Una privatización mal diseñada
Nada más acabar la segunda guerra mundial, el sistema eléctrico francés fue nacionalizado y su gestión puesta en manos de un nuevo ente, Electricité de France (EDF). Pronto se convirtió en una de las joyas del Estado por su eficiencia, su competencia tecnológica y sus resultados económicos. Era el ejemplo que esgrimían quienes mantenían que, en este campo, un monopolio público podía ser una solución superior a la que reposaba sobre una ilusoria competencia y la iniciativa privada. Para remachar el argumento se aducía que las tarifas eléctricas eran entre el 20% y el 30% inferiores a la media europea y se echaba mano del 'caso Enron' como ejemplo de los desastres de un modelo liberal.… Seguir leyendo »