El siempre comprensible miedo de los vecinos
En el plazo de tres meses he sufrido dos demandas civiles a la policía por el mismo motivo, la primera me pareció una fábula moral, la segunda un termómetro del miedo. En la primera acababa de aterrizar repatriado desde Nueva York, en plena pandemia, y cuando conseguí llegar a la única casa en la que me podía alojar, en Aljaraque, Huelva, una vecina que me ha visto crecer desde la infancia prefirió llamar a la policía antes de preguntarme por qué estaba allí con mi mujer y mi hijo de un año. La segunda ha ocurrido esta misma semana, en Buenos Aires, recién trasladado con mi familia y a pesar de haber dado al portero del edificio nada más llegar una documentación que demostraba una PCR negativa de todos los miembros de la familia, el administrador ha preferido denunciarnos al Gobierno de la ciudad por salir a hacer la compra y no cumplir con el estricto protocolo de cuarentena impuesto por el Gobierno argentino (a pesar, repito, de haber testeado negativo).… Seguir leyendo »