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El árbol español no debe ocultar el bosque europeo, y para los socialistas dicho bosque está cada vez más devastado. Esta es la principal lección que hay que extraer de las elecciones del pasado 7 de junio y que la constitución del nuevo Parlamento Europeo acaba de materializar. En España, a pesar de la crisis y el paro, el PSOE ha resistido. Pero, en el resto de la Unión Europea, ¿cuáles son los hechos? Son simples y deben ser observados con lucidez: salvo raras excepciones –Grecia o Eslovaquia–, los socialistas han retrocedido. La derrota es a la vez global y general.…  Seguir leyendo »

El retroceso de los partidos de izquierda en las elecciones europeas ha dado lugar a un género de reflexión que, como la literatura sobre los males de la patria, suele instalarse en el terreno de la introspección, en una especie de "en qué momento se jodió el Perú" que se pregunta el Zavalita de Vargas Llosa, aunque en este caso aplicado no a un país, sino a una opción política. Esta mirada hacia el interior que tan buenos resultados puede ofrecer en la literatura -Conversación en la Catedral, la novela de Vargas Llosa en la que aparece Zavalita, es una obra mayor del siglo XX- puede condenar, sin embargo, a la esterilidad cuando se practica en un terreno como el de los programas de Gobierno.…  Seguir leyendo »

Por abundante que sea, lo publicado hasta ahora sobre el resultado de las recientes elecciones al Parlamento Europeo y sobre el nuevo equilibrio de fuerzas en el hemiciclo de Estrasburgo y Bruselas no agota, ni mucho menos, todas las posibilidades de análisis. Los datos más enarbolados en las últimas semanas por parte de la prensa y los especialistas, con el telón de fondo del abstencionismo, son, sin duda, el avance de la derecha (conservadora, moderada y radical), la cual ha conseguido capitalizar los temores de la ciudadanía en materias claves como la inseguridad y la inmigración, y la debacle de la izquierda social-demócrata, con fracasos estrepitosos (el Partido Laborista en Reino Unido), otros esperados (el Partido Socialista francés) y algunos que suenan a voto de castigo por las políticas nacionales en materia de gestión de la crisis (éste sería el caso de los socialistas españoles).…  Seguir leyendo »

El fracaso de los socialistas en las recientes elecciones europeas, precisamente por haber afectado a todos los países, remite a algunas causas ideológicas de carácter general. La pregunta que se plantea con irritación y desconcierto sería la siguiente: ¿cómo explicar que la crisis o los casos de corrupción golpeen de manera muy diferente, desde el punto de vista electoral, a la izquierda y a la derecha?

Pienso que la raíz de esa curiosa decepción, que se reparte tan asimétricamente, está en las diversas culturas políticas de la izquierda y la derecha.

Por lo general, la izquierda espera mucho de la política, más que la derecha, a veces incluso demasiado.…  Seguir leyendo »

Desde mi punto de vista, el de un socialdemócrata partidario de una Europa política fuerte, el resultado de las recientes elecciones al Parlamento de Estrasburgo es preocupante por varias razones.

En primer lugar, por la baja participación, menos de la mitad de los inscritos en el conjunto de la Unión Europea. El hecho de que no sea la primera vez que sucede añade más gravedad a la falta de movilización, no debida sólo a la crisis. Además, una parte no desdeñable de quienes votaron se ha decantado por opciones radicales, populistas e incluso xenófobas. No hay que exagerar, pues estos diputados seguirán siendo una exigua minoría.…  Seguir leyendo »

Resulta una llamativa paradoja, como señalaba Antonio Estella el pasado día 9, que, en un momento en el que las ideas neoliberales se encuentran ante un fuerte descrédito, las elecciones europeas se hayan traducido para los socialdemócratas en un notable retroceso de casi seis puntos respecto a 2004, mientras que el Partido Popular Europeo ha cedido menos de un punto. Parece que esto exige una explicación, y que achacar el retroceso al crecimiento de la abstención no es suficiente, ya que no nos permite saber por qué la abstención ha perjudicado sobre todo a la izquierda.

