¿Nos estaremos yendo? (El largo adiós)
La mayor parte de las últimas palabras, esas que se le atribuyen a tal o cual moribundo ilustre, pronunciadas en su lecho de muerte, deben de ser apócrifas. Muchas parecen inventadas a medida del personaje (las de Goethe, por ejemplo, tan famosas: «Luz, más luz»; había escrito un célebre tratado sobre la luz y los colores y fue, en efecto, el poeta más luminoso de su época). Y no es extraño que a menudo devotos y amigos hayan querido fijar como últimas-últimas y por aproximación algunas de las palabras pronunciadas antes, dándole así un acabose ejemplar y significativo a la vida del finado.… Seguir leyendo »