Alberto Royo

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Enseñanza o pedagogismo

Reconocía hace unos días un pedagogo "en redes sociales" algo que le honra y que muy pocos pedagogos han sido capaces de aceptar: que "no se puede enseñar a dar clase". Debo decirles que me reconforta leer tal confesión, ya que reconocer los errores es sin duda el primer paso para rectificar y si algo debería hacer la pedagogía es admitir sus numerosas (y contumaces) equivocaciones (¿para cuándo una Ley de Memoria Pedagogista?). Ya sé, ya, que los profesores también nos equivocamos. Es verdad. Mucho. A diario. Pero es que, así como de la palabra del maestro, hoy, se duda por sistema, a la pedagogía se la ha elevado siempre a los altares y de sus consignas se ha hecho dogma de fe.…  Seguir leyendo »

Vindicación del elitismo intelectual

Permítanme  que comience esta tribuna acudiendo a la RAE y aclarando algunos conceptos. Se define elitismo como una «actitud proclive a los gustos y preferencias que se apartan de los del común». La palabra común puede significar «corriente», «vulgar» e incluso «despreciable». Se entiende por intelectual lo «perteneciente o relativo al entendimiento». Y, por entendimiento, la «potencia del alma, en virtud de la cual» se «conciben cosas», se «comparan, juzgan, e inducen y deducen otras que ya se conocen». Por fin, vindicar implica la «defensa, especialmente por escrito» de alguien (algo, en este caso) que ha sido o es «injuriado, calumniado o injustamente notado».…  Seguir leyendo »

«Una alumna de Bachillerato me envía una reseña sobre el libro que ha leído. Le doy las gracias y le digo que la publicaré en el blog del instituto. Me pregunta cuánto subirá su nota. Le respondo que las notas ya están puestas y que lamento que lo haya dejado para última hora. Me insiste en que le suba la nota, que aún estoy a tiempo de hacerlo. Me niego. Me contesta que soy injusto y que no valoro el trabajo de los alumnos. Abro la reseña y descubro que está copiada, letra a letra, de una conocida bitácora de literatura… Bienvenidos al futuro: el fraudulento exige más que el honesto».…  Seguir leyendo »

«El futuro de millones de estudiantes en nuestro país depende de la educación pública, que ha sufrido durante años los recortes de la derecha. Este Gobierno trabaja por una escuela extraordinaria que les permita alcanzar sus metas con independencia de sus condiciones de origen», proclamaba recientemente en el Parlamento la peor ministra de Educación de la democracia (y miren que parecía difícil superar a Wert, pero ya dice el refranero que otro vendrá y bueno te hará).

No le falta razón a Celaá cuando asegura que de la educación pública depende el futuro de millones de estudiantes de nuestro país.…  Seguir leyendo »

"Bergman es el único genio del cine actual", aseguraba el escritor de chistes televisivos Isaac Davis –Woody Allen– en Manhattan, a lo que contestaba Marvy –Diane Keaton–, la snob neoyorquina: "¡Pero si sois de lo más opuesto! El programa que escribes para televisión es brillantemente divertido, mientras que su perspectiva es típicamente escandinava, lúgubre, todo está impregnado de Kierkegaard, es algo ingenuo, pesimismo a la moda... Todo ese silencio, el silencio de Dios… Muy bien, me encantaba cuando estaba en la universidad de Radcliffe, pero eso ya está superado… ¡Totalmente superado! ¿Acaso no ves que se trata de un intento de dignificar los propios traumas psicológicos y sexuales poniendo como parangón ciertos principios filosóficos?…  Seguir leyendo »

Se atribuye a Julio Verne la siguiente frase: "Qué gran libro se podría escribir con lo que se sabe. Pero aún más con lo que no se sabe". Corren malos tiempos para reivindicar el conocimiento. Mucho menos para hablar de la necesidad social de la cultura. El utilitarismo de unos y el afán de entretenimiento de otros se imponen como medidas que garanticen la "somatización" del ciudadano, de la que, no lo duden, se benefician no pocos, disfrazándola de realismo y filantropía.

Pero no es momento, al menos en esta columna, de culpar a los culpables, sino de analizar la situación de manera introspectiva y examinar cuidadosamente cómo enseñamos a nuestros alumnos (tarea que, por otra parte, realiza a diario todo buen profesional de la docencia), de observar y valorar los puntos fuertes y débiles de nuestra práctica.…  Seguir leyendo »

Hay batallas que uno debe librar. Eludir la confrontación cuando está en riesgo algo tan sustancial como el futuro de nuestra sociedad, inevitablemente relacionado con la deriva de nuestra educación, supone una claudicación inaceptable. ¿Y cuál es enemigo? El enemigo es el pedagogismo, que se manifiesta por medio de la imposición de una Metodología Única, como el anillo de Sauron, y que culminará el largo proceso de devaluación de la figura del profesor y, por extensión, de la enseñanza, tal y como algunos todavía la entendemos, esa devaluación que se refleja en el sometimiento a las modas educativas y a la Santa Innovación (la innovación: un clásico de todos los tiempos), pese a que la educación debería estar al margen de tendencias, ser impermeable (¿insobornable?)…  Seguir leyendo »