Conrad y la botella del náufrago
Como la botella que el náufrago arroja al océano y no alcanzará ninguna orilla. Como ese errabundo vidrio que contiene un mensaje que quedará siempre ignoto. A finales de 1857 Konrad Korzeniowski vino al mundo en Berdichev, futura cuna del reportero soviético Vasili Grossman y hoy tierra de Ucrania. Para otro desplazado, el austriaco Stefan Zweig, «el apátrida [es] el que se convierte en un hombre libre, libre en un sentido nuevo, sólo aquel que a nada está ligado, a nada debe reverencia». Ningún pensamiento más ajeno al del prematuro huérfano de patriotas polacos. Zweig perdió tres veces su casa y siempre añoró la seguridad de un imperio pluriétnico dinamitado por el nacionalismo.… Seguir leyendo »