Excluidos
Nos rasgamos las vestiduras —algunos, espero que no demasiado pocos— después de ver los resultados de las elecciones andaluzas. Se achaca el resultado a una enorme abstención de los desganados por ver que se habla mucho de Andalucía y poco de los andaluces de a pie. También se atribuye a los desengañados de tanta promesa incumplida, a muchos de los cuales su desesperación les ha llevado con engaños y mixtificaciones a la boca del lobo. Y sí, ahí está parte de la clave del resultado. Nadie se acuerda de que podría haber habido un antídoto para contrarrestar el efecto de la irrupción de esta extrema derecha que ha enarbolado a manera de espantajo al inmigrante, convertido en chivo expiatorio de la crisis y en el culpable del malestar de los andaluces sin trabajo.… Seguir leyendo »