Democracias narcisistas
Los partidos políticos son frecuentemente el blanco preferido de las iras de los ciudadanos. En ocasiones con toda razón, los partidos son ferozmente criticados por su ineficacia, su mediocridad, su corrupción y su sectarismo. Se alude a la partitocracia como la degeneración de la democracia por el excesivo poder de los partidos, y muchos países, entre ellos España, han celebrado el debilitamiento o la desaparición de los partidos tradicionales y el fin del bipartidismo. Las consecuencias, sin embargo, no son siempre las deseadas.
En democracias muy consolidadas, como Francia o Italia, los partidos clásicos han sido barridos y sustituidos por personalidades políticas.… Seguir leyendo »