Sorpresa: se cumplió la Constitución
Debo admitir que sorprendente, lo que se dice sorprendente, es la posibilidad de que el cumplimiento de alguna prescripción concreta de la Constitución pueda suscitar sorpresa, pero peor todavía sería acostumbrarse al incumplimiento. Nada mejor para convertir una situación en acostumbrada que una ley al respecto. Ciertamente, en teoría, toda ley está sometida a la Constitución; a colaborar a hacerlo posible llevo dedicándome, en la práctica, estos últimos años, pero para ello ha de cumplirse una condición: que -si no es el caso- alguien la recurra. Aquí surge la sorpresa. Puede haber vulneraciones groseras de la Constitución que no encuentren quien las recurra; porque a quienes pueden no les interesa o porque no les parezca elegante hacerlo en provecho propio.… Seguir leyendo »