Antonio Rivera (Continuación)

Es posible que del anuncio de una Ley de Memoria Histórica se haya pasado a un proyecto de farragoso a la vez que explícito nombre («por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura») al menos por cuatro motivos. Primero, por el evidente temor del Gobierno a la reacción del Partido Popular y de su base mediática y propagandística, que sin embargo sería incapaz de evitar incluso un proyecto en blanco. Segundo, por la reiterada y juiciosa recomendación de algunos historiadores en estos pasados meses, en el sentido de distinguir la historia de la memoria y en el de determinar en lo posible la función del Estado al respecto de esta última.…  Seguir leyendo »