En los últimos años García Abril ha tenido una relación muy estrecha con aquellos que llevamos adelante la organización del Concurso Internacional de Música de Cámara Antón García Abril de Baza. Para nosotros ha sido un inmenso privilegio contar con su presencia, hemos aprendido de su grandioso conocimiento de la música y de la interpretación, de la experiencia de su vida plena y apasionante dedicada a la composición, y de las muchas virtudes que posee como persona. Profesores, alumnos, concursantes, vecinos de la ciudad, autoridades, y todos aquellos que se acercaron a él, dan fe de su sincera cercanía, de su pasión por la música, y de su entusiasmo por la vida. Su bondad, su capacidad de trabajo, su ilusión profesional, su amor y generosidad, son solo una muestra de su gran corazón, que, sin duda, permanecen más allá de la muerte.
Noviembre de 2010. El Conservatorio Profesional de Música José Salinas de Baza está en obras y se reforma su antiguo auditorio. El claustro de profesores y el Consejo Escolar aprueban la propuesta por unanimidad: el auditorio llevará el nombre de Antón García Abril. En ese momento, ningún miembro del claustro lo conocía personalmente, pero todos compartíamos un profundo respeto y admiración hacia su música, su trayectoria y su persona. Los responsables del Ayuntamiento de Baza tenían que dar el visto bueno, y, tras la sorpresa inicial de querer dedicar el auditorio del centro a un maestro turolense, los responsables del Ayuntamiento y el alcalde de la ciudad, Pedro Fernández, no solo dieron el visto bueno, sino que desde el comienzo apoyaron el proyecto. De alguna manera, muchas personas que coincidieron en tiempo y lugar vislumbraron que esa idea genial era una semilla destinada a dar mucho fruto.
Querido maestro, la aventura comenzó un mes después, cuando te llamé por teléfono, con emoción, para comunicarte la decisión de la Comunidad educativa del Conservatorio de poner tu nombre al nuevo Auditorio. Tu sencillez se manifestó ya en ese primer instante, y tu fino sentido del humor, también: “es que estoy sinfónico”, comentaste con la voz algo ronca por un constipado.
Unos días después fuimos a conocerte a Madrid, los profesores Pablo Marín y María José Collazos me acompañaron. Estábamos un poco nerviosos, pero esa sensación se desvaneció en cuanto nos abriste la puerta con esa amplia sonrisa. Áurea y tú nos acogisteis como si fuéramos amigos de toda la vida y vuestra hospitalidad nos hizo sentir tan cómodos que la reunión se prolongó en un cálido almuerzo. Desde el primer momento supimos que ese era el comienzo de una sincera amistad.
Siempre mostraste tu agradecimiento por este rincón dedicado a tu persona en esta ciudad del altiplano de Granada. Lo manifestaste ya desde ese momento prometiendo asistir al acto de inauguración del auditorio, que tuvo lugar el 11 de marzo de 2011. Y así fue como visitaste Baza por primera vez, con tu gran mujer, Áurea, de quien decías que era “tu mano derecha y tu mano izquierda”, y con vuestra hija mayor, Áurea, que entonces estaba embarazada.
Un año después creábamos la 1ª edición del Concurso Internacional de Música de Cámara Antón García Abril. Con el apoyo de la Diputación de Granada unido al del Ayuntamiento de Baza, conseguimos el soporte institucional suficiente para que naciera el proyecto.
Memorable fue el curso que nos dictaste a los profesores del Conservatorio de Baza, organizado por el Cep, en el que tuvimos el privilegio de recorrer tu trayectoria musical desde joven. Nunca he visto a varias decenas de profesores escuchando con tal profunda admiración a una persona. Tu propia vida es una fuente de conocimiento, es historia de la música en la que has protagonizado en primera persona los acontecimientos musicales más relevantes del siglo XX y comienzos del XXI. Cómo fuiste amigo de Rafael Alberti, siendo ya él mayor, o cómo Montserrat Caballé te llamaba con cariño “maestrito”… Era una época en la que no había partituras en España y se conseguían a través de Argentina, París, etc.
Nos dejaste frases como: “El sentido de la música está donde debe primar la belleza” (…) “la música es un lenguaje con su propio alfabeto, difícil de expresar lo que dice, aunque a todos conmueve. Nadie ha dicho jamás porqué”.
Nos contaste tu visión de las distintas vanguardias, algunas como experimentación necesaria, que no van siempre unidas a la obra de arte. Nos transmitiste tu postura: la defensa de la melodía, y el “sentido de la música, que está donde prima la belleza”, que debe estar por encima de todo. Tu visión de la orquesta como un instrumento humano, viviente, donde orquestar significa humanizar cada instrumento. Nos repetiste que en la enseñanza el protagonista es el maestro, quien debe aprender continuamente para saber dirigir a sus alumnos.
