Abre los ojos

Bajo título cinematográfico, el portavoz del PP en el Senado nos regaló recientemente (ABC, 14 de noviembre) un listado de frases que parecen extraídas directamente del último argumentario de Génova. Para hacer honor a la verdad y por respeto a la inteligencia de los lectores de ABC, conviene aclarar las falsedades del portavoz «popular». A diferencia de él, yo no acudiré a ningún prontuario y trataré de ser riguroso en mi réplica, ateniéndome estrictamente a los hechos.

Dice taxativamente Pío García-Escudero que el presidente del Gobierno «está negociando con ETA el futuro político del País Vasco, de Navarra y del conjunto de España». Y dice luego que lo que tiene que hacer el presidente es decir la verdad y responder a «esas preguntas que él sigue negándose a contestar». Querido Pío, mucho nos tememos que aunque lo repita el presidente mil veces, tú seguirás pidiendo la verdad, otra verdad: la que tú inventes o la que tú quisieras escuchar. Tú no quieres abrir los ojos. Lo hemos repetido hasta la extenuación, el presidente lo ha reiterado hasta la saciedad: no hay precio político, el único marco válido es la Ley, Navarra no está en cuestión, habrá diálogo sólo en ausencia de cualquier tipo de violencia. Pero no bastan mil veces: con la misma facilidad con que se olvida lo del aznariano «Movimiento Vasco de Liberación», o el acercamiento de presos con Ortega Lara en el zulo, o el «sabré ser generoso» (Aznar), o que Mayor Oreja dijera que la entrega de las armas no era un requisito indispensable... Con la misma facilidad con que se olvida eso, se pide ahora que cese una negociación política que no existe.

Sin piedad afirma Pío que nuestro presidente es contumaz porque piensa que «las sentencias judiciales dificultan el avance de las negociaciones con ETA». Y en la frase no hay ni una palabra de verdad. Ni el presidente se refirió en momento alguno a las sentencias judiciales, ni hay negociación con ETA. Lo que dijo el presidente, cuando se le preguntó con cámaras y micrófonos, es que hay factores que dificultan el proceso, refiriéndose a la decisión de un destacado etarra de declararse en huelga de hambre, tal como quedó al instante aclarado por la misma agencia de noticias -la única entre otros muchos medios- que había malinterpretado lo dicho por el presidente. Tampoco valió la rectificación, y el bulo de que el presidente ve en el Poder Judicial un problema también corre a la velocidad con que se distribuyen las frases desde la sede central del PP.

Sin especificar, porque no podría, habla García-Escudero de la «catarata de exabruptos» que el presidente parece haberle dirigido a él y los suyos. En esto, Pío, deberías ser algo más riguroso y decirnos siquiera uno de esos exabruptos. Se supone que esos insultos imaginados se utilizan para «ocultar la verdad» al Senado, y luego «correr a los pasillos en busca del canutazo». Y es aquí, querido portavoz, donde más me has sorprendido porque si hay alguien que, contrariamente a lo que dices, ha mostrado respeto a las Cortes, en sus dos Cámaras, ha sido el presidente Zapatero. Ha sido él, y tú lo sabes tan bien como yo, porque eres senador y portavoz, que ha tenido que llegar este presidente para que el Senado despertara. Ha sido el actual presidente quien ha aceptado responder, por primera vez, preguntas orales de la oposición en las sesiones de control. Por cierto, esa decisión te permite a ti en particular, como debe ser, ejercer el control sobre el Gobierno en la persona del presidente, algo que los senadores nunca pudieron hacer con Aznar. Por ese respeto de Zapatero al Senado, que niegas con los ojos cerrados, tú puedes incluso acusar al presidente de haber tolerado el asesinato de su compañero Pagazaurtundúa mientras negociaba con ETA. Conviene recordar que pudiste hacer semejante acusación sin ningún rubor porque el presidente ha decidido someterse al control legítimo en el Senado, algo nuevo en nuestra democracia.

No creo, portavoz, que hayas olvidado, aunque no quieras abrir lo ojos, que también ha sido el presidente Zapatero quien ha convocado en el Senado por primera vez en la historia, y por dos años -la tercera convocatoria llegará pronto-, la reunión de todos los presidentes autonómicos bajo la nueva fórmula de una Conferencia de Presidentes. Supongo que aunque cierres los ojos, también recordarás que una de las tres reformas constitucionales que proponemos es precisamente la del Senado, tu Cámara y la mía, para reactivar su papel como lugar de representación de las Comunidades. Aunque tu partido planteó hace décadas la necesidad de la reforma, ni quiso y vio razón para abordarla cuando gobernó, ni tampoco acepta la reforma ahora.

Apelas Pío, tampoco sé muy bien por qué, a imaginarias molestias «profundas» del presidente con «el libre y normal funcionamiento del Poder Judicial», cuando no ha habido ni una sola palabra ni susurro del presidente en contra de su autonomía, sino al contrario. Zapatero y su Gobierno han mostrado siempre con palabras y con hechos un exquisito respeto por los procedimientos democráticos, que incluyen la autonomía de los tres poderes.

En fin, querido portavoz, que en lugar de utilizar la metáfora de aquel hombre que susurraba pacíficamente a los caballos (por cierto, la metáfora no es del todo mala), podrías jugar con esa otra película maravillosa de Amenábar, en la que la protagonista vive en la oscuridad más absoluta, sin percibir, hasta el final, que se encuentra en una realidad imaginaria, sobrenatural, soñada, falsa en definitiva. El primer paso que conviene que déis en tu grupo debería ser, quizá, como en la película, dejar que entre la luz de la verdad por las ventanas. El mejor servicio que podemos dar a los ciudadanos es decirles la verdad, sin aspavientos, sin exageraciones, sin profecías apocalípticas que no se cumplen. Los ciudadanos, y los lectores de ABC en particular, reclaman políticos que iluminen las posibles soluciones a controversias y desafíos. Abre los ojos, Pío, porque estoy seguro de que, si en vez de echarnos a la cara los errores trabajamos juntos en esto, tendremos más fácil la solución.

Joan Lerma, portavoz del Grupo Socialista en el Senado.