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Detalle de la torre de cráneos descubierta por arqueólogos en Ciudad de México. EFE

La primera descripción de la torre de los cráneos de Tenochtitlan la hace en 1521 Andrés de Tapia, que acompañó a Hernán Cortés y a los totonacas, tlaxcaltecas y otras tribus en el asalto a la ciudad. Luego la repetirán Bernal Díaz del Castillo y Gomara. Después será mil veces negada, y con ella, aquel sistema de sacrificios humanos de los aztecas, porque el Imperio azteca tenía que pertenecer al edén indígena que los españoles bárbaros habían destruido cuando arrasaron América. En consecuencia, estas descripciones del terror azteca no podían ser más que mentiras para justificar la conquista de México. Los propios mexicanos cuentan que su historia -y contra este disparate escribió Octavio Paz- comienza con la fundación del dios Quetzalcóatl, para verse luego interrumpida con la llegada destructiva de los españoles, y continuada por su cauce natural tras la independencia.…  Seguir leyendo »

Cuando el viajero español pasa sus primeros días en México pueden sobrevenirle ataques de colitis aguda. Los amigos locales lo explican, entre sonrisas zumbonas pero benévolas, como «la venganza de Moctezuma» y no comentaremos nada al respecto por no pasar de chiste sin mayor trascendencia. Sin embargo, hay otra venganza que parece no cesar, pese a su origen y carácter artificioso y muy, muy cansino: es la insistencia en la hostilidad hacia España oficializada en las instituciones como política de estado, no en las gentes, en las personas, con las cuales la sintonía es —naturalmente— enorme. Se contraviene así la racional previsión de Lucas Alamán —guardián y salvador de los restos de Cortés tras la independencia— cuando en respuesta a su amigo el historiador norteamericano Prescott (The History of the Conquest of Mexico, 1843) y al exponerle éste su imposibilidad de entender el rencor antiespañol de parte de los criollos, descendientes de españoles, afirma «es ciertamente incomprensible el rencor de los mejicanos (sic) ignorantes contra los españoles, pero como ha sido obra de la pasión, calmada esta dará lugar a la razón».…  Seguir leyendo »