Tus estudios en Siena, tus primeras bandas sonoras de películas, muchas de las primeras de cine de terror, donde “se podían hacer las cosas más raras”... Era una aventura escucharte hablar sobre el recorrido de tu variada creación musical, a propósito de la cual declaraste: “Siempre he estado al lado de los intérpretes” (…) “y siempre he estado al lado de los jóvenes”.
En la banda sonora del “El hombre y la tierra” nos contste que Félix Rodríguez de la Fuente era un hombre de mucho carácter, y que siempre hubo un gran entendimiento entre vosotros. A propósito de la música del capítulo de la nutria, se te ocurrió hacer un artilugio sonoro con botellas de anís del mono, y tras varias semanas buscando las botellas, cuando estaba todo preparado un “patoso” pasó por delante, tropezó y se rompió todo: “¡¡lo quería matar!!” decías, provocando las carcajadas del auditorio. Cómo nos hemos reído con tus bromas y anécdotas.
Volviste a estar presente en Baza en febrero de 2016, para asistir como invitado a la celebración del 25º aniversario del conservatorio de Baza. Fue un privilegio que vinierais para compartir esa fecha tan especial. El público nunca olvidará tus sinceras palabras de agradecimiento por los lazos que te unen con la ciudad, con su conservatorio y con el concurso. A todas las personas tratabas con la misma sencillez y cariño que te caracterizan. Esta sería la última vez que veríamos a nuestra querida Áurea, que falleció unos meses más tarde, con todo el dolor que ello supuso para ti y para tu familia. Toda una existencia junto a la mujer de tu vida. Vuestros 4 hijos y vuestros nietos son la estela de una familia unida en la que se respiraba libertad, amor, y una profunda admiración hacia vosotros. Tu genialidad y pasión por la música están indisolublemente ligadas a esa dulzura inmensa y luminosa de Áurea, y vuestro amor, verdadero y hondo, ha sido y será inspiración para todos los que os hemos conocido.
En el Concurso siempre pusiste tu prestigio a su servicio, con la ilusión propia de aquellos que tienen el corazón joven, lleno de proyectos. Ya desde la 1ª edición en 2012, participaron grupos de música de cámara de distintos países de Europa, y desde entonces han concursado cerca de 600 jóvenes procedentes de Europa, Asia y América. Es uno de los pocos concursos internacionales de esta especialidad en España. Completamente consolidado y en continuo crecimiento, ha hecho de Baza un lugar conocido en el mundo de música clásica, que atrae a jóvenes profesionales que buscan un reconocimiento a su carrera musical. Siempre alabaste la eficiencia del grupo de profesores y alumnos del conservatorio que colaboraban desinteresadamente en la organización, ocupados en las muchas tareas que requiere un evento de estas características. Con sencillez, tanto unos como otros se iban turnando en atender a los concursantes, colocar instrumentos, preparar el escenario, etc… con un ritmo “casi musical”, como nos piropeaste una vez.
La calidad de las interpretaciones es otra nota que define el nivel del concurso. Así lo expresaste con vehemencia al público en septiembre de 2017 en la entrega de premios de la 6º edición: “El nivel ha sido altísimo; un nivel que se hubiese dado en Berlín, en Nueva York, en Madrid, en la mejor ciudad del mundo habría estado en un altísimo nivel. Pero se ha dado en una ciudad que físicamente es pequeña, una ciudad como Baza, pero grande por espíritu y por lo que significa mantener este concurso, y llevar adelante la ilusión de todo este trabajo”.
Nuestro agradecimiento es infinito. Cada vez que venías a Baza, tu espíritu juvenil nos contagiaba de esa fuente inagotable de vitalidad que es la esperanza. Esperanza con mayúsculas y a pesar de todo: en el ser humano y en el arte. Tu capacidad de asombro ante la belleza permanecía intacta a tus 87 años y en tu música genial podemos apreciar hoy qué maravillosa era la vida bajo tu generosa mirada. Antón, eres nuestro maestro… y de nuevo junto a tu querida Áurea seguirás iluminando nuestras vidas con tu ejemplo, con tu música, y con tanto amor como nos has regalado.
“Al final queda la obra, cuando los compositores ya no están” dijiste una vez. Queda tu gran obra musical que ya es imperecedera. Y a pesar de la tristeza de tu ausencia, nuestro mejor modo de honrar tu memoria es seguir trabajando para llevar adelante el Concurso Internacional de Música de Cámara Antón García Abril de Baza, y no cesar en el esfuerzo de estar a la altura de tu genialidad como músico y como persona.
Querido Antón, querido amigo, ¡Muchísimas gracias!
Descansa en Paz.
Paqui García Vázquez es directora del Concurso Internacional de Música de Cámara Antón García Abril.