Bernat Castany Prado

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“Me he cagado de miedo”, exclama el dios Dioniso, en Las ranas de Aristófanes, después de ver a Can Cerbero en la puerta del Hades. Y yo me pregunto ¿cómo es que nadie denunció y procesó a Aristófanes, al igual que el colectivo ultracatólico Abogados Cristianos y el juez Carlos Valle han hecho con el cómico Héctor de Miguel, por bromas menos blasfemas que ésta? Pues no es porque aquéllos fueran menos creyentes que nuestros agelastas, sino seguramente porque lo eran más. Porque, cuando Agustín de Hipona dijo aquello de que “fe sin dudas es fe muerta”, apuntaba al hecho de que todo aquel individuo o institución que no se expone a la otredad, esto es, a aquello que lo niega, y lo amenaza, no sólo verá debilitada su capacidad de respuesta digamos inmunológica, sino también su propia vitalidad.…  Seguir leyendo »

Cuando le preguntaron al mariscal Ferdinand Foch por qué no escribía sus memorias, respondió: “Porque no tengo nada que ocultar”. Lamentablemente, hoy en día abundan los políticos que no cesan de hablar de la identidad, para ocultarse entre sus ramas, o bajo sus raíces. Hablan de su identidad española, catalana, vasca o andaluza. Hablan de su identidad masculina, femenina, trans o fluida. Hablan de su identidad cristiana, musulmana, judía, blanca, negra o mestiza. Pero, en la mayor parte de las ocasiones, esas identidades tan grandes sólo son, como en el cuento de la Caperucita Roja, para comernos mejor… Y todos caemos en la trampa, pues somos como el dependiente del chiste, que, al oír que un cliente le pedía una “blrblrblá” de pipas, preguntó: “Una bolsa ¿de qué?”…  Seguir leyendo »

Psicópatas al poder

Se dice que, en los primeros tiempos del Tercer Reich, algunos cómicos y detractores, en lugar de gritar Heil Hitler!, “salve a Hitler”, farfullaban Heilt Hitler!, esto es, “curad a Hitler”. También es célebre el ataque de risa que padecieron Hermann Göring y Joaquim von Ribbentrop, mientras aseguraban, en los juicios de Núremberg, que habían actuado “de buena fe”, cuando las grabaciones de las conversaciones telefónicas que mantuvieron en aquella época evidenciaban lo contrario. De perdidos, me río. Pues no estaría mal averiguar cuáles de nuestros políticos y de aquellos que los votan, o votamos, necesitan ser curados o se ríen de nosotros en nuestra cara.…  Seguir leyendo »

Una versión del meme "sí, pero", de la cuenta de Instagram @_yes_but

Una curiosa familia de memes recorre la Red. Basados en las ilustraciones de Anton Gudim, estos chistes gráficos se componen de una primera imagen, titulada “Sí”, en la que se presenta algún aspecto agradable de nuestra vida cotidiana, y una segunda imagen, titulada “Pero”, que implica su negación. A una maleta de ruedas, le sigue un incómodo empedrado. A un almendro en flor, una mujer alérgica sonándose. A un souvenir de Nueva York, una etiqueta en la que se lee “made in China”. En general, son contradicciones que revelan el carácter absurdo o hipócrita de nuestra existencia. Tienen su gracia.…  Seguir leyendo »

Si no se puede reír, no es mi revolución

Están los memes de escarnio, los zascas de congreso, los chascarrillos de cuñado, las bromas de anuncio, las sonrisas de selfi, las risas enlatadas, los monólogos costumbristas, la ironía posmoderna, el cinismo neoliberal, la mala leche reaccionaria… No parece que tengan razón los que dicen que al final no podremos reírnos de nada. Lo que sucede es que hay muchas risas y muy poca alegría. Pues no nos reímos ni mucho, ni poco, ni todo lo contrario, sino que nos reímos mal. Y eso sí que no es ninguna broma.

Lejos de mí la tradición agelástica, que abomina de la risa, desde los padres de la Iglesia, que destacaron que en los Evangelios sólo se ríen los que se burlan de Cristo, hasta el conde de Chesterfield, que aseguraba que nadie lo vería reír jamás.…  Seguir leyendo »

Durante unos años colaboré como voluntario en un centro de desintoxicación. Dormí en pisos tutelados, asistí a reuniones y, aunque estaba prohibido, hice algunos amigos. Pero una de las cosas que más me gustaban eran las anamnesis. Con este término, que en griego significa algo así como “recuerdo”, se designaba la larga entrevista en la que la persona que iniciaba el programa debía narrar su historia: entorno familiar, figuras de referencia, hechos traumáticos, ciclos de consumo, abstención y recaída... Yo sólo tenía que hacer algunas preguntas que sirviesen como detonante y transcribir todo lo que me contase el entrevistado. Recuerdo que volvía a casa sumido en confusas reflexiones acerca del determinismo, que es una conjetura que me subleva, y la libertad, que es una hipótesis que me subyuga.…  Seguir leyendo »

Esta semana mi hijo mayor tiene examen de Historia sobre las guerras de religión. Al tomarle la lección compruebo que, aunque se ha aprendido todas las fechas y todos los nombres, hay algo en él que le lleva a confundir constantemente a católicos y protestantes. Mientras trato de hacerle comprender las diferencias, me da por pensar en la cara que pondrían aquellos hombres que se mataron por gestos banales y nociones imprecisas al ver de qué modo la historia acabó por mezclar el blanco y el negro en nombre de los cuales se sacaron los colores.

También pienso que los niños del futuro confundirán a nuestros nacionalistas de uno y otro bando, pues el odio, como el amor, nos iguala, y a los melibeos del resentimiento y la venganza les sucede un poco como a “los teólogos” de Borges, que descubrieron tras su muerte que a los ojos de la insondable divinidad formaban una sola persona.…  Seguir leyendo »

Psicofonías nacionales

En el principio fue el rey “por la gracia de Dios”. Gracia que se encarnaba en la Biblia, que interpretaba la Iglesia, que los nobles acataban y que el pueblo (que no contaba para nada) obedecía. Luego llegó el presidente “por la gracia del pueblo”, y el pueblo (que seguía sin contar para nada) se llamó “nación”, y fue elevado a la categoría de Dios, que se encarnaba en las expresiones populares, que interpretaron primero los filólogos románticos, y luego los políticos, los institutos de demoscopia y finalmente cualquiera que tuviese un móvil a mano.

En el mismo movimiento, el Estado-iglesia se metamorfoseó en el Estado-nación; la lengua sagrada, que era el latín, en las lenguas nacionales; el mártir, en el soldado desconocido; el mesías, en el prócer; el hereje, en el traidor; y los himnos religiosos, en los himnos nacionales.…  Seguir leyendo »

Un hombre arranca carteles de Zemmour, en Biarritz, suroeste de Francia. Bob Edme (AP)

El pasado 4 de octubre, el filósofo Michel Onfray debatió, ante más de 4.000 personas, con Éric Zemmour, el político de extrema derecha que amenaza con sorpasar a Marine Le Pen en las próximas elecciones francesas. Acabo de escuchar las dos eternas horas que dura el vídeo, y creo que nunca comprendí tan íntimamente aquella frase de Juan Carlos Onetti según la cual no hay peor mentira que aquella que cuenta todos los hechos sin respetar el alma de los mismos. Ciertamente, la suma de dos medias verdades nunca dará lugar a una verdad entera.

Lo primero que me llamó la atención es el contraste entre la crueldad inmisericorde de lo que allí se dijo y la cordialidad, las risas y el esfuerzo de comprensión que ambos contendientes se prodigaron (y que siempre le niegan a sus auténticos rivales).…  Seguir leyendo »

Representación del antiguo Templo Mayor en Ciudad de México, en una ilustración de 1900.DEA PICTURE LIBRARY (De Agostini via Getty Images)

En 1490, el poeta-filósofo Tecayehuatzin, demasiado impaciente como para esperar a ser civilizado, invitó a 13 sabios a su palacio de Huexotzinco, en lo que hoy llamamos México, con el objetivo de conversar acerca del significado de la poesía. Las cosas que allí se dijeron (y que cualquiera puede leer en la traducción que Miguel León Portilla hizo de aquel Diálogo de la poesía) bastan para hacerse una idea del estado de profunda barbarie en el que, según la documentada opinión de Isabel Díaz Ayuso, Toni Cantó y Pablo Casado, aquellas pobres gentes vivían.

Para Ayocuan, la poesía es un don de los dioses que nos permite dejar la huella de nuestro recuerdo sobre la tierra.…  Seguir leyendo »

El regreso de Erasmo

De vuelta de Roma, indignado por la decadencia eclesiástica, montado sobre un burro y sin poder consultar sus libros, Erasmo redacta mentalmente lo que cree que ha de ser la más dura lección contra la necedad de este mundo. Su diatriba será terrible. ¡Que tiemblen los imbéciles! Erasmo —lo estoy viendo— se ríe entusiasmado mientras avanza hacia el norte. Así debía sentirse Javier Marías al escribir sus dos últimos artículos, titulados Famosos imbéciles morales (Parte I y Parte II), en los que arremete contra aquellos políticos a los que considera “incapaces de comprender los principios morales”. Dice que no se trata de un insulto, sino de una descripción, pero a mí me parece que el tono de ambos escritos lo desmiente.…  Seguir leyendo »

Un joven muestra una camiseta contra la crispación política.TANIA CASTRO

Leo el último libro de Michel Onfray, titulado El arte de ser francés, y me quedo preocupado. No sé qué pensar. ¿El nietzscheano de izquierdas, el socialista libertario, el hedonista materialista se ha vuelto un reaccionario? En una página me lo parece, y en la siguiente no. En un párrafo me convence, y en el siguiente me indigna. Solo estoy seguro de que aquel que me enseñó tantas cosas (y que fundó la Universidad Popular de Caen para luchar contra las ideas de Le Pen cuando este pasó a la segunda vuelta en las elecciones de 2002) se merece más que un juicio sumario.…  Seguir leyendo »