Arrepentidos, ¡a las urnas!
Tomé la decisión, que ahora lamento, de votar a Podemos creyendo en su mensaje de regeneración, transparencia y decencia. Creyendo que obligaría en el denostado bipartidismo a una reflexión autocrítica del PSOE; que aportaría una rejuvenecida viveza al Parlamento; y unos votos que decidirían una mayoría definitiva a la izquierda de progreso.
Ya digo, una esperanza irresponsable, visto lo sucedido. Pablo Iglesias ha conseguido lo contrario: que se reaviven las tendencias caciquiles de los barones socialistas; su aportación parlamentaria ha sido el postureo, los malos modos en la Cámara y la más banal retórica. Finalmente, lo imperdonable: ha ofrecido un balón de oxígeno a Rajoy y su derecha reaccionaria, que estaba en la UVI.… Seguir leyendo »