A votar en Navidad
A votar en Navidad. O a la vuelta, en enero. Era de esperar que la personalidad de Puigdemont, el enquistamiento de la crisis catalana y el pulso entre facciones independentistas condujeran a una propuesta exigente por parte del primero, para empezar a negociar y rebajarla desde ahí. Sin embargo, lo escuchado del fugado en Waterloo solo cabe en la realidad de quienes se han acostumbrado a considerar que la política es el arte de lo imposible y que, con voluntad, cualquier demanda puede acabar en el Boletín Oficial si recluta los votos suficientes.
De partida, la propuesta, digámoslo sin rodeos, es imposible de ser tenida en cuenta.… Seguir leyendo »