Apocalipsis Zombi

Si algo han demostrado las Fuerzas Armadas de EE.UU. desde comienzos del siglo XX hasta nuestros días es que su participación en cualquier conflicto es determinante. Capaces de adaptarse a guerras convencionales, asimétricas o a las nuevas híbridas, tienen recursos para dar respuesta a todas ellas y, sobre todo, una doctrina y manuales para cualquier situación, bien sea terrestre, submarina, aérea o espacial. Pero dentro de todo este espectro, y ahora mismo centrados en el Estado Islámico, Ucrania y el Ébola, no deja de sorprender que en el Pentágono alguien también haya dedicado tiempo a planificar una respuesta armada a una amenaza zombi. Un documento de 2011 desclasificado y publicado en múltiples medios internacionales, el “CONPLAN 8888”, explica detalladamente cómo el Comando Estratégico de Estados Unidos debería responder militarmente a “la amenaza de hordas de zombis” que “no temen al dolor o la muerte” para “preservar la santidad de la vida humana y apoyar a la población humana, incluida la de adversarios tradicionales”.

Este plan de contingencia ante “un apocalipsis zombi” comienza con un prefacio muy claro: “no fue diseñado como un chiste”. Siguiendo las pautas marcadas en “Operaciones contra la dominación zombi”, los objetivos primordiales serían “proteger a la humanidad”, “erradicar la amenaza” de los muertos vivientes y “ayudar a las autoridades a mantener la ley y el orden para reponer los servicios básicos después del ataque zombi”. El propósito final sería instaurar de nuevo un gobierno civil, democrático, con un soporte militar cuyos principales pilares estarían en Fort Meade (sede de la Inteligencia) y las bases aéreas de Vandenberg (California), Whiteman (Misuri) y Offutt (Nebraska), donde está basado el Comando Estratégico. Para lograrlo no se dudaría en usar “todas las capacidades militares disponibles”. En el documento del Departamento de Defensa hay además una lista detallada con ocho tipos de zombis, como los creados por la mano de un diablo mágico, los patógenos, radioactivos, espaciales o vegetarianos, entre otros.

El Pentágono, que se autodefine como “una agencia de planificación de opciones”, ha planteado en este documento de 31 páginas, también conocido como “Counter-Zombie Dominance”, un escenario en el que sus mandos militares y de inteligencia pudieran aprender y desarrollar conceptos y procedimientos ante un ataque a gran escala o una catástrofe mundial. De marcianos, brujas o dragones quizá no sea el momento de preguntar con el Ébola y el Estado Islámico llamando a demasiadas puertas.

David Corral Hernández, periodista.

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