La primera cuestión, al menos en lo que se refiere a estas elecciones, es que la quiebra de las ideas neoliberales no se ha producido en Europa, a diferencia de Estados Unidos, junto con unas elecciones históricas, y así lo que ha sucedido es que los gobiernos conservadores han cambiado de política sin asumir los costes de sus anteriores planteamientos.…  Seguir leyendo »

Europa está perdida. Y esta vez no parece haber sido el toro quien la ha raptado. Más bien es ella misma la que se ha perdido en el bosque de una democracia que no termina de funcionar al nivel de la soñada Europa. De aquella Europa que comenzó como una necesidad para evitar de nuevo las guerras cruentas en su territorio, y que se fue desarrollando a partir de la necesidad de hallar soluciones a problemas concretos, sin un marco competencial claramente delimitado, pasando por expansiones sucesivas hasta llegar a contar con 27 miembros actualmente. Y con un intento, por ahora fallido, por dotarse de una especie de Constitución, compleja, demasiado extensa, repetitiva y que más que una Constitución era una refundición de leyes y directivas en vigor, se ha llegado a una Europa que se ha perdido a sí misma porque ha perdido a sus ciudadanos, o no ha logrado atraerlos.…  Seguir leyendo »

Vistos con perspectiva europea los resultados de las elecciones al Parlamento arrojan, como rasgo más destacado, el enorme triunfo del Partido Popular Europeo. El número de escaños de la euro-cámara ha disminuido de setecientos ochenta y pico a setecientos treinta y seis y, además, los conservadores británicos y checos decidieron marcharse del Grupo Popular Europeo por considerar que este es demasiado europeísta. En estas condiciones, mantener los mismos escaños que en la legislatura anterior, que es lo que ha hecho el Partido Popular Europeo constituye un enorme triunfo. Tanto que ahora el Grupo Popular Europeo tiene más diputados que todos los partidos de izquierda (socialistas, verdes y comunistas juntos).…  Seguir leyendo »

Los resultados del 7-J ofrecen lecciones significativas para toda Europa.

Primera. Los ciudadanos votan cada vez menos en las elecciones europeas. La participación fue del 44%, dos puntos menos que en el 2004. En España, un 46%. Y Catalunya, en la cola, con un 37,5%. Y eso que el importante papel que tiene el Parlamento Europeo será mucho mayor cuando se apruebe el tratado de Lisboa. Un 75% de las leyes de aplicación nacional pasan por Bruselas. Y con el nuevo tratado el Parlamento Europeo tendrá poder de codecisión con el Consejo de Ministros, convirtiéndose en pieza clave de la gestión pública de nuestra vida cotidiana.…  Seguir leyendo »

Las elecciones al Parlamento Europeo se han celebrado, una vez más, entre un coro mediático de críticas adversas y con la desafección de una mayoría del electorado. La oportuna celebración, en plena jornada de reflexión, del aniversario del Desembarco de Normandía debería haber hecho recordar a los europeos que, a pesar de sus dudas y miserias, están construyendo algo sin precedentes: una Europa unida en paz que constituye el primer intento exitoso de democracia supranacional en la Historia y el mejor instrumento para sobrevivir en las turbulencias de la globalización. La legislatura europea, de cinco años de duración, empezará con las normas del Tratado de Niza y es de esperar que concluya con el Tratado de Lisboa en vigor.…  Seguir leyendo »

Tras una campaña tan gris, uno se siente tentado a aconsejar a los nuevos parlamentarios europeos que se limiten a tomar iniciativas modestas. Dan ganas de decirles que, ya que no han despertado el interés de los ciudadanos por las grandes cuestiones, deberían dedicarse a las pequeñas, como la estandarización de los cargadores de los teléfonos móviles o el etiquetado de los productos alimentarios (y procurar no revisar la composición del vino rosado). La legitimidad, al fin y al cabo, también se construye de abajo arriba.

Pero no van a poder dedicarse a labores sencillas. En los cinco próximos años, la Unión Europea ha de superar una prueba triple.…  Seguir leyendo »

A nadie le ha pasado desapercibido: la derecha ha ganado las elecciones al Parlamento Europeo y, sin embargo, se ha producido el derrumbamiento del programa que la sustentaba, el neoliberalismo. Además, en la mayor parte de las capitales europeas gobiernan partidos de derechas (las excepciones serían España, Portugal, Austria, Bulgaria, Hungría, Eslovaquia y Eslovenia, más el moribundo Gobierno laborista de Reino Unido), pero todos ellos están aplicando para salir de la crisis recetas más propias de la socialdemocracia (del neo-keynesianismo). O sea, la derecha domina en Europa la política, pero la izquierda domina las políticas.

¿Qué es lo que explica esta aparente paradoja?…  Seguir leyendo »

A veces, la política tiene moral. Lo prueba el extraordinario resultado conseguido en las elecciones europeas del domingo por Daniel Cohn-Bendit y su formación, Europa-Ecología: un 16% de los votos, igualando el porcentaje de los socialistas franceses. Desde el primer momento, el líder ecologista hizo una campaña fundamentalmente europea, basada en un proyecto de sociedad ecologista y social, apoyado en su amplia experiencia de parlamentario en Estrasburgo.

