El poder de la lengua española
Mientras el Gobierno griego piensa en vender algunas de sus islas para ayudar a pagar sus deudas, dos grandes constructoras españolas —Dragados y Judlau, su socio en esta operación conjunta— han obtenido un jugoso contrato en Nueva York para reconstruir el sistema de transportes de la ciudad. Por supuesto, no se puede generalizar, y dividir el Mercado Común Europeo sotto voceen países del norte (industriosos) y países del sur (inestables) es una sórdida forma de prejuicio geográfico. Y, de todas formas, España no es verdaderamente un país del sur, igual que Alemania no siempre fue en el siglo XX, por decirlo con palabras suaves, un modelo de moralidad.… Seguir leyendo »