
No te acuestes con bibliografías
El título de esta columna es uno de los mejores consejos que he recibido. Me lo dio una maestra, ahora amiga, cuando ella tenía cuarenta y tantos y yo veintipico. Para entonces ya me había acostado con alguna bibliografía por genuino y libre deseo, pero también alguna vez como partícipe de una de esas dinámicas entre maestros y jóvenes alumnas en las que más que deseo lo que se juega es poder.
Muy a menudo el intercambio de poder ocurre así: de un lado, una joven descubre su sexualidad probando el poder que le confiere su cuerpo y practicando lo que la cultura patriarcal le ha adoctrinado a creer en torno a lo que ella vale en la sociedad.… Seguir leyendo »