Buen amigo, buena gente
En aquella lejana década de 1950, el chiste de Mingote en Abc era lo único que veíamos a todo color en los periódicos, a pesar de que sus dibujos eran, claro, en blanco y negro. Y así nació mi admiración por él y el deseo de emularle en mi naciente vocación de dibujante de chistes. Desde el primer momento en que nos conocimos, Antonio me acogió en su inmensa paciencia y tolerancia, enseñándome con su simpatía y sentido del humor una forma de estar en la vida muy distinta a la rigorosa y seria de sus coetáneos.
Aquello de haber nacido el mismo día, con 23 años de diferencia, ha sido para mí algo más que una curiosidad cronológica.… Seguir leyendo »