al llegar a la cárcel de máxima seguridad de El Salvador en Zacatecoluca el 1 de diciembre de 2016. Marvin Recinos/Agence France-Presse — Getty Images

El Salvador, el pequeño país centroamericano de 20.000 kilómetros cuadrados y seis millones y medio de habitantes, cerró 2016 con 5.278 asesinatos. Un promedio de 14 al día. Una tasa de 81 homicidios por cada cien mil habitantes. Ocho veces superior al límite que Naciones Unidas fija para establecer que una sociedad sufre epidemia de violencia.

A pesar de estos números, el gobierno lleva semanas hablando de éxito en su estrategia de combate a la criminalidad. “Las medidas extraordinarias implementadas por mi gobierno están dando resultados positivos”, dijo el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, en su discurso de fin de año.…  Seguir leyendo »