Los politólogos suelen decir que en las llamadas elecciones intermedias los electores no responden a las cuestiones planteadas. Otro cliché que se ha caído por los suelos. Porque, aunque no hayan sido muchos los que han votado, los franceses han primado a las listas centradas en el objetivo del escrutinio; es decir, en la elección de diputados europeos y no en la expresión de las preocupaciones internas, como el castigo al Gobierno en el poder o el voto útil a la izquierda, que los electores han considerado algo inútil.…  Seguir leyendo »

En América, sobre todo en Estados Unidos, el funcionamiento del Parlamento Europeo es recibido con una mezcla de estupefacción, incomprensión, fascinación y desconfianza. Por una parte, no se reconoce que sea el parlamento supranacional mayor del planeta (785 miembros, reducibles a 736 en la presente elección), solamente comparable al de India, que es de jurisdicción de un solo país. No se tiene conciencia de que representa a 375 millones de posibles electores, de una población que roza los 500 millones, de 27 países.

Los estadounidenses con memoria histórica recuerdan que tuvieron que acudir a Europa en dos ocasiones el anterior siglo para rescatar a los propios europeos de su inminente suicido.…  Seguir leyendo »

Gran parte de los pronósticos sobre las elecciones europeas se han cumplido. Los resultados muestran un significativo avance del PP en España, un incremento del centro-derecha europeo con el derrumbe de los partidos socialistas en Europa yuna inquietante mayor representación de partidos antieuropeístas y tendencialmente xenófobos en no pocos países, todo ello en el marco de una profunda desafección de los ciudadanos respecto a los partidos y la política en general. El fiel reflejo de una época de crisis, no sólo económica, sobre cuyas consecuencias finales no cabe en estos momentos todavía sino especular, pero cuya sombra de incertidumbre y morosidad se ha encarnado en estas elecciones en esa abstención, que obliga a plantearse muy seriamente cómo lograr la relegitimación del proyecto europeo.…  Seguir leyendo »

Un análisis europeo de las elecciones al Parlamento de Estrasburgo es un ejercicio con algo de artificioso. Se trata más bien de interpretar 27 claves nacionales distintas que de encontrar un inexistente acorde de modulación único en el comportamiento de los votantes. A lo más que se puede aspirar razonablemente es a intentar extraer del comportamiento de los electores en los distintos países hipótesis sobre líneas de fuerza que tengan cierta transversalidad, aunque se expresen de forma distinta en función de los contextos políticos nacionales.

A mi entender, la transversalidad se puede encontrar en la tendencia decreciente de la participación, en el deterioro de una de las dos fuerzas motrices de la construcción europea, el centro-izquierda socialdemócrata, y en la cada vez mayor policromía política del Parlamento Europeo.…  Seguir leyendo »

Excepto raras excepciones, la política democrática europea muestra signos de fatiga. Viejas y nuevas democracias se ven igualmente afectadas. Solo cambian las manifestaciones de este malestar en función de las circunstancias, de las instituciones y de los problemas propios de cada país. En Europa, las cosas no van mucho mejor. Incluso corren el riesgo de ir peor, puesto que las condiciones de la elección de los parlamentarios europeos están sometidas a tensiones particulares. En efecto, se trata de hacer lo que podríamos denominar una transición democrática a nivel europeo.
Europa nació de la visión audaz y valiente de unas élites limitadas que, inicialmente, crearon prácticamente Europa sin el pueblo, aunque, al mismo tiempo, imaginaban reintroducirlo.…  Seguir leyendo »

Cuantos más poderes posee el Parlamento, menos electores tiene. En 1979, el Parlamento Europeo tenía pocos poderes, pero muchos electores. En la actualidad, tiene muchos poderes... pero le quedan pocos electores: tras una erosión constante, la participación descendió al 46% en el 2004. En 2009, la campaña ha arrancado muy tarde en todas partes y no levanta la más mínima pasión en ningún sitio. Pero se han inventado unas campañas “gemelas”, con otras elecciones locales y, en numerosos países --Alemania, Reino Unido, Grecia...-- , las elecciones al Parlamento Europeo se viven como un simple “prólogo” de las elecciones nacionales decisivas.

Cuanto más importante es la UE, menos presente está en nuestras campañas.…  Seguir leyendo »

Las próximas elecciones al Parlamento Europeo corren el riesgo de traducirse en un auténtico Titanic democrático. El escenario más probable es el de una abstención masiva que evidencia un gran desinterés de los ciudadanos respecto a la elección de sus representantes incluso en un momento en que el Parlamento ejerce un auténtico poder de decisión. Y ello vendrá acompañado de un importante voto de protesta.

En cada país los comicios europeos tienen como eje temas nacionales. Son un medio de aprobar o castigar a los gobiernos y no de debatir sobre las grandes opciones europeas. Resultado: los partidos favorables al curso actual de la construcción europea no representarán más que a una parte muy pequeña de los electores inscritos.…  Seguir leyendo »