Una cuestión de dignidad
Si hiciéramos un sondeo general sobre el grado de impregnación de la institución penitenciaria en el entorno social al que pertenece, los datos nos informarían de la existencia de tres grupos de opinión: una minoría simple que nos conoce y apoya, otra minoría simple que nos conoce y nos rechaza, y una mayoría absoluta que no nos conoce y se muestra indiferente. La adscripción de las personas a cada uno de estos grupos de opinión obedecería, fundamentalmente, a razones culturales, ideológicas o sociales. Pero estamos en el País Vasco. La lacra del terrorismo ejercido por ETA durante tantas décadas ha generado en nuestra tierra sufrimiento infinito, con afectación en varias generaciones de personas.… Seguir leyendo »