Álvaro Delgado-Gal (Continuación)

La apuesta independentista de Mas, malhadada de momento, ha tenido sobre las mentes españolas el mismo efecto que un campo magnético fuerte sobre el cuadro de mandos de un avión en pleno vuelo. Las ruedas de todos los medidores se han puesto a girar a un tiempo, como en busca de un número, una cifra, mágicos. La idea es dar con una combinación que pueda contentar a los nacionalistas catalanes sin destruir el Estado de las Autonomías. Se han dicho cosas para todos los gustos, como veremos dentro de un instante. Se ha levantado, en fin, una polifonía de voces, o más justo sería decir, una cacofonía.…  Seguir leyendo »

Los latinos decían trivium, y nosotros, los españoles, «trivio»: punto en que confluyen tres caminos. Pues bien, España se encuentra en este momento en un trivio. En un trivio crítico, porque cada camino corresponde a una crisis: crisis económica, crisis política y crisis constitucional. De la primera no les voy a hablar, no porque no sea importante, sino porque es imposible hablar de todo. Pondré el acento en las otras dos, íntimamente conectadas entre sí y también con la económica.

Después de las generales del 2011, se han celebrado tres elecciones de formato grande: las autonómicas andaluzas (marzo del 2012), y las vascas y gallegas.…  Seguir leyendo »

Dentro de unas semanas Artur Mas convocará, por vía ordinaria, unas elecciones autonómicas que son mucho más que autonómicas. Constituyen, en realidad, la primera mitad de un referéndum cuyo desenlace en diferido podría ser la secesión de Cataluña. Estoy convencido de que una mayoría de los catalanes no desea la independencia, quiero decir, no la desea de verdad, con todas sus consecuencias y complicaciones. Pero el cuadrante noreste atraviesa muy mal momento, la gente anda mohína, y Mas, en un rapto de demagogia que no admite vuelta atrás, ha cifrado en la desagregación el remedio de todas las minusvalías que afligen a su tierra.…  Seguir leyendo »

Es común el temor de que la crisis económica, si se enquista y va a más, termine por generar una crisis política. Este temor, repito, está en el aire, y no es gratuito. El caso, sin embargo, es que hasta la fecha no ha ocurrido nada digno de nota. Los nostálgicos de izquierda y los que miran el cielo buscando lenguas de fuego han tenido que contentarse con dos remakes, dos analogías, de la revolución. Los más madrugadores fueron los del 15-M. Las agitaciones árabes y el enojo contra los políticos comunicaron al movimiento un prestigio de bullarengue. Pero la democracia directa, aunque sea aderezada con el ajilimójilis de internet, da de sí lo que da de sí, a saber, tirando a poco, y antes de transcurrido un año el PP obtenía en las legislativas una mayoría absoluta de más bulto todavía que la de Aznar en 2000.…  Seguir leyendo »

EL reciente zipizape autonómico ha dividido al país a lo largo de dos ejes distintos. El primero es institucional: lo que quiere el Estado central no lo desean las administraciones periféricas, y viceversa. El segundo desacuerdo es político. Frente al Gobierno y el PP, reducido a una posición común después de algunas tensiones y triquitraques, se han alineado, como abiertos en compás, CiU y los socialistas andaluces. Las desavenencias no concluyen aquí. El rechazo andaluz a las medidas de rigor fiscal que pide Madrid también revela una fractura en el interior del PSOE. No quiero decir con esto que Rubalcaba y la Junta estén de uñas o cultiven estrategias económicas divergentes.…  Seguir leyendo »

La crisis y las circunstancias han colocado a Europa en situación de emergencia. O acude el naipe, o no acude, y entonces no se sabe lo que podría pasar, sin exclusión de las hipótesis peores. En el escenario más dramático, el de una implosión incontrolada del euro, veríamos caer o desnaturalizarse varias democracias, llevadas más allá de su límite de elasticidad por el tirón centrífugo de partidos populistas y desaforados. No entraré en detalles, que varían según los países y que intiman, dependiendo también de cada caso, peligros específicos distintos. Sea como fuere, es común la sensación de que las elites políticas, muy tocadas por su conexión poco edificante con las oligarquías económicas durante los años de delirio, vino y rosas que precedieron al estallido de la crisis, lo han fiado todo a una sola carta: que la moneda aguante.…  Seguir leyendo »

Antes de acometer esta Tercera, le he dado varias vueltas a La civilización del espectáculo, el valiente panfleto de Vargas Llosa. Escribo «panfleto», sin ánimo censorio alguno. Los panfletos no son tratados de filosofía: no quieren insertarse en el discurso académico, sino influir en los acontecimientos del día. Las Reflexiones sóbre la Revolución francesa, de Burke, o Ensayo sobre los privilegios, de Sieyés, son panfletos. Y casi toda la obra de Ortega es panfletaria. El libro de Mario Vargas, todo hay que decirlo, está resuelto un poco aprisa, y en él se juntan demasiadas cosas: el arte, la literatura, la política, la religión, el erotismo, las nuevas tecnologías.…  Seguir leyendo »

Se está insinuando un posible quebranto europeo, de alcance e intensidad aún desconocidos. El caso de Grecia no exige comentarios. Sobre la evolución de Hollande, y la compatibilidad entre este y una Merkel marchitada, recibiremos pronto noticias sabrosas. Se sigue menos en España del caso italiano, tan importante como el francés, y, por razones obvias, más importante que el griego. Entre el 6 y el 7 de mayo, a la vez que se producía en Francia el desalojo de Sarkozy y los griegos enseñaban la tarjeta roja a los partidos convencionales, el 20% de la población italiana acudió a votar en unas elecciones comunales.…  Seguir leyendo »

Es notorio que el Estado de las Autonomías ha llegado a una especie de frontera: no está claro que podamos seguir financiándolo ni, tampoco, que integre el gran hallazgo, la estupenda solución, que en tiempos se pensó. Hasta la fecha, la división territorial ha extraído su autoridad de un tropel de circunstancias distintas. Una de ellas, quizá la más importante, es que no se pueden cambiar las autonomías sin volver a plantearse desde cero la ubicación de los nacionalistas en España. Y lo último equivale a mentar la bicha: representa un esfuerzo para el que los partidos no parecen estar preparados, ni sicológica ni políticamente.…  Seguir leyendo »

Ediciones Trea ha publicado recientemente un libro irregular y confuso, pero también impresionante: «Malestar en los museos», de Jean Clair. Jean Clair, conservador, historiador de arte y ensayista, es un señor de muchas campanillas. Trabajó en el Centro Pompidou, fue director del Museo Picasso de París, y ocupa desde 2008 un asiento en la Académie française. El libro, como he dicho, no es bueno, en parte porque la cultura francesa, desde hace por lo menos medio siglo, no es lo que fue. Lo refleja, de modo dramático, el propio idioma. Desde mediados del XVII, hasta principios del XX, el francés ha sido una lengua espléndida, al punto de que un escritor que se expresara en ella parecía inteligente aunque no lo fuera.…  Seguir leyendo »

La crisis actual ha quebrantado muchas certidumbres y encendido otras tantas alarmas. Lo que no ha conseguido es provocar un movimiento político de fondo, ni aquí ni en otros países europeos. Los indignados se han disipado en el aire diáfano de forma súbita y desconcertante, y también, dicho sea de paso, una miaja escamante. Y las huelgas generales que han tenido lugar aquí y allá, y que llegarán también a España, no han constituido, todavía, hechos políticos, sino laborales. La gran reacción que yo preveía, y no deseaba especialmente, no se ha verificado en absoluto. Algunos hablan de resignación; otros entienden que el desprestigio de la política ha desmovilizado a las masas.…  Seguir leyendo »

Con el nuevo Gobierno se inicia una etapa que es extraña por varios conceptos. Extraña porque el contexto internacional también lo es; y extraña porque no sabemos todavía hasta qué punto será necesario llegar si es que se persigue un saneamiento serio de la economía española. Consideren, por ejemplo, el contencioso autonómico. En esencia, se abren en este momento dos perspectivas posibles, una conservadora, y la otra mucho más radical y políticamente ambiciosa. Hablando en plata: se trata, o de controlar la deuda poniendo freno provisional a la capacidad de gasto de las administraciones periféricas, o de desactivar a las propias autonomías.…  Seguir leyendo »

Aunque todavía es pronto para determinar con detalle de qué modo se ha desplazado el voto en las elecciones del 20-N, parece haberse impuesto entre analistas y expertos en demoscopia la idea de que el PSOE ha perdido presión, más que nada, por su costado derecho. De los cuatro millones y medio de sufragios cedidos, un millón son ahora propiedad de los populares; cerca de setecientos mil se han desviado a IU, otros tantos al partido del Rosa Díez, y cerca de ciento cincuenta mil a CiU. Del resto da cuenta la abstención o la desaparición física de los que habían apoyado la marca socialista en las legislativas de 2008.…  Seguir leyendo »

EL comunicado en que ETA certifica el cese definitivo de su actividad armada ha despertado esperanzas y suspicacias, en proporciones que no me atrevo aún a estimar. Esto vale para la sociedad española en su conjunto y también para muchos españoles sueltos que no saben qué sentir: si alivio por la noticia de que los terroristas no asesinarán de nuevo o enfado por el tono con que han anunciado su decisión. ETA, en efecto, se duele solo de las muertes sufridas por sus militantes, no pide perdón a las víctimas e intima clarísimamente que exigirá una negociación política. Existe un equívoco en la postura adoptada por la banda, una especie de punto ciego.…  Seguir leyendo »

La escasez de numerario está obligando a la clase política a un ejercicio esencialmente poético: el de inventar formas y giros que expliquen por qué se va a pedir al contribuyente más dinero… a la par que se desvirtúan o deterioran las prestaciones públicas. El desafío es nuevo en cierto sentido, y en otro no lo es. Me explico. Constaba en los papeles, desde larga data, que el sistema de protección social estaba condenado a reventar. Lo sabían los funcionarios de Sanidad, lo sabían los interventores de la Seguridad Social, y lo sabían mejor que nadie los demógrafos, los cuales miden el tiempo por generaciones y se hallan por tanto en la precisión gremial de echar cuentas sin dejarse impresionar por el corto plazo.…  Seguir leyendo »

Socialistas y populares han unido fuerzas la semana pasada y sacado adelante la única reforma significativa de la Constitución desde que se inició la democracia. La decisión, incoada sobre la marcha por el presidente del Gobierno, y bendecida por un Congreso expirante en la acepción cronológica y también moral de la palabra —las elecciones del 22-M pusieron de manifiesto que España desea un cambio político profundo—, es grave por tres conceptos. Porque las reformas de la Carta Magna siempre lo son, porque no ha habido ocasión de abrir un debate público de verdad y porque la medida se ha adoptado contra la voluntad de algunas minorías y sin el respaldo franco de los propios socialistas.…  Seguir leyendo »

Hay momentos en la Historia, no muchos, en que el hombre no comprende nada, y lo que menos comprende, es el futuro. Este extravío se manifiesta por dentro como un ansia, un desconcierto. Por fuera, como una especie de estupidez. Ante el compromiso de anticipar qué será de él transcurridos unos años, el hombre atolondrado pasea la mirada a la redonda, no encuentra en qué apoyarse, y responde proponiendo lugares comunes anticuados, postizos, cogidos por los pelos. Leibniz acuñó una expresión magnífica para designar estas enunciaciones ineficaces que apenas son más que palabras y con las que no conseguimos identificarnos de veras: pensées sourdes.…  Seguir leyendo »

Mientras los socialistas se derrumban y el PP calla, echa cuentas y espera (el PSOE no caerá como una plaza fuerte: lo hará como la fruta al madurar y desprenderse del árbol), vivaquean por ahí, hacen visajes y ocupan calles y plazas los indignados. ¿Quiénes, qué demonios son los indignados? ¿Por qué han conseguido instalarse en el centro de la opinión? Un cartesiano de carril estimaría que las dos cuestiones están relacionadas, y que la mejor manera de comprender el éxito de los indignados es hacerse primero cargo de lo que piensan o concretamente sienten. El caso, sin embargo, es que nuestro cartesiano estaría perdiendo el tiempo.…  Seguir leyendo »

Hace un año entró en liquidación instantánea el zapaterismo clásico, un centauro compuesto de dos piezas: gasto social de un lado, y militancia y bulla progresista del otro. La crisis y la pobre gestión del Gobierno deterioraron las cuentas nacionales y el centauro hubo de resignarse a ser solo una cosa, no importa si caballo u hombre. Quiero decir con esto que Zapatero no tuvo más remedio que echar el freno en materia social mientras seguía dándole al manubrio del progresismo en materia de igualdad, derechos de última generación, et alia. Las elecciones del 22 de mayo han dejado claro que el zapaterismo incompleto no funciona.…  Seguir leyendo »

Está enrareciéndose el temple de los ciudadanos. O para ser más exactos, comienza a cambiar su percepción de ese gran hecho, económico al principio pero ya mucho más que económico, que llamamos «la crisis». La crisis con artículo determinado; la conmoción, o el desorden, o el desconcierto, que trae al retortero a las administraciones y los analistas económicos desde hace tres años por lo menos. O quizá más, según el país y las circunstancias. Delego en los expertos la fechación rigurosa de los procesos, causas y concausas cuyo desenlace fue eso, la crisis. El caso es que para los profanos, quiero decir, para casi todo el mundo, la crisis ha dejado de integrar un evento, una súbita frustración de las expectativas, para convertirse en una situación.…  Seguir leyendo »