Tengo cáncer y me dicen que debo ser optimista. Yo prefiero quejarme
Una de las cosas más difíciles con las que he tenido que lidiar desde que me diagnosticaron cáncer es a quién decirle y cómo. No es que yo sea muy reservada, sino que no quiero que mi enfermedad se convierta en el epicentro de ninguna relación. Incluso bromeo con mi oncólogo y le hablo sobre mis hijos y sobre lo que escribo con la misma intensidad con la que le pregunto qué tomar para combatir las náuseas.
No quiero ser la pobre mamá con cáncer. Quiero ser lo que soy: una escritora que dice groserías delante de sus hijos, que organiza parrilladas increíbles y de la que se puede esperar una conversación maravillosa y una botella de vino deliciosa en una cena.… Seguir leyendo »