
¿Una ciudad puede ser sede olímpica sin malgastar miles de millones del tesoro público?
Ejércitos de delegados de cuatros ciudades —dirigidos por una serie de magnates, banqueros, empresarios y funcionarios gubernamentales— luchan para halagar a los líderes del Comité Olímpico Internacional (COI) con la esperanza de que les otorguen el derecho de ser la sede de los juegos de verano de 2024. Los delegados representan a Los Ángeles, París, Roma y Budapest, y tienen reuniones con casi todos los que pueden influir en el resultado.
Sin embargo, estas ciudades buscan ganar un privilegio que durante las últimas tres décadas también ha sido visto como una maldición. Con pocas excepciones, los juegos le han costado miles de millones a las ciudades anfitrionas.… Seguir leyendo »