¿Por qué hemos querido ser tan ciegos?
Inconcebiblemente, el habitante de la Casa Blanca, que vive rodeado de manifestantes que lo odian a gritos, no está dispuesto a desocupar el predio. Habrá que reflexionar por qué no logramos deshacernos de este meteoro anaranjado que cayó tan imprevistamente en el ya de por sí atormentado mar de nuestras vidas, pero el caso es que a base de ofensas a la moral, a la ley, a la decencia, logra que aún derrotado no nos lo podamos sacar de la cabeza. Tiene ese talento en común con el difunto Hugo Chávez: también él invadía todos los rincones del pensamiento de los venezolanos, estuvieran a favor o en contra.… Seguir leyendo »