Las cifras del desempleo juvenil en España han mejorado algo en los últimos meses, pero siguen siendo muy altas, cercanas al 50 por ciento de los jóvenes de menos de veinticinco años. Es uno de los problemas más graves que tiene este país. Se trata además de un problema estructural, porque antes de la crisis esas cifras estaban ya muy por encima de la media europea. Para hacer frente a este problema se creó en 2015 la Alianza para la Formación Profesional Dual, iniciativa de la Fundación Bertelsmann, con la Fundación Princesa de Girona, la CEOE y la Cámara de Comercio de España. Su objetivo es la creación de un modelo de FP dual de calidad en España.
No es casual que los países con menor desempleo juvenil, como Alemania, Austria o los Países Bajos, sean los que tienen sistemas de FP dual que funcionan mejor. Pero no se trata de copiar experiencias ajenas, sino de aprender de ellas para adaptarlas a las necesidades del tejido empresarial y del mercado laboral español.
La idea es muy simple: adaptar los procesos de formación de personal cualificado en los centros educativos a las necesidades de las empresas, mediante un nuevo modelo en el que centros educativos y empresas se corresponsabilizan de la educación. Esto significa, por ejemplo, que las empresas seleccionen los alumnos que desean formar, y que estén dispuestas a remunerarlos durante su periodo de aprendizaje en la empresa. Implica también que esos estudiantes tengan el apoyo de un tutor de empresa con la formación adecuada para ejercer esa función, y cuyo papel esté debidamente reconocido en las empresas, empezando por el equipo directivo. El tutor de empresa debe coordinar estrechamente con los tutores del centro educativo el contenido de la enseñanza que uno y otro imparten al alumno. Significa, en suma, establecer un nuevo tipo de relación entre empresas y centros de formación profesional, en las que estos ajusten oferta y demanda.
Para alcanzar sus objetivos, la Alianza para la Formación Profesional Dual ha establecido un plan de actuación. Se ha creado una red de ámbito nacional de empresas, centros de formación e instituciones comprometidas con esta idea, que cuenta ya con más de 130 miembros. Se han establecido grupos de trabajo liderados por empresas importantes para desarrollar aspectos estratégicos para el impulso de una FP dual de calidad en nuestro país. Se ha creado una oficina de asesoría técnica, con un equipo de especialistas dedicados a ayudar a las empresas a resolver los problemas que puedan surgir para aplicar sus primeros proyectos de FP dual.
La Formación Profesional dual es un modelo nuevo, que exige una inversión inicial de dinero, tiempo y dedicación. Ello resulta más sencillo para las grandes empresas que para las pequeñas y medianas, que constituyen la mayoría del tejido empresarial español. Por eso, las pymes son objeto de una atención especial por parte de la Alianza, y las grandes empresas integradas en ella se han comprometido a ayudar a extender este modelo de formación a las pymes integradas en su cadena de valor, tanto clientes como proveedores.
España tiene una larga trayectoria en Formación Profesional, y algunos de sus centros educativos tienen un prestigio merecido. Al mismo tiempo, la Formación Profesional dual es un modelo nuevo, que necesita un marco regulatorio de ámbito nacional flexible, pero con criterios de calidad homogéneos, en los que estamos trabajando junto con la CEOE.
Es necesario afrontar el tema de la imagen de la Formación Profesional en España. No es fácil entender que en un país con estos índices de paro juvenil sea difícil encontrar personal cualificado en determinados puestos técnicos. Ni tampoco que el nivel de abandono escolar sea del 22 por ciento, muy por encima de la media europea. El número de graduados universitarios, en cambio, está por encima de esa media. Pero cuando llega el momento de buscar trabajo, el 31 por ciento de esos universitarios termina en empleos que están por debajo de su nivel de cualificación, frente al 19 de sus equivalentes en la UE. En los últimos años se han hecho esfuerzos notables para fomentar la Formación Profesional dual, y esas cifras han mejorado algo, pero sigue habiendo un problema de prestigio de los estudios de Formación Profesional. Los poderes públicos podrían jugar aquí un papel importante, incluidas las más altas autoridades del Estado. También pueden hacerlo otras personalidades relevantes de la sociedad española, de la cultura o del deporte.
Recientemente, la actividad de la Fundación Bertelsmann a favor de la Formación Profesional dual ha recibido un espaldarazo importante. La Fundación JP Morgan Chase ha decidido apoyarla, financiando un equipo de asesores técnicos y reforzando los mecanismos de asesoría a las pymes. Es un estímulo para seguir trabajando, porque el desempleo juvenil sigue siendo uno de los problemas más graves de nuestro país.
Rafael Dezcallar, miembro del Patronato de la Fundación BERTELSMANN ESPAÑA.