Berna González Harbour

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Para matar al padre es conveniente tener uno y la nueva literatura que llega a las librerías contiene una asombrosa ausencia de padres, de hombres en general. Y decir “contiene” es ya un acto deliberado de subrayar la embarrada experiencia que supone una carencia. Sería excéntrico nombrar las infinitas cosas y personas que no tenemos a mano porque no son nuestras, declararse rencoroso o incluso indiferente ante la incomunicación impuesta por un ser ajeno. Que Jude Law o Jon Snow no nos hagan caso por más que aspiremos a ello no es ni doloroso ni siquiera interesante. Pero si la ausencia pesa como una piedra en la mochila es porque su artífice importa, porque el sujeto nos debió pertenecer y no lo hace y porque no estar no significa no existir.…  Seguir leyendo »

Se dice estos días que poco mérito tiene que unos ex presidentes defiendan ahora medidas como la legalización de las drogas cuando no tienen responsabilidades de gobierno, cuando nadie les recuerda propuestas semejantes durante su etapa en el poder y cuando no deben someterse al higiénico ritual de las urnas. Hace un año fueron César Gaviria, Ernesto Zedillo y Fernando Henrique Cardoso, ex presidentes de Colombia, México y Brasil, los que proclamaron el fracaso de la estrategia contra el narcotráfico y la necesidad de afrontar fórmulas distintas. Y hace pocos días fue Felipe González, ex jefe de Gobierno español, quien apeló a una Conferencia Internacional para abordar una legalización del consumo y la posesión de forma coordinada y eficaz entre todos los países.…  Seguir leyendo »

La nueva ley del aborto es un avance evidente en el asentamiento normativo de un derecho que hasta hoy no estaba reconocido y que sólo furtivamente se había abierto paso en la regulación que en 1984 lo despenalizó en tres supuestos. Aquella ley fue la mejor posible, pero en los mismos pliegues y huecos en que germinó el derecho al aborto pudieron convivir también los intentos de la derecha de perseguir a las mujeres que se ven en la necesidad de abortar. En este sentido, la iniciativa consolida a este Gobierno como el gran valedor de los derechos de las mujeres, el primero de la democracia que intenta acabar con la discriminación que aún arrastra la mujer en términos de representación pública, en consideración en las empresas, en la realidad de los salarios o en el trato machista que la tradición social -de izquierda o derecha- y la Iglesia hicieron natural.…  Seguir leyendo »