Acelerar la transformación ineludible

Cuando ya ha transcurrido una tercera parte del período de implementación de la Agenda 2030, conviene considerar nuestros próximos pasos. “El desafío es simple e imperativo: acelerar el proceso a través de una estrategia decidida para aplicar y escalar las soluciones que ya están disponibles. Una estrategia que tendrá que ser innovadora en muchas ocasiones, incluso disruptiva y por lo tanto asumiendo riesgos. Sin embargo, es mucho mayor el riesgo que corremos con el statu quo: no hay vuelta atrás del lugar al que nos estamos dirigiendo a zancadas". Este es el mensaje de la jornada La transformación ineludible celebrada hace unas semanas en Madrid organizada por diferentes redes de conocimiento y empresas en la que participaron agentes de los sectores público y privado, con el objetivo de construir alianzas y soluciones innovadoras y disruptivas capaces de acelerar el proceso de consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Estos días, una conocida marca de cervezas ha conseguido hacer viral su último anuncio veraniego. Acostumbrado a un mensaje de diversión y juventud, la empresa apuesta este año por uno de impacto para mover las conciencias de los ciudadanos respecto a la conservación del mar Mediterráneo. No es casual, la empresa española ha entendido desde el principio la importancia de alinear su modelo de negocio con la Agenda 2030 y ha visto en esta hoja de ruta una oportunidad para hacer más sostenible su negocio. A su vez, los consumidores son cada vez más exigentes con los compromisos económicos, ambientales y sociales de las empresas.

Pero volviendo a los hechos, efectivamente han pasado casi cuatro años desde la aprobación de la Agenda 2030 en septiembre de 2015. Eso quiere decir que restan tan solo 11 para conseguir los ODS en la fecha prevista (y para cambiar el rumbo del modelo actual que no tiene en cuenta los límites del planeta). Existen síntomas claros de que es necesario acelerar la trasformación si queremos cumplir con los tiempos de la agenda. Si comparamos los datos del segundo Informe sobre Contribución de las empresa españolas al cumplimiento de los ODS del Observatorio de los ODS (liderado por la Caixa y Esade) con los del Informe del año pasado, la conclusión más destacada a la que se llega es que a pesar del liderazgo de algunas empresas, las empresas españolas aún no otorgan a los ODS la prioridad necesaria para hacerlos realidad para 2030.

Lo mismo ocurre con una buena parte de políticas palanca que deben ponerse en marcha para poder cumplir con el objetivo. Es más, a pesar de todos los esfuerzos hechos por el Gobierno y las diferentes instituciones, que ha llevado a cabo iniciativas como la presentación en julio de 2018, ante Naciones Unidas, del Plan de acción para implementar los ODS en España; la designación de una Alta Comisionada para la Agenda 2030, dependiente directamente de la Presidencia del Gobierno, que ha impulsado la creación del Consejo de Desarrollo Sostenible; y la presentación del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que aborda uno de los grandes pilares de la Agenda 2030. Todavía queda un largo camino para liderar una verdeara transición hacia una economía y una sociedad sostenibles.

Según el SDG Index and Dashboards Report 2018, España no aprueba en ninguno de los 17 ODS, sin que ello impida que ocupe el puesto 25 de los 193 países analizados. Es positivo formar parte del primer cuartil, aunque, atendiendo a los resultados que España obtiene en cuanto a cumplimiento de los ODS, lo podemos interpretar como un indicador de que la intensidad con la que todos los países deben progresar tiene que aumentar sustancialmente si se desea cumplirlos.

Volviendo al mundo de la empresa, el informe From promise to reality: Does business really care about the SDGs?, de la consultoría PWC, resume la posición actual de aquellas con estas palabras: “En algunos casos, parece que las empresas solo seleccionan los ODS que corresponden a actividades que ya desarrollan y a las métricas que ya están midiendo. Como primer paso eso tiene sentido, pero también sugiere que las organizaciones ven los ODS como otro requerimiento de información, más que como una oportunidad y un compromiso para toda la empresa“. Sin embargo, asumir este compromiso es indispensable para alcanzar la profunda transformación que nos plantea la agenda 2030. En este contexto, para el futuro de las empresas, resultan esenciales dos transformaciones de su modelo de negocio: la transformación tecnológica, asociada a la digitalización; y la aceptación de su responsabilidad social, vinculada al desarrollo sostenible, tal como los ODS lo definen.

En definitiva, como ya afirmamos en la introducción del informe del observatorio de ODS, "para medir la contribución de las empresas españolas en materia de ODS más allá de su mención en las memorias, es necesario identificar si realmente disponen de modelos de gobernanza de la sostenibilidad. En este sentido, los datos que nos ofrece el segundo Informe del Observatorio sobre los ODS y las empresas españolas son elocuentes: solo 24 de las 169 empresas de la muestra —el 14% de las empresas cotizadas españolas— divulgan suficiente información que nos permita afirmar que disponen de modelos de gobernanza de la sostenibilidad; es decir, describen la creación de órganos ejecutivos de carácter transversal, con participación del conjunto de la organización y dependientes del Consejo de Administración de la empresa, encargados de diseñar e implementar los planes de sostenibilidad”.

Por último, en el mismo foro citado al inicio de este artículo, el profesor Jeffrey Sachs afirmaba que para saber si las empresas eran sostenibles debían responderse a cuatro preguntas: si sus productos y servicios son nocivos o tienen algún impacto en el medio ambiente, si pagan los impuestos que les corresponderían, si su política de recursos humanos responde a los parámetros de trabajo decente, si toda su cadena de suministro es sostenible y es conveniente añadir, si cumplen con los criterios de igualdad de género.

Necesitamos acelerar para cumplir con la hoja de ruta marcada, y caminar rápidos y de forma innovadora para hacer realidad una transformación ineludible.

Àngel Pes es director del Observatorio de los ODS y las empresas españolas y miembro del consejo asesor de la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) y Leire Pajin Iraola es presidenta de la REDS.

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