Alianzas y desencuentros en América del Sur: energía e integración

Por Laura Tedesco, profesora invitada, Universidad Autónoma de Madrid (FRIDE, 21/10/06):

En los años noventa, la mayoría de los países de América del Sur parecían haber alcanzado estabilidad política y económica. Después de la crisis de la deuda externa, y habiendo enfrentado los sacrificios de los ajustes económicos de tendencias neoliberales durante la misma década, la región enfrenta actualmente una nueva crisis de incertidumbre política y económica. Ciertos cambios en los países de América del Sur responden a la nueva situación internacional generada como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001 y del alza en los precios del petróleo.

El gobierno de los Estados Unidos inició una guerra contra el terrorismo que se materializó en las invasiones a Afganistán e Irak. Asimismo, la creciente demanda de recursos energéticos por parte de China y la India con el fin de mantener su dinamismo económico, y la inestabilidad de la región del Asia Central sumada a la creciente inestabilidad del Oriente Medio contribuyen a la volatilidad de los precios del petróleo. En niveles nacionales, esta situación internacional ha impulsado la implementación de estrategias nacionalistas con tendencias proteccionistas. A nivel regional, el alza de los precios de los recursos energéticos ha generado conflictos bilaterales entre países productores y países consumidores. Los países tienden a confrontar y defender sus intereses más que a buscar estrategias de cooperación. A pesar de una retórica integracionista que incluye proyectos energéticos y comerciales, la realidad muestra un incremento en tensiones y conflictos bilaterales y regionales.

Por otro lado, el giro hacia la izquierda de los países de América del Sur es evidente y previo a los hechos del año 2001. La causa principal de este cambio político se encuentra en el fracaso de los modelos neoliberales de desarrollo económico. Sin embargo, los países de la región no son ajenos a la situación internacional, específicamente a los nuevos desafíos que se presentan en el tema energético. En este contexto, la región se enfrenta nuevamente a un período de incertidumbre. Dos cuestiones se han visto particularmente afectadas por el regreso de la incertidumbre política y económica: la integración regional y las relaciones bilaterales y regionales en relación con la explotación y comercialización de recursos energéticos